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Ovidio se declara culpable, ¿Qué contará?

Finalmente, y como era de esperarse, Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, llegó a un “acuerdo” con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y se declarará culpable de los delitos de narcotráfico por los cuales se le acusan, así lo informó la Corte Federal de Distrito Norte de Chicago.

La audiencia de Ovidio Guzmán estaba programada para el próximo 12 de mayo, pero se suspendió. Los fiscales del Departamento de Justicia informaron a la jueza Sharon Johnson que habían llegado a un acuerdo, su audiencia será el 9 de julio y su compromiso, según dicen las autoridades estadounidenses, es declarase culpable. Muy probablemente será en la audiencia donde se conozca los detalles de ese acuerdo entre la Fiscalía y Ovidio.

Este tipo de acuerdos solamente se hacen válidos si la información que se brinda a las autoridades estadounidenses es suficientemente importante. En Estados Unidos esperan que el hijo de El Chapo Guzmán hable de narcotraficantes, pero también de políticos y autoridades mexicanas con quienes hayan hecho acuerdos y que estén involucrados en el narcotráfico.

Con el acuerdo de cooperación, Ovidio Guzmán López puede reducir su condena muchísimo, podría pasar como mínimo unos cinco a siete años, dependiendo de la decisión de la jueza Johnson. Si se hubiera ido a juicio, su condena hubiera podido ser de cadena perpetua.

Las fiscalías estadounidenses prefieren llegar a acuerdos por dos cosas, por la información que obtienen de manera prácticamente inmediata y porque no tiene gastos de juicios que son muy largos y costosos.

Estados Unidos ha catalogado a los cárteles de la droga mexicanos como terroristas, y las autoridades buscan sobre todo conocer cuál es la relación entre políticos y campañas electorales con el dinero del crimen organizado. Hoy, con esta decisión, sin duda muchos políticos, gobernadores y operadores políticos, seguramente les costará dormir.

Cómo olvidar que Ovidio Guzmán fue liberado, tras su detención por el expresidente López Obrador, cuando ya se tenía el pedido de extradición y la aeronave que trasladaría a Guzmán López a Estados Unidos estaba lista para despegar en el famoso “culiacanazo”.

Desde 2021, el Departamento de Estado de EU había ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares por información que condujera al arresto o condena del capo.

La extradición de Ovidio fue un golpe más a los símbolos del Cártel de Sinaloa que, después del “culiacanazo” en 2019, se sentía empoderado, sobre todo después del primer intento de su detención en Culiacán, con la violencia que esto generó Los Chapitos estaban fortalecidos, pensaron que tenían una suerte de amnistía.

Pero poco después del “culiacanzo”, y días antes de la llegada a México del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el hijo de El ChapoGuzmán fue detenido en Jesús María, Sinaloa, a unos 50 kilómetros de Culiacán y poco después extraditado a los Estados Unidos. Luego sucedió la extraña entrega de Ismael El Mayo Zambada a las autoridades estadounidenses.

El Mayo acusó en una carta que había sido secuestrado y entregado por el hermano de Ovidio, Joaquín Guzmán López. En la carta que firmó Zambada aseguró que fue convencido de asistir a una reunión para arreglar las diferencias políticas que existían entre el gobernador, Rubén Rocha Moya, y el exalcalde de Culiacán y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda, a quien el mismo capo consideraba un amigo, con quien tenía una relación estrecha desde hace varios años.

En esa misma reunión también se le dijo al capo que estaría presente Iván Archivaldo Guzmán Salazar, principal líder de la facción de Los Chapitos, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.

El Mayo Zambada describió que fue Joaquín Guzmán López, hermano de Ovidio Guzmán, quien le insistió en acudir a ese encuentro realizado a las afueras de Culiacán, Sinaloa.

Relató lo siguiente: “Vi a Joaquín Guzmán López, a quien conozco desde que era un niño, y me hizo un gesto para que le siguiera. Confiado en la naturaleza de la reunión y en las personas implicadas, le seguí sin dudarlo. Me condujeron a otra sala que estaba a oscuras. En cuanto puse un pie dentro de aquella habitación, me tendieron una emboscada”.

¿Qué tan verosímil es esta información? Tiene lógica, lo he dicho en este espacio. Engañar al principal narcotraficante del país, con más de cinco décadas de experiencia, sin pisar la cárcel, puede parecer alejado de la realidad, pero, por otra parte, sabemos que la relación con sus ahijados, los hijos de Guzmán Loera, después de muchos desacuerdos y distanciamiento, sobre todo después del primer intento de detención de Ovidio Guzmán en el llamado “culiacanzo,” se había recompuesto en los últimos meses.

No olvidemos que fue precisamente El Mayo quien auxilió a los “muchachos”, como los llamaba cariñosamente en ese momento tan crucial para la liberación de Ovidio.

Si Zambada acudió a esa reunión voluntariamente y podría ser por el bajo perfil con el que llegó y con tan poca seguridad, habla de que existía una confianza absoluta entre quienes supuestamente participarían en el encuentro con el jefe histórico del Cártel de Sinaloa.

Otro quien supuestamente asistiría a la reunión, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, muy oportunamente estaba en un viaje relámpago a Los Ángeles, California.

Un día antes de difundirse la carta, el exembajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dio una conferencia de prensa donde confirmaba que El Mayo había sido llevado contra su voluntad en un avión que salió de Sinaloa con destino a Nuevo México.

En esa conferencia dijo: “Lo primero es que Joaquín Guzmán voluntariamente se entregó; lo segundo es que la evidencia que vimos nosotros cuando llegó él a Santa Teresa, Nuevo México, al aeropuerto, es que, a El Mayo, lo habían llevado contra su voluntad”.

La pieza del rompecabezas que faltaba es la declaración de culpabilidad de Ovidio. Hoy todo pareciera que su hermano Joaquín Guzmán López llegó a un acuerdo con las autoridades estadounidenses, para convertirse en colaboradores y lograr condiciones carcelarias benévolas y más cortas a cambio de la entrega de su padrino Ismael El Mayo Zambada.

Nada es casualidad, la realidad exacta difícilmente la sabremos, pero todo parece ser que Ovidio y Joaquín Guzmán López declararán muchas cosas en los próximos meses.