Suicidio en adolescentes aumentó 42%
Si su hijo anda muy desobediente, va mal en la escuela, se pelea constantemente con sus compañeros o tiene problemas para dormir, podría estar deprimido.
La depresión es la tercera causa de muerte en México en niños de 10 a 14 años. Y quienes se encuentran en el rango de edad de entre 15 y 24 años son los más expuestos a intentar suicidarse por este padecimiento.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México el grupo más vulnerable a intentar cometer suicidio son los adolescentes, y la cifra de incidencia en esta última década ha aumentado 42 por ciento.
Aun así, dicha patología no se encuentra en la lista de enfermedades de mortandad en nuestro país. No existen campañas de prevención del suicidio y mucho menos programas a nivel nacional para atender el fenómeno.
Platicamos con la doctora Inés Nogales Imaca, del Hospital Psiquiátrico Infantil, quien nos confirmó que la depresión no sólo la padecen los adultos, sino también los niños. Y la edad de inicio es muy variable: puede existir desde la etapa preescolar, en la que a veces puede ser más complejo identificar.
“La complicación más grave de la depresión en cualquier persona es el suicidio y los intentos de cometerlo cada vez son a más temprana edad”, nos indica.
Para los menores de edad los adultos con los que conviven son ejemplo a seguir. Por eso cuando un pequeño vive con un mayor que está constantemente deprimido esto influye en la personalidad del niño.
Los pequeños no conocen el significado de la muerte tal cual; pueden imaginar que se van a matar y que después podrán revertirlo, como en las caricaturas. Por eso es muy grave que cada día tengamos más niños tratándose de quitar la vida.
Así lo explica la doctora Nogales: “El caso del más pequeño que personalmente he visto en el hospital es un niño de cinco, seis, años que intentó aventarse de una ventana, y otro que intentó colgarse, para ahorcarse. Sin embargo, sí es cierto que el concepto de muerte todavía a esta edad no lo tienen muy estructurado y claro.”
Lo más importante es poder tener un diagnóstico temprano, para prevenir que un pequeño se pueda quitar la vida. La doctora Nogales nos dice cómo podemos descubrir si nuestro pequeño está deprimido:
“En primera instancia hay que identificar todo cambio en su conducta habitual. Por ejemplo, si antes disfrutaba, jugaba, y ahora no lo hace, se aísla, deja de hacer actividades o deja cosas que antes sí le gustaban, que está irritable o enojado la mayor parte del tiempo, o niños que tienen alteraciones para comer, para dormir, ya sea más o menos.
Igualmente, “niños que tienen dolor de estómago o dolor de cabeza son otras manifestaciones que se pueden presentar y también, en una etapa escolar, el bajo rendimiento académico”.
Es fundamental tener una comunicación abierta con nuestros hijos. Y en caso de ver cambios bruscos en su comportamiento acudir con un especialista.
Hasta hace unos años no había más de 300 psiquiatras infantiles en nuestro país. Hoy afortunadamente esta rama de la medicina ha ido creciendo y cada día son más los egresados de esta especialidad.
Tenemos que estar conscientes de que hoy la depresión infantil es un tema de salud nacional.
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