Quiero dar un golpe a la mesa y decirles que se les acabó la fiesta

El procurador afirma que se debe subir el nivel ético de quienes representan temas de terceros; tanto el abogado como el cliente deben ser dignos, dice

 

Raúl Cervantes es el último procurador general de la República, pues se alista la transición hacia la Fiscalía General de la República y cabe la posibilidad de que él sea el primero que la encabece.

BB: Raúl, ¿Cómo fueron estos primeros años de vida? tienes una abuela que estuvo muy presente en tu vida y que acaba de fallecer?

RC: Maravillosos, yo vengo formado de dos mujeres independientes. Mi abuela era la secretaria ejecutiva del director de Ferrocarriles Mexicanos, cuando se iba a casar, mi abuelo le dijo que quería que dejara de trabajar, le contestó: “no, la única condición con la que yo me caso es que yo sigo trabajando y mantengo a mi mamá”. Y mi mamá perdió a su papá cuando tenía 15 o 16 años, entonces era una niña de clase media acomodada, que de ir a una escuela privada empezó a ir en la nocturna, trabajar en Ferrocarriles también y ayudar y coadyuvar a sacar a la familia adelante. Mi mamá fue independiente, también fue abogada. Entonces entre las dos yo tengo una imagen femenina independiente, profesionista, fuerte, que eso no impide que sean también la parte amorosa de un hogar.

BB: En la generación de tu madre y abuela pocas mujeres trabajaban.

RC: Fíjate que yo lo veía al revés, a los 5 estuve convencido de ser abogado.

Veía a mi mamá, estando en la casa, pegándole a la máquina de escribir para dictar amparos, a mi papá ejercer también la profesión.

BB: ¿Litigaban ahí en tu casa todos?

RC: Todos, porque los 4 hijos somos abogados. Mi hermano el mayor estudiaba ingeniería química y yo lo convencí de estudiar derecho porque decía que era una familia de abogados que no entendían la química y llevaba más de 9 de promedio, iba a la mitad de la carrera, entró a estudiar conmigo y acabó dejando química y se recibió de abogado y es un gran abogado.

BB: Trabajan todos juntos, ahora tú no porque estás en esta encomienda importantísima, pero tienen el despacho…

RC: Sí, fuimos muy unidos y están mis 3 hermanos en el despacho, ejerciendo y la verdad es que son muy buenos.

BB: ¿Y tus primeros años en la escuela?

RC: Estudié con los maristas en el Colegio México, entró primero mi hermano y después todos en cadenita. Nos dio por el canto, yo recuerdo ser solista de toda la primaria y parte de la secundaria… Aprendimos piano, yo aprendí nota antes que letra. Mi mamá estaba muy encima de nosotros y nos decía que lo más importante era cómo aprender, raro porque en esa época se pensaba que era un tema de memoria; y mi papá era de un pensamiento liberal, entonces nos daba lecturas y siempre era un poco de provocador o de debate. Entonces no me cambio por nada… Mi mamá muy dura, mi papá muy cariñoso. Ella sinaloense, mi papá tamaulipeco. Me crearon dos norteños.

BB: ¿Y qué te gusta de lo norteño?

RC: Todo, pero sobre todo lo claro que es la gente, cuando yo era niño no era tanto.

BB: Que no está fácil decir las cosas de frente, pero finalmente está muy bien saber quién es tu enemigo, quién es tu amigo…

RC: La amistad para mí, es una afinidad espiritual, entonces se da desde antes…

BB: Tienes amigos de toda la vida… incluso con tu primera esposa, siguen siendo amigos a la fecha…

RC: Sí, porque a la mamá de mis hijos la adoro, siempre la querré, siempre veré por ella, es una profesionista independiente. Ella es agente aduanal y tenemos dos proyectos de vida, se llaman Raúl y Regina y son mi prioridad y son su prioridad.

BB: Empiezas a estudiar derecho, ¿sólo porque tenías una familia de abogados y es lo que siempre habías visto o qué te llama?

RC: Mira, desde niño nunca tuve duda, si no hubiera sido abogado, sería arquitecto, pero la abogacía para mí, ha sido todo. Ejerciendo bien la profesión, puedes hacer mucho bien y nunca he entendido la mala práctica en la profesión.

Necesitamos subir el nivel de colegiación en México en un tema ético, no tanto el examen, la conducta ética de las profesiones que representan intereses de terceros, ya sea un abogado, médico, arquitecto… cuando representas temas de terceros, deberías de tener un nivel ético, eso ha faltado…

BB: Pero el derecho luego es complicado, porque dices, ay ya compraron a la secretaria de acuerdos, ya compraron al juez…

RC: Son malas prácticas. Mira, no hay colegiación desde la Constitución de 1857, de esa fecha al 2017 no se ha cancelado una patente de abogado y no me pueden decir que no ha habido una sola práctica de falta de ética. Así de difícil ha sido y por eso se debe buscar nivel el tema ético y que la mala práctica sea desechada… Hay gente que busca abogados por su mala práctica. El abogado debe ser digno del cliente y el cliente debe ser digno del abogado.

BB: Raúl, hiciste una carrera, una formación académica amplísima, eres doctor en derecho, ¿cómo fue esa trayectoria?

RC: Acabé la carrera y terminando el discurso nos hizo hablar mi papá, ni siquiera sabíamos, nos recibimos el mismo día mi hermano y yo. Entonces habló primero mi hermano mayor y después tu servidor y mi padrino, en paz descanse, era el director adjunto de Doctorado en la UNAM y me dijo, “¿qué hago por ti?, me encantó lo que dijiste, me encantó tu examen”, yo le dije, “ayúdame a entrar al doctorado porque no me puedo ir al extranjero”, porque mi papá empezaba una enfermedad terminal. Entonces me quedo en México y estoy un tiempo en la UNAM y acabé el doctorado en la Panamericana.

En el inter, don Jorge Iñárritu que era ministro presidente me dice, “¿Por qué no haces la especialidad judicial?”, y la hice ahí, le dije: “yo no quiero ser juez, pero la verdad, si me dan la oportunidad…”, entraban muy poquitos litigantes, es un lugar de mucha formación del Poder Judicial Federal, al cual respeto, debe haber sido 1988, y de ahí me fui al doctorado en la Panamericana, terminé el doctorado, después en el IPADE, hice alguna especialidad en derecho internacional en la Libre. Sí, yo creo que en la suma fueron 10 años de posgrados.

BB: Hablas de la enfermedad terminal de tu padre, ¿cómo cierras con él?

RC: Mi filosofía, es que una muerte termina una vida, no una relación y para mí, no pasa un día que yo no recuerde un efecto de mi papá o cómo me enseñó a ejercer la profesión o un consejo y así los 3 hermanos.

BB: Eres un hombre profundo lo sé. ¿En qué crees?

RC: No soy tan religioso, creo profundamente en el bien, en general tus actos, amerita superar todas tus debilidades, a eso venimos a este mundo.

BB: ¿Estás afiliado al PRI?

RC: Cuando fue la comparecencia, yo renuncio a la representación democrática constitucional, porque yo creo que la autonomía técnica de la Procuraduría, no puede compaginarse. Ésa es mi visión y textual, antes de la ratificación, lo expresé. Hoy estoy en el camino de poder generar ese modelo que me comprometí con el Senado a la homologación, y a poder llevar a mejores estadios la procuración de justicia. Ha sido interesante. Mis hijos de repente me dicen, o amigos: “cuánto tiempo vas a estar ahí porque mejor regrésate a la IP, tienes mejor vida, es mejor pagada”, sin duda, pero también todos tenemos que ejercer el derecho humano que se llama contribuir a resolver los problemas de tu sociedad.

BB: Llevas la procuración de justicia de todo un país…

RC: Lo que tienes que generar más aquí, yo creo que las facultades constitucionales que tiene una procuración de justicia, deben de tener dos características para ejercerlas: mucha madurez, mucha, y humildad.

BB: Ahora me decías que no duran mucho tiempo los procuradores. Vas a estar por lo menos de aquí al 2018. ¿Dónde te ves después?

RC: No lo sé. Seguramente en mi práctica privada, no sé si voy a seguir…

BB: En el Senado te fue muy bien para sacar todas las reformas…

RC: También en el ejercicio público, yo lo que insisto, es que estas facultades, al no ser tuyas, sino son constitucionales y legales, es con madurez y con humildad. Eso es lo mejor que te puede generar, y ante la duda, la ley…

BB: Raúl, ¿cuál ha sido el día más feliz de tu vida?

RC: Yo creo que todos, uno que tiene que dar, pero sin duda si los podría calificar, serían dos, cuando nacieron mis hijos.

BB: ¿El más triste?

RC: Cuando murieron mis padres.

BB: Complétame esta frase, Raúl Cervantes es…

RC: Responsable.

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