Niños asesinados
Casi a punto de cerrar este 2014, en Medio Oriente se han vuelto a dar ataques que han acabado con la vida de más de un centenar de niños.
En Pakistán, un grupo talibán irrumpió en una escuela primaria y secundaria administrada por militares en la ciudad de Peshawar. Su objetivo era matar al mayor número de estudiantes posible.
Los atacantes revisaron los salones y dispararon para dar muerte a cuanto niño se les pusiera enfrente. Asesinaron a 132 pequeños que se encontraban en clases.
Según se informó, los terroristas no tenían la intención de tomar rehenes, no hicieron ningún tipo de petición. Su objetivo era matar.
El principal grupo talibán paquistaní, Tehrik-e-Taliban Pakistan, justificó el ataque: fue para, “hacer justicia” por la campaña que el ejército de ese país desarrolla desde junio en Waziristán del Norte y en Kyhber con continuos bombardeos y operaciones terrestres que han causado más de mil 100 muertos.
La masacre se dio muy cerca de donde Malala Yuosafzai sufrió un atentado que casi acaba con su vida en octubre de 2012, cuando regresaba a su casa, en una camioneta, con otras 15 niñas después de haber terminado sus exámenes. Dos hombres armados subieron al vehículo y preguntaron quién era Malala, y cuando ella respondió le dieron dos disparos en la cabeza. Los agresores la dejaron tirada pensando que había muerto.
Esta niña ha luchado por la educación de las mujeres en su país, hecho que casi le cuesta la vida. Con apenas 17 años, escribió un blog en la página web de la televisora BBC de Londres para denunciar la manera en que los talibanes habían cerrado escuelas para niñas.
Malala acudía a clases disfrazada de hombre. Pero cuando los talibanes descubrieron que ella había escrito el blog, con denuncias en el 2008 y 2009, atentaron contra ella.
La agresión ha sido una de los cientos que se han dado por islamitas radicales contra mujeres estudiantes. También ayer, en Yemen, en la provincia de Al Bayeda, un coche- bomba estalló al paso de un autobús escolar y mató a al menos 15 niñas.
Según la ONU, alrededor de 230 millones de niños habitan en países golpeados por conflictos religiosos.
Este año ha dejado un impacto devastador en la niñez en muchos países del mundo.
Tan sólo en Gaza los 51 días de bombardeos e incursiones israelíes provocaron la muerte de casi 520 niños palestinos; esto sin contar a los miles de niños que fueron reclutados para ser utilizados en zona de combate o como tráfico de menores. Pero también muchos jóvenes y niños judíos han sido secuestrados y asesinados por grupos como Hamas.
En México, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), del 2006 al 2014 casi dos mil niños han sido asesinados o mutilados. Muchos menores han sido reclutados por el crimen organizado.
Ojalá en 2015 se le dé prioridad a la tarea de disminuir la terrible y extrema violencia que viven los menores en todo el mundo. No se puede permitir que se siga dando.
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