¿En dónde queremos vivir?
Desde el inicio de su papado, Franscisco nos venía dando sorpresas positivas por la congruencia de sus declaraciones. Ahora a muchísimos nos dejó boquiabiertos con su nueva encíclica, Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común, nuestro planeta, cuya pregunta central es: “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?”
El común de las encíclicas era hablar de temas religiosos. Pero en ésta el Papa Francisco nos habla de la conciencia que debemos tener: “Nosotros mismos somos tierra”, dice.
Es el primer documento de su tipo que es escrito para la sociedad en general, no sólo para los católicos, y además no es un mensaje religioso, sino social basado en estudios científicos, de hombres y mujeres que no necesariamente profesan la religión católica.
Las consecuencias del cambio climático son evidentes. Los océanos se están calentando, los glaciares se derriten, el nivel del mar sube, tendrán lugar sucesos climáticos extremos más intensos y con más frecuencia.
Cada año se registran nuevas pérdidas de biodiversidad. Y esto ocasionará problemas económicos y de seguridad que no pueden resolverse exclusivamente a nivel nacional o regional. La política exterior juega un papel importante en la lucha contra el calentamiento global.
En su encíclica, el Papa Francisco nos advierte que todavía estamos a tiempo de conservar el planeta. Nos dice: ”la humanidad tiene aún la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común”; “el ser humano es todavía capaz de intervenir positivamente”; “no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, pueden también superarse, volver a elegir el bien y regenerarse” .
El cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, habló sobre el texto del Papa: “supera los movimientos ecologistas por su grandeza y por situar el problema en el lugar que le corresponde… muchos movimientos ecologistas no se verán representados en ella ni estarán satisfechos… de la misma manera que muchos partidos políticos, no son sensibles a la ecología integral.”
Diversos miembros de la Iglesia coinciden en que la encíclica Laudato si’ va más allá de la ecología tradicional y que lo que promueve es un cambio de actitud y supone un cambio total en la sociedad.
El Papa Francisco propone una ecología integral “… porque no se puede plantear la cuestión de modo fragmentario”.
Los ejes temáticos del texto son: “la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, ya que el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida.”
Sin duda lo que nos dice el Papa Francisco es mucho más avanzado y con mayor compromiso que las propuestas de los distintos partidos políticos en nuestro país. Lo vimos hace unos días en las campañas electorales, para nadie la ecología es un tema prioritario. Es una realidad: o todos nosotros nos empezamos a preocupar y a poner especial atención al medio ambiente, o las consecuencias serán catastróficas.
Llama la atención que, sin ser su tema, el Papa Francisco esté sumamente preocupado por nuestro planeta. Y tiene toda la razón, es el único que tenemos.
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