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“Mi abuelo fue colaborador de Villa y un fotógrafo muy importante”

Su familia acaba de donar las imágenes de su abuelo al acervo de la UNAM; son parte importante de la historia del país, detalla.

 

Erick Drickersen, agregado del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en México, nació en esta ciudad; sin embargo, en su juventud tuvo que renunciar a la nacionalidad mexicana para poder estudiar en Estados Unidos. Orgulloso de sus raíces familiares recuerda con gran respeto a su abuelo, quien fue colaborador de Pancho Villa y miembro de las Fuerzas Armadas.

Me da muchísimo gusto hacer esta entrevista Muy Personal con el agregado del FBI en México. La historia de Erick es una de éxito bicultural.

BB: Erick, tienes un abuelo que fue colaborador de Pancho Villa, un abuelo mexicano.

ED: Sí, mi abuelo, además de ser colaborador de Pancho Villa, fue policía aquí en México, estuvo con las Fuerzas Armadas y fue un fotógrafo muy importante en la historia de México.

BB: El abuelo debió haber tenido mil anécdotas, ¿qué te platicaba?

ED: Pues yo no llegué a conocerlo mucho, ya que yo estaba muy chiquito, pero mi familia me cuenta que siempre llegaba con un uniforme impecable, muy orgulloso no sólo de ser militar, sino también de estar con las fuerzas policiacas.

BB: Trabajó muchísimo con la policía, la documentó y tu familia donó sus imágenes al acervo fotográfico de la UNAM.

ED: Sí, como lo vemos en la familia, pertenecen a México, ya que documentan mucho de las fuerzas policiacas, no sólo sobre la política, sino también la vida cotidiana. La UNAM ha documentado mucho sobre mi abuelo, su participación con la Revolución y su trabajo de policía, pero el documento más importante fue su lente de cámara.

BB: Y tú estás muy orgulloso de la familia porque en tu oficina están las fotos del abuelo…

ED: Pues el orgullo que tengo es que yo nací aquí, en esta ciudad. Entonces, cuando yo cumplí 18 años, en aquellos tiempos no se observaba la doble nacionalidad, yo tuve que entrar en este mismo edificio, en la embajada, básicamente a renunciar a mi nacionalidad mexicana para ir a estudiar a Estados Unidos, así que estar aquí tantos años después como agregado del FBI es un tremendo orgullo.

BB: Por otra parte, tu papá participó en la Segunda Guerra Mundial con Canadá.

ED: Sí, mi padre nació en Nueva York, hijo de migrantes, el padre de mi padre emigró de Turquía y su madre de Inglaterra, así que mi padre al cumplir los 17 años fue a pelear con Canadá en la Segunda Guerra Mundial, antes de que se incorporara Estados Unidos a la guerra.

BB: El hermano de tu papá llega a México y dicen que le habló a tu papá y le dijo: “conocí a la mexicana más hermosa que he visto, vente a México a conocerla”, y así es como se encuentran tus padres.

ED: Mi tío viene a México a dar clases de inglés, conoce a esta mujer, mi madre, una mujer bellísima; entonces mi tío le escribe a mi papá y le dice: “tienes que venir a México, tienes que conocer a Hortensia”, mi mamá se llamaba Hortensia Cortés Celorio, y mi padre conoce a mi mamá y se enamoran.

BB: Y se casa con la mexicana y se la lleva a vivir a Alaska…

ED: Sí, imagínate, mi mamá siendo de una ciudad grandísima, de una cultura muy rica, y se va a vivir a Alaska porque mi papá trabajaba en oleoducto del norte.

BB: Y fallece tu abuela y le hereda una casa aquí, en México, y es justo cuando tú estás en la preparatoria y vienes a estudiar a México.

ED: Sí, yo tenía 13 años. Llego a México, no hablaba mucho español, y me meten a la secundaria y pues es adaptarse, pero tardo poquito para encontrar mis raíces.

BB: Y, ¿cuándo es que llegas a Los Ángeles?

ED: Bueno, regresamos a Alaska, tomamos el carro, y empezamos a manejar al sur, llegamos a California y encontramos una casa en la ciudad de Ventura…

BB: Llegas a Los Ángeles y para poder pagar tus estudios entras a trabajar de doble en Hollywood.

ED: Sí, empecé trabajando en una empresa de la nave espacial Space Shuttle y me dediqué a eso un tiempo, salgo de ahí y de coincidencia conozco a un señor, porque en ese tiempo volaba globos aerostáticos, y me dice: “Necesito ese globo en mi película, ¿te interesa ser doble de cine?”.

BB: Y ahí es donde te ve alguien del FBI y te pide que empieces a trabajar con ellos…

ED: Efectivamente, estaba volando globos en una película y se me acerca un señor y me dice: “¿Me puedes apoyar con volar en esta área?”, y lo hice, luego me dijo: “¿Te interesa ir a trabajar en lo que yo trabajo?” y me ofrece una tarjeta, llené la solicitud de trabajo y en poco tiempo estoy en la academia del FBI cambiando el curso de mi vida.

BB: ¿Cómo es la escuela del FBI?

ED: Bueno, ingreso al FBI y cuando veo alrededor…, somos pocos los hispanos y aún menos mexicanos, y soy el único en mi salón que habla español y desde el momento en que toqué pie en la academia sentí que era donde yo debía estar.

BB: Y se dan cuenta de que hablas muy bien español y empiezas a colaborar en asuntos con América Latina.

ED: Desde el momento en que salí de la academia me envían otra vez a Los Ángeles y empecé a trabajar con la comunidad hispana en casos de crimen organizado y secuestro.

BB: La agencia del FBI tiene 109 años, pero en México tiene 78 años colaborando, es muy importante la relación entre México y Estados Unidos.

ED: Pues cuando Hoover tiene la visión de que el crimen está más allá de nuestras fronteras, reconoce eso en 1940, y abren la primera oficina aquí en México. A su vez reconoce que necesita asistencia del público para poder encontrar a los prófugos más importantes e inició un programa que en aquellos tiempos se llamaba Public Enemy Number 1 y luego se convierte en los Top Ten. En México hemos encontrado a 20 de los más buscados del FBI, más que todos los demás países en combinación.

BB: ¿Cómo se hace una investigación?, ¿cómo de repente descubres que está uno de los hombres más buscados de Estados Unidos aquí en México? Porque debe ser fácil que se puedan esconder.

ED: Pues es fácil, pero lo bonito de esto es que de cierta manera la frontera no nos impide la colaboración, tenemos la habilidad de pasar la inteligencia, de pasar la información y, efectivamente, manejar casos de alto impacto a los dos países.

BB: ¿Y las agencias mexicanas tienen agregados en los Estados Unidos?

ED: Claro, tengo mis homólogos que trabajan en la embajada y consulados de allá.

BB: México te encanta, ¿verdad?, me estás diciendo que ya te tienes que ir pero que te quieres retirar en México.

ED: Me encanta. La cultura, la comida…; he viajado en muchos países y éste es un tesoro.

BB: ¿Dónde te ves ahora? Ya has sido de SWAT, agente encubierto, te vas ahora a San Diego, ¿qué vas a hacer allá?

ED: Pues voy a seguir como enlace con México y termina mi carrera, espero, en San Diego.

BB: ¿Qué es lo que más vas a extrañar de trabajar en la agencia?

ED: Extrañamos a nuestros amigos, con los que trabajamos. El FBI es una organización, pero lo que hace el FBI son los individuos, son los que realmente dedicamos día a día a la seguridad.

BB: Bueno, eres un hombre muy apasionado con todo lo que hace, ¿dónde te ves terminando este trabajo tan importante que has tenido?

ED: Mi objetivo es dar un poco a ambos países, y tengo más de tres años aquí y creo que hemos hecho una buena colaboración y si podemos incrementar la seguridad de ambos países, aunque sea un poco por nuestra colaboración, eso es el premio mayor para mí.

BB: ¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida?

ED: Han sido muchos, yo creo que celebrar los 80 años con mi mamá, toda la familia nos reunimos, nos fuimos a Rosarito, alquilamos una casa en la playa y el simple hecho de ver a mi mamá contenta con toda la familia ahí, no hay cómo superar eso.

BB: Invaluable, la verdad. ¿El más triste?

ED: Fue hace poco, cuando fallece mi madre.

BB: A ver, complétame esta frase, Erick Drickersen es…

ED: Es un aventurero.

BB: Muchísimas gracias.

ED: A ti.

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