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Acapulco en crisis

 

La violencia continúa siendo norma en las movilizaciones que se han realizado los últimos días, sobre todo en Guerrero y Michoacán, y es una violencia desmedida.

En estos días, durante sus protestas, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) y normalistas enfrentaron a la policía de ese estado y secuestraron al subsecretario de seguridad pública del estado.

Como respuesta a las detenciones de normalistas que habían perpetrado actos vandálicos, Juan José Gatica, segundo a bordo de la Secretaría de Seguridad Pública, fue retenido justo cuando negociaba con aquéllos, para que detuvieran su acciones violentas. Pero se lo llevaron varias horas.

Apenas la semana pasada, miembros de la Ceteg vandalizaron la alcaldía de Iguala y grupos violentos quemaron la puerta Mariana de Palacio Nacional, y ahora, este miércoles, profesores incendiaron el Congreso de Guerrero.

Estos sujetos pueden prender fuego a inmuebles, robar, cerrar carreteras y el aeropuerto y no pasa nada. Pero si además pueden secuestrar al subsecretario de seguridad del estado, canjearlo por “sus detenidos” y que el hecho quede impune, ¿quién va a garantizar la seguridad de los turistas?

En estos días ha caído al 50 por ciento la expectativa de ocupación hotelera en Guerrero. Acapulco es uno de los destinos favoritos de muchos mexicanos para pasar los puentes por el aniversario de la Revolución y el año nuevo; sin embargo, ya hay miles de cancelaciones provocadas por temor a la inseguridad que se vive en estos momentos. Sólo para el fin de semana largo, que ahora inicia, son superiores al 20 por ciento.

Poco antes del conflicto de Iguala y de las movilizaciones tan violentas que se han dado en los últimos días se esperaba una ocupación de por lo menos el 90 por ciento.

Sin embargo, muchísimos turistas optaron por cancelar sus viajes al puerto de Acapulco y a Zihuatanejo. Entre ambos destinos se han dado casi 20 mil cancelaciones y seguirán sumándose, mientras no cesen esa violencia, esos bloqueos y esas tomas de carreteras y de aeropuertos.

Muy probablemente esa violencia no va a concluir porque estos grupos se sienten impunes. El subsecretario de seguridad secuestrado dijo que interpondría una denuncia; habrá que ver si lo hace y si la misma va a proceder hasta la detención de los responsables.

Si nos ubicamos en la lógica de cualquier turista que pretenda ir a Acapulco, habría que preguntar: ¿cómo van a resguardar las autoridades la seguridad de los paseantes si no pueden resguardar la suya misma?

Grupos como la Ceteg no se mueven solos. Son estructuras políticas muy bien constituidas y saben que ante el problema de los jóvenes normalistas desaparecidos nadie les va a decir nada. El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, ha pedido que estos grupos no se escuden en la violencia, pero también ha dicho que no los va a contener.

Por miedo a ser acusadas de represoras, las autoridades no los van a detener, y esto significa que la escalada de violencia será cada día mayor. Guerrero no es uno de los estados donde sus productos se exporten para tener ingresos.

Se trata de un estado que vive principalmente del turismo, desde los grandes hoteles hasta los artesanos que venden su obra en la playa. Y es uno de los estados con mayores índices de pobreza, pero esta violencia incontrolada tornará insostenible la situación.

bibibelsasso@hotmail.com
Twitter: @bibianabelsasso