La historia de Auschwitz se repite
La historia es cíclica, los intentos de exterminio de personas, razas o religiones distintas, han provocado terribles masacres a lo largo del tiempo.
Esta semana se conmemoraron 70 años de la liberación, por parte de las tropas soviéticas, de las pocas personas que quedaban con vida en el campo de concentración de Auschwitz que estuvo en operación de mayo de 1940 al 27 de enero de 1945.
Por ese horror pasaron 1.3 millones de personas deportadas, de las que únicamente sobrevivieron 200 mil. Un millón de presos era judío y procedía de casi todos los países de Europa; 450 mil de ellos eran húngaros.
Sólo en Auschwitz los nazis mataron a unas seiscientas personas al día, veinticuatro por hora, una cada 144 segundos. Decían que había que acabar con “las razas inferiores”.
Otros intentos de exterminio racial ya habían ocurrido en el pasado. Antes de Hitler, por ejemplo, entre 1904 y 1908, estuvo en operación el campo de Shark Island, considerado el primer campo de exterminio en el mundo, donde fueron asesinadas más de tres mil personas. Éste perteneció al imperio alemán y fue utilizado durante el genocidio herero y namaqua en Namibia.
En 1962, al acceder Burundi a la independencia, los jefes y cabecillas hutus fueron exterminados por los tutsis. En Ruanda, al contrario, fueron los hutus los que masacraron a los tutsis, un genocidio perpetrado en 1994 que cobró la vida de más de un millón de personas.
No podemos olvidar la terrible guerra que se vivió en uno de los lugares más paradisiacos del mundo, Camboya, muy cerca de Tailandia. Ahí, entre 1975 y 1979, Pol Pot dirigió un genocidio sistemático y meticuloso. Buscaba acabar con los camboyanos urbanos para construir una sociedad utópica y rural. A tres millones les quitaron la vida.
No hace mucho, en 1992, se dio el genocidio de Bosnia–Herzegovina. Un conflicto entre tres grupos: serbios, croatas y musulmanes. Murieron más de 200 mil personas.
Más de 10 mil muertos dejó, sólo en el 2014, el grupo islamista activo Boko Haram, que opera en Nigeria, cuyo nombre se traduce como “la educación occidental es pecado”.
En la actualidad tenemos también el exterminio de minorías iraquíes por el Estado Islámico. En Sinjar, kurdos de la minoría yazidí están siendo masacrados por el Estado Islámico de Irak y el Levante, si se niegan a convertirse al Islam.
Dicen que la historia se tiene que conocer para que no se repita, por eso no podemos olvidar Auschwitz. Ésa es la razón por la cual hoy en día muchos museos exhiben las atrocidades cometidas en ese lugar (les recomiendo el Museo de Memoria y Tolerancia en el Distrito Federal).
Lo cierto es que estamos viendo que las masacres y los genocidios se siguen repitiendo en pleno 2015. La historia de Auschwitz, 70 años después, no se debe olvidar.
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