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Las esposas suman, los maridos restan

Lo hemos visto en un sinfín de ejemplos, la gran mayoría de los hombres aprovechan el tener a una mujer a su lado para hacer campaña. Las mujeres candidatas difícilmente se apoyan en su pareja.

 

En Francia hoy Emmanuel Macron, quien tiene amplísimas posibilidades de convertirse en el presidente más joven de su país a sus 39 años. Su estratega y quien está tras del trono es su esposa Brigitte Trogneux, 24 años mayor que él.

Macron la conoció en los años 90 cuando ella era su maestra en un colegio de jesuitas. La pareja contrajo matrimonio en 2007.

Emmanuel inició una exitosa carrera como banquero, luego ingresó a la política, en la que experimentó un ascenso meteórico, aunque el propio Macron es consciente del papel fundamental de Trogneux en todo ello: “Le debo mucho, ella me ayudó a convertirme en quien soy”, ha dicho.

La presencia e influencia de ella sobre Macron inició desde que acompañaba a su marido en las reuniones siendo ministro de Economía del Ejecutivo de Manuel Valls, bajo la presidencia de Hollande. Ya en la campaña, no se ha separado de él durante los mítines y le ha ayudado a vender la imagen de modernidad, reforma e inconformismo que ha querido ofrecer el candidato independiente, apoyado por el sector empresarial.

Su contrincante para ganar la presidencia en la segunda vuelta electoral es Marine Le Pen, cuyo novio, Louise Aliot desde el 2000 es vicepresidente del Frente Nacional en Francia.

Louise sólo ha participado en un acto público en la campaña de Le Pen, y ha tratado de alejarse políticamente de ella para continuar con sus aspiraciones locales.

En la pasada elección presidencial, Angélica Rivera jugó un papel fundamental en la campaña de Enrique Peña. Hacía videos en donde le seguía los pasos a su marido para mostrarle al electorado cómo trabajaba y vivía el actual Presidente de México.

En el caso de Josefina Vázquez Mota, la candidata panista, no recibió apoyo de su marido en esa campaña, de 2012, es más, atravesó por momentos complicados personales.

Ahora, en la fase definitiva de las campañas en pos de tres gubernaturas: Estado de México, Nayarit y Coahuila, tenemos un escenario muy similar en lo que a las parejas se refiere.

Josefina, como una enseñanza de lo que vivió en la elección presidencial, ha optado por no presentar a su familia.

Alfredo del Mazo, candidato del PRI al Edomex, contrajo matrimonio con Fernanda Castillo Cuevas en 2014, y siempre que puede comenta que vive un momento especial con su esposa. Ella lo acompaña a muchos actos de campaña.

Del Mazo sí aprovechó la situación con su esposa para ganar empatía, mientras que las candidatas no se han valido de la figura de una pareja.

En Nayarit, el candidato del PRI a la gubernatura, Manuel Humberto Cota, ha contado con el apoyo de su esposa, Amparo Vélez, quien incluso realiza actos de campaña en su apoyo.

Mientras que el candidato de la alianza del PAN-PRD, Antonio Echevarría García, igualmente ha resaltado su ámbito familiar. En su página web menciona: “Estoy casado con María Luisa Aguirre y soy papá de dos hermosos hijos, Luisa y Antonio”.

Respecto a Coahuila, el candidato del PRI, Miguel Ángel Riquelme, desde que era alcalde de Torreón, ha contado con la presencia de su esposa, Marcela Gorgón, en actos de gobierno y actualmente de campaña.

Un caso similar es el de Guillermo Anaya Llamas, abanderado del PAN, quien ha contado con el apoyo presencial de su esposa, Maité Aguirre.

En el caso del PRD, que tiene una mujer candidata, Mary Telma Guajardo, no ha hecho referencia a una pareja sentimental formal.

Está el caso también de Margarita Zavala, precandidata a la Presidencia para el 2018, quien tiene el apoyo de su marido el expresidente Calderón, pero éste casi nunca la acompaña a eventos de campaña, pero sí ha sido atacada por sus contrarios por ser la esposa de Felipe Calderón.

Y es verdad, en las campañas electorales, las esposas suman y los maridos restan.

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