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“Mi gente no son los ortodoxos, sino los mexicanos en general”: Un Café con Antonio Chedraoui Tannous

El arzobispo de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía para México, Venezuela, Centroamérica y el Caribe, Antonio Chedraoui Tannous, originario del Líbano, llegó al país en 1966. Y aunque fue bien acogido, debieron pasar más de 30 años para que pudiera naturalizarse, debido a las dificultades que entrañaba entonces ser clérigo en una nación que se esforzaba por mostrar su laicidad. En esta charla comparte cómo comenzó a forjar amistades con personalidades del mundo empresarial y político, y plantea que las iglesias deben tener más libertad.

Bibiana Belsasso: Platíqueme cómo fueros sus primeros años en Líbano.

Antonio Chedraoui Tannous: Nací y me crié en Líbano, hice mis estudios en Grecia, primero en Corinto para aprender el idioma, después en la Universidad de Atenas.

Belsasso: Pero, vámonos un poco antes. Me dicen que era un niño consentido por su madre, quien lo apapachaba, lo consentía y no dejaba que nadie más le diera de comer más que ella. ¿Cómo fueron esos años?

Chedraoui Tannous: Es la verdad, mi mamá me quería mucho y me consentía, yo comía una o dos veces. No comía de todo y eso creo que me sirvió mucho para el futuro. Y ahora me acuerdo más de aquellos días del seminario, cuando empezaba a comer de todo, fui un niño travieso.

Belsasso: ¿Qué travesuras hacía?

Chedraoui Tannous: Era muy travieso.

Belsasso: ¿Como qué… a ver?

Chedraoui Tannous: Jugaba, brincaba, molestaba a mis amigos, pero después empecé analizar eso, creo que los niños traviesos salen inteligentes.

Belsasso: ¿Y a los cuántos años decide que quiere entrar a una vida espiritual?

Chedraoui Tannous: Entré al seminario a los 13 años.

Belsasso: ¿Se sabe ya a los 13 años que se quiere estar en el seminario, o cree usted que estaba muy chico?

Chedraoui Tannous: Entré cuando ya iba a hacer el segundo año o tercero de preparatoria y pensaba: ‘Si me gusta sigo, si no me gusta me retiro’. Pero la verdad me ha gustado, porque después noté que soy una persona a la que le gusta ayudar, estar en la sociedad, trabajar en la sociedad, hacer algo. Hubo algunos que me empujaron a esta decisión como un médico amigo de la familia, quien me decía: ‘Quiero que sigas, veo un gran futuro para ti. Ojalá que Dios me dé vida nada más para verte obispo y besarte la mano’.

Belsasso: Ahí estaban jugando un juego donde él decía que era Nostradamus y podía visualizarlo, ¿no?

Chedraoui Tannous: Mi mamá era muy religiosa y mi papá igual. Mi mamá los domingos no guisaba, el guisado lo hacía el sábado, el domingo todos ibamos a misa y después comíamos lo recalentado.

Belsasso: Y llega a México en los 60, en una época en que se llevaba cabalmente el tema del Estado laico, no lo quieren dejar entrar como obispo, le decían que entrara al país legalmente como profesor y usted decía: ¡Tengo que entrar como obispo!

Chedraoui Tannous: Sufrí para entrar al país porque era una nación con una política aparentemente antirreligiosa.En la Embajada en aquel entonces me dijeron: ‘Si usted entra como profesor, de inmediato le damos la visa, pero como obispo, no’. Y les respondí: ‘Yo no entro, sino como obispo’.

Belsasso: Pero, finalmente quien lo ayuda es el consuegro del presidente.

Chedraoui Tannous: Esperé cuatro meses o cinco meses, hasta que el yerno del presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien era de la comunidad; el difunto Salim Nasta, terminó interviniendo con su papá y me sacaron la visa, entré como obispo; lo chistoso fue que después de seis años me presenté para adquirir la nacionalidad y me tocó un director que me dijo: ‘Usted no puede tener la nacionalidad porque es obispo, si fuera profesor o lo que sea, hubiera tramitado la nacionalidad’. Le dije: ‘Tiene toda la razón’.

Belsasso: Hasta los noventa acaban dándole la ciudadanía.

Chedraoui Tannous: En el 94, en tiempos del licenciado Carlos Salinas de Gortari, me mandó decir: ‘Ya tiene que ser mexicano’. Para la naturalización, el mismo director que me rechazó en el 72, me tocó en el 94. Y me dijo: ‘¿Cómo, yo lo rechacé y ahora le voy a dar la naturalización?”. Pero su ayudante le dijo: ‘O firmas o te vas a tu casa, la orden viene de arriba’.

Belsasso: ¡Ya era un decreto presidencial! Llega y finalmente es la misma religión, la Católica Apostólica y Romana, y la Ortodoxa, porque vienen de las mismas bases, pero aquí en México, la que predominaba y predomina es la Católica Apostólica y Romana. ¿Cuáles son las diferencias entre las dos Iglesias?

Chedraoui Tannous: Las dos Iglesias, la Romana y la Ortodoxa, son instituciones hermanas, tenemos una tradición de mil 54 años y todos los Santos durante esos años los tenemos en común. Ahora, hay un dicho que dice que cuando entra la política a una casa, la destruye. Inició la política, Occidente quería dominar al Oriente porque éste estaba debilitándose. En el Oriente se hicieron todas las doctrinas, los concilios ecuménicos y la desgracia más grande fue cuando declararon el cristianismo como religión oficial del gobierno, se metían los emperadores; una vez que estaban a favor de los herejes, perseguían a los de la fe correcta y una vez que estaba por el otro lado, también hacía lo mismo.

Por eso había siempre una guerra interna dentro de la Iglesia a causa de eso, ya no era aquella Iglesia limpia de los ecuménicos, se metía en la política. Yo te doy mi opinión, los privilegios son lo peor para una Iglesia y eso causó la Revolución Mexicana, la Revolución Rusa, muchas cosas del mundo, hubo persecución de las Iglesias.

Ahora esa política que ya terminó, llegó a la separación de las dos Iglesias, la cosa es que una quería dominar a la otra, la del Oriente se debilitó, se fortaleció la de Occidente y ya quería dominar al Oriente. Hubo un choque que empezó en 865 con el patriarca de Constantinopla San Focio; después en 1053, era el patriarca de Estambul, Miguel Cerulario (Mikhail Kiroularios), ahí se dio esa separación.

El Oriente nunca quiso estar bajo las órdenes del Occidente, bajo su dominio, esa política influyó y llegamos al cisma; empezaron después a salir unas doctrinas de aquí, en especial muchas del Occidente que el Oriente rechazaba. Llegó el momento de declarar a Roma como la primera Iglesia, algo que la Ortodoxa no aceptó. Después llegó la Infalibilidad Papal, después muchas como la Inmaculada Concepción de la Virgen y todo eso el Oriente no lo aceptó.

Todo eso causa política, porque si vamos a ir a la primacía, creo en la primera Iglesia debe ser la de Jerusalén porque fue fundada por Jesucristo; y en segundo lugar, la de Antioquía, la Iglesia que yo represento, porque a los apóstoles se les llamó cristianos por primera vez ahí, ahora, la última Iglesia que fue fundada fue la de Roma y la de Estambul, ahí en Constantinopla, la construyó Constantino en el siglo IV. Como la primera capital del mundo era Roma, obtuvo el primer lugar, después la segunda capital era Constantinopla, después Alejandría, luego Antioquía, hasta el último se quedó la Iglesia de Jerusalén, que Jesucristo fundó con su sangre.

Belsasso: Usted, cuando llega a México en los 60, había ortodoxos aquí, pero no tenían una Iglesia como tal y se empiezan a mezclar y entran a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, ¿cómo funda usted y cómo empieza a recuperar la Iglesia Ortodoxa?

Chedraoui Tannous: Nosotros teníamos una iglesia cuando yo llegué, que era la Catedral de San Jorge, la cual está en colonia Roma, en la calle de Tuxpan 30, la cual fue construida en 1944. Llegué a México en 1966 y la comunidad ortodoxa fue la primera que empezó la construcción de su templo y después de su centro cultural. Cuando nosotros construimos, nadie lo había hecho. Antes nos regalaron una iglesia que está donde se ubicaba antes la Policía y Tránsito, pegada a 20 de Noviembre, la arreglamos y todo, después llegó la Iglesia Romana, había mucho fanatismo y nos la quitaron. Construimos la iglesia de Tuxpan.

Belsasso: Arzobispo, usted llega a México, conocía a los Nasta, pero tenía pocos contactos, hoy es un hombre influyentísimo.

Chedraoui Tannous: No tanto.

Belsasso: Influyentísimo, arzobispo. ¿Cómo le hace para empezar a labrarse esta vida?, me dice que cuando entra la política a la casa, las casas se destruyen, pero también la Iglesia es política y usted está metido en la política, ¿cómo se mete a este mundo?

Chedraoui Tannous: Soy un hombre amigableme gusta la amistad, solo no puedo vivir; llegué aquí y no conocía a nadie, empecé a conocer poco a poco, a juntar amistades. Soy amigo de a de veras y lo que siento lo digo de frente, no atrás, por ejemplo, una vez, escribí un artículo en un libro que sacó Gobernación sobre la situación antes de la apertura, bajo el título: Verdad o hipocresía, porque antes de la apertura vivíamos en una hipocresía, por un lado decían, no reconocemos a la Iglesia, pero debajo del agua, todos tenían relaciones con la Iglesia, doy el ejemplo del difunto presidente Díaz Ordaz, quien llevó a su hija a la puerta de la iglesia.

Belsasso: ¡El día de la boda y él no entró!

Chedraoui Tannous: Él no entró, pero cuando nació Mauricio, el primer nieto, llamó al nuncio Apostólico a bautizarlo. Vino el Papa Juan Pablo II, fue el presidente al aeropuerto a recibirlo, dijo, lo voy a recibir como jefe de Estado no como jerarca, nosotros fuimos con sotanas, pero vino el nuncio y dijo: ‘Por favor, quítense todo, no queremos nada que muestre que ustedes son clérigos. Nos lo quitamos’.

Belsasso: Es una falsa moral, ¿por qué tengo que esconder quién soy?

Chedraoui Tannous: Ésa es la hipocresía, vino el presidente saludó al Papa, le dijo: ‘Usted está en su casa, lo dejo en las manos de la Jerarquía’, y se retiró, pero estaba el aeropuerto (el hangar) rodeado de monjas, alumnos, que empezaron a gritar: ¡México católico! Esta fue la despedida.

Belsasso: ¿De qué presidente estamos hablando?

Chedraoui Tannous: De José López Portillo y después, el mismo presidente, invitó al papa a Los Pinos a celebrar una misa para su madre, ¡ésa es la hipocresía! Después hubo la apertura, qué bueno que la hubo, pero fue muy limitada. Estoy en contra que el clero sea elegido para puestos políticos, tengo un mando para toda la vida:por qué voy a cambiarlo por uno de tres o de seis años, pero no dieron eso, ni tampoco la libertad a las iglesias al menos que trabajen, si no tenemos dinero y si tratamos de hacer algo para tener una entrada para mantenernos o poder hacer una obra, no, ése es lucro, ¿cómo uno puede trabajar sin tener dinero, sin tener una entrada?, ¡no se puede!

Yo ando luchando, ando pidiendo donaciones a fulano a mengano de la comunidad y de fuera, nunca puedo olvidar una vez que me invitó don Roberto González Barrera, que en paz descanse, a una comida, yo andaba construyendo la Catedral de San Pedro y San Pablo que está en Bosque Real.

Belsasso: Que quedó hermosa, ¿no?

Chedraoui Tannous: Hermosísima

Belsasso: ¿Por qué el Ángel de la Independencia?, ¿para representar México?

Chedraoui Tannous: Así es. Regresando a lo de Roberto González, en la comida estaba el cardenal, estaba don Olegario Vázquez Raña, también su hijo, me levanté y dije me voy a la obra a ver cómo están trabajando. Él me dijo: ‘Está bien, estás haciendo una obra, ¿no necesitas dinero? En este momento ya te tengo diez millones de pesos’. Le dije muchas gracias y también donó al cardenal otros diez millones. Construimos la iglesia. Sin dinero ¿cómo puedo construir iglesias?, ¿cómo puedo construir casas de retiro?, ¿cómo podemos hacer esas obras que nos sirven? Nos dicen hagan escuelas, ¿cómo voy a hacerlas?, ¿con qué?, por eso, que suelten un poco a las iglesias, que les den libertad, estamos pagando impuestos. Yo la verdad, ni un año he debido ni diez centavos, pago todo y muchas veces hasta me regresan dinero, pero tenemos que aplicar la Ley, tenemos que trabajar y tener la libertad de tener una entrada para poder trabajar. Muchas veces me llega gente pobre, ¿cómo la voy a ayudar?

Belsasso: Hablando de la gente muy necesitada, usted también es arzobispo, por ejemplo, estamos viendo una situación crítica con Venezuela, mucho más crítica que la que vemos aquí en México.

Chedraoui Tannous: Desgraciadamente en Venezuela el problema no es de ahora, llevo casi 50 años visitando ese país, desgraciadamente la corrupción fue inmensa, llegó ahora este régimen pero también está bloqueado por todas partes y no enseñamos al pueblo a trabajar. Imagínese un país con una superficie de millón de kilómetros cuadrados, cuando yo llegué tenían 18 millones de habitantes y hasta el jitomate lo importaban de afuera, ¡ah, tenemos petróleo, no nos importa!, no sembraban, no trabajaban el campo, no hacían nada. Y ahora, se van a comprar comida, medicina pero para revenderla, no para comerla. ¡Pueden tener una fortuna, aparte del petróleo! no nada más el petróleo y el error más grande es cuando basamos toda nuestra política sobre el petróleo, hay campo, por qué no lo movemos. Éste es el error que está cometiendo hoy el gobierno de Venezuela.

Belsasso: Y, bueno, finalmente también lo que tenemos que hacer aquí en México, porque vemos los precios del petróleo ¡hasta el suelo! Pero, vamos a otro país que usted también conoce muy bien, Siria, que a mí me tiene muy preocupada, a mí y a todo el mundo.

Chedraoui Tannous: Mira, he visitado los países, por ejemplo, Grecia, ¿cuánto debe Grecia?, si comparamos la deuda griega con las otras deudas, ¡no es nada! Grecia tiene muchas entradas, tiene el turismo, nunca he visto miseria, hay gente pobre pero vive decentemente. En Líbano no hay miseria, el lugar ya tuvo unas guerras civiles, ni Estados Unidos podría aguantar estas guerras y con todo eso su economía es estable, la moneda también, desde 1989 hasta ahora el dólar vale mil 500 libras, no se movió para nada y los bancos están ganando. El banco que salió primero ganó, en seis meses, 202 mdp limpios y ese país ahora tiene la amenaza de Siria o de los países que están alrededor, amenazas de estos terroristas que están en todo el mundo. Tenemos deuda pero se maneja como debe de ser.

Belsasso: Vamos a dejar el mundo y vamos a hablar de su mundo arzobispo. Platíqueme anécdotas, porque me imagino que debe de tener miles de historias de usted con personajes del poder.

Chedraoui Tannous: He tenido muchos contactos y hay muchos de los políticos que he tratado y dirigentes, aquí y afuera.

Belsasso: ¿Quién le ha impresionado?

Chedraoui Tannous: Admiraba mucho a Díaz Ordaz, era un hombre de decisión, de palabra, que sabía tomar la responsabilidad. Nos veíamos de vez en cuando, aunque en secreto, a causa del parentesco con mi paisano Salim, que en paz descanse.

Belsasso: ¿Le tocó vivir cercano a él, el Movimiento del 68?

Chedraoui Tannous: Me acuerdo cuando hablaba del 68, en 1970, salió el señor y dijo: ‘Yo soy el responsable, nadie más’. Y tomó su decisión. Yo no alcancé cuando fue presidente Adolfo López Mateos, pero oí de amigos míos; había una familia Aboumrad, que tenía el Banco Aboumrad, vivía en la calle Hipólito Taine, en Polanco, la señora grande, que en paz descanse me dijo: ‘Yo siempre tenía en mi refrigerador hojas de parra y kepe porque le gustaban mucho al presidente y no sabía en qué momento él entraba a la cocina preguntando ¿Tienen kepe? ¿Tienen hojas de parra?, ese señor no tiene miedo de nada’.

Belsasso: ¿Y de los políticos actuales?

Chedraoui Tannous: He tenido muchas relaciones, empezando con Salinas de Gortari, también Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y el presidente actual con quien llevo una amistad muy estrecha y me siento muy orgulloso de ser su amigo.

El señor piensa en el país aunque algunos dudan, pero créame, no es cierto, él lucha; pero, si todo el mundo hoy vive una situación anormal, si está volteado, no sabemos qué hacer. Europa está en crisis, Rusia, China, todo el mundo, aparte de las guerras que causaron también las fuerzas grandes, ¿qué puede hacer México?

Luchan en sus posibilidades limitadas, a mí me gusta culpar, a usted le gusta, a todo el mundo, pero debemos también mirar hacia la realidad. En estos momentos difíciles se cometen errores porque andamos buscando la salida, puede ser que un camino esté tapado, que uno esté abierto; no hay un país en el mundo que esté tranquilo.

Esperemos que todos juntos tratemos de levantar a México, no echando la culpa ni a uno ni a otro, yo creo que dijo una frase muy sabia el expresidente José López Portillo: ‘Todos somos los culpables y todos somos la corrupción’, cuando sentimos así, todos podemos enfrentarla juntos y llevar a México a donde debe estar. México no es para estar con esta crisis, es el país de la vida, fue creado para la vida y va a seguir viviendo y subiendo con su pueblo.

Belsasso: Arzobispo, ¿cuál ha sido el día más feliz de su vida?

Chedraoui Tannous: Mi cumpleaños junto a todos mis amigos alrededor mío, ese día. Créame, ni como, ni bebo, ni nada, me siento muy feliz y muy alegre.

Belsasso: Hay que festejar la vida, ¿verdad? ¿Y el día más triste?

Chedraoui Tannous: Cuando supe que mi madre estaba enferma, fui y estuve con ella seis meses. Luego, cuando me dijo el doctor, no puede estar usted esperando y esperando, la dejé y regresé, a los quince días me hablaron para avisarme que falleció.

Belsasso: Eso es tristísimo.

Chedraoui Tannous: Eso lo sentí, me dolió muchísimo.

Belsasso: Tiene también una parte muy feliz, platican que usted tiene una cocinera de toda la vida, Socorro, que llegó a trabajar con usted cuando tenía un bebé de cuatro meses y este bebé ha sido su ahijado, ha trabajado con usted y hoy tiene tres hijos que son prácticamente sus nietos.

Chedraoui Tannous: Ella tiene un hijo, quien se casó después de que lo mandé a la Universidad y está trabajando como ingeniero en electrónica, pero también tiene sus grúas para tomar fotos en fiestas grandes; tiene tres niños muy educados, muy alegres, los quiero mucho, porque a un niño no es nada más de traerlo a la vida, es criarlo, educarlo. El momento más feliz de mi vida es cuando entran los niños y me dan el beso, y cuando se van, vienen y me dan la bendición, me persignan, me dan beso.

Belsasso: Y ahí es cuando te das cuenta de que si le das la oportunidad a una persona, puede llegar a hacer cosas muy importantes en la vida, ¿no?

Chedraoui Tannous: Sí puede ser. Uno de estos niños, el mediano, es muy inteligente, desde que entró a la escuela, del kínder hasta ahora, su calificación no bajó de 10. Me dice: ‘Padrino, yo quiero ser famoso como usted’. Yo soy el padrino de los tres.

Belsasso: A ver, compléteme esta frase, el arzobispo Antonio Chedraoui es…

Chedraoui Tannous: Un servidor para mi gente. Mi gente no son los ortodoxos, son los mexicanos en general, esta puerta por la que entró estaba abierta, la única casa en México que tiene las puertas abiertas es ésta, a la hora que vengan, los teléfonos contestan las 24 horas, he recibido llamadas a cualquier hora y de amenaza también, también a nosotros nos alcanza la inseguridad.