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Se puede fortalecer TLC en agro sin entrar a cuotas: Calzada

Para hablar de cómo se está renegociando el Tratado de Libre Comercio para América del Norte platiqué junto con Jorge Fernández Menéndez con el secretario de Agricultura José Calzada Rovirosa.

 

Pregunta: Las negociaciones del Tratado de Libre Comercio en temas de  agricultura y ganadería son fundamentales, ¿cómo ves ese escenario?

JCR: Desde el punto de vista técnico y lógico nos debería ir muy bien, a veces hay ingredientes políticos que se meten en medio de la conveniencia de las personas inclusive, que al final del camino pueden dañar la propia estructura del tratado en detrimento del ingreso de los productores de los tres países, particularmente en el nuestro y Estados Unidos que ha sido, digamos, la discusión en los últimos días.

Pregunta: Si nos va bien a nosotros, le va bien también a Estados Unidos, sobre todo esta parte de agricultura muy profunda casi toda la producción que tiene sale para México: leche, ganadería…

JCR: Sí, sí… Granos, por ejemplo, somos los grandes compradores de los granos de Estados Unidos, somos el segundo comprador de papa, el principal de carne de cerdo y de ave, de productos lácteos de Estados Unidos. Somos el tercer mejor comprador de productos agroalimentarios en el mundo de Estados Unidos y éste es nuestro principal mercado, es decir, somos buenos socios comerciales, vendemos bien, compramos bien y en estos 23 años que tiene el Tratado de Libre Comercio no tengo la menor duda de que allá les ha ido muy bien y que aquí también.

Pregunta: La balanza comercial entre EU y México en el sector comercial…

JCR: Es superavitaria para México por cerca de 7 mil millones de dólares, es decir, si nosotros les vendemos 24 mil millones de dólares, ellos nos venden 18 mil millones de dólares, 6 mil y tantos millones de dólares para nosotros…

Pregunta: Pero además es una balanza complementaria, no es que estés reemplazando productos que ellos podrían colocar en Estados Unidos, ni ellos nos están mandando cosas que se pudieran producir a los mismos costos en México.

JCR: Exacto, a veces las balanzas comerciales no miden a profundidad, no a golpe de vista, todo lo que sucede, porque si bien es cierto que no somos superavitarios, pues gran parte de la semilla que utilizamos para sembrar, por ejemplo, maíz, trigo, soya, etcétera, se la compramos a ellos, después aquí elaboramos el producto terminado y luego se los exportamos o, por ejemplo, gran parte de los insumos que utilizamos para la producción de aguacate o del producto que ustedes me digan, pues muchas ocasiones viene de allá, gran parte de los fertilizantes provienen de Ucrania y de Estados Unidos, es decir, somos mercados complementarios.

Pregunta: En algún momento, cuando se puso complicada esta discusión para renegociar el TLCAN, el gobierno mexicano dijo que podemos tener otros socios comerciales como Argentina y Brasil.

JCR: Sin duda, nosotros hemos abierto los mercados para granos, que es de los productos que nos exportan de Estados Unidos, los más emblemáticos tienen que ver con granos básicos, como el maíz y hemos buscado otras alternativas, no solamente para vender, sino para comprar. Tenemos una Subsecretaría de Alimentación y fuimos en una comisión a Argentina y a Brasil para buscar alternativas para poder importar, particularmente, maíz amarillo y soya; va a llegar en los próximos días al puerto de Veracruz un barco con 30 mil toneladas de maíz.

Entonces ya estamos en ese proceso de mercados alternativos para vender y para comprar, no nos quedamos con los brazos cruzados. Me han preguntado mucho: “¿Qué pasa si se cancela el TLC?, y mi respuesta es: Pues no vamos a pasar de vender 100 a vender cero, venderemos con otras reglas, si es que se llegara a cancelar…”

Pregunta: La única diferencia, en términos reales, sería que en lugar de las reglas del TLC tendrías las normas de la Organización Mundial de Comercio, que son muy similares a las que hubo del Acuerdo Transpacífico, con prácticamente lo mismo.

JCR: Tienes mucha razón, inclusive bajo las reglas de la OMC, bajo el concepto de la nación más favorecida, nosotros le podríamos imponer a Estados Unidos más aranceles a sus productos de lo que ellos podrían poner a nuestros productos nuestros, entonces les iría peor.

Costaría más caro…

Pregunta: Te has reunido con los productores estadounidenses, con tus contrapartes en EU, ¿qué te dicen?

JCR: Ellos mandan un mensaje muy positivo y después de la Casa Blanca se manda un mensaje muy confuso, y lo que nos comentan ambos secretarios, de Canadá y de Estados Unidos, es que el tratado ha beneficiado a las tres partes.

Pregunta: Lo importante aquí no es renegociar el Tratado de Libre Comercio para acabar con todo lo bueno que hay, sino mejorar el que ya tenemos…

JCR: Exacto, añadirle cosas positivas, por ejemplo, en la parte agroalimentaria, una revisión aduanera más ágil para que los productos no tengan que pasar tanto tiempo en las aduanas, que se rompan las cadenas de frío, etcétera. La segunda, comercio electrónico, que no estuvo cuando se negoció el TLC, esto es más de las nuevas generaciones. Tercero, equivalencia de orgánicos. Cuarto, equivalencia también en cuanto a procedimientos de sanidad e inocuidad… Incluso  propiedad intelectual. Yo como lo veo es que el tratado en términos agroalimentarios se puede robustecer en otras cosas que no tengan que ver con cuotas de importación.

Pregunta: Tienes el comercio mundial regulado, la otra opción que tendría Estados Unidos es decir “cierro mi economía”, pero no es posible, los estados que le dieron la victoria a Trump son los estados paradójicamente más beneficiados.

JCR: Es que son estos que producen granos, maíz, soya, son estos de la mitad, del centro de Estados Unidos, que tienen tierras planas, tienen muchísima agua, prácticamente todos esos estados producen de temporal, entonces el costo de producción es bastante bajo.

Pregunta: Y la paradoja de que los que trabajan el campo son mexicanos o centroamericanos y su producto de exportación es a México fundamentalmente.

JCR: Y es una complementación enorme. A mí muchos me preguntan: “Oye, ¿y por qué importamos maíz amarillo?”, México produce maíz blanco en suficiencia para nuestra gente y compramos maíz amarillo para procesos industriales y de la alimentación del ganado. Pero fíjate qué interesante, compramos maíz amarillo que tiene un bajo precio en los mercados, alimentamos al ganado y exportamos a Estados Unidos 220 mil toneladas de carne, es decir un bien de valor agregado, pues me parece que es una ecuación muy positiva para los productores.

Pregunta: Dentro del TLC hay muchos capítulos, probablemente junto con el automotriz, el sector agrícola y ganadero es el más integrado.

JCR: Sí, yo lo que entiendo, por lo que me ha comentado el secretario Perdue de Estados Unidos, no hay tanto recelo o tanto problema con el sector agropecuario; formamos parte de una ecuación de negociación; el nuestro no tiene tantos peros, más bien, entiendo, el tema de discusión tiene que ver con el sector automotriz.

Pregunta: No eres parte del equipo negociador, pero ¿cómo funcionas tú?, ¿hay mesa de junto, no hay mesa de junto?

JCR: El Consejo Nacional Agropecuario participa en la mesa de al lado, en la mesa estratégica y nosotros tenemos un representante de la Sagarpa, que es Raúl Urteaga, de asuntos internacionales, que está directamente en la mesa de negociación del capítulo agroalimentario. Cuando él ve una cuestión que nos pudiese afectar me informa y formamos un grupo de trabajo y emitimos una opinión para que el secretario Guajardo la lleve a la mesa y defienda la posición.

Pregunta: ¿Eres optimista?

 

JCR: Muy optimista de que en toda esta negociación prevalezca la razón y el interés supremo del productor y el consumidor. Esto no debe ser una bandera política, aquí de lo que se trata es de que a la gente le vaya bien y si logramos hacer permear este mensaje, en las mesas de negociación y que prevalezca la razón, a México le va a ir bien.