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La guerra de Yunes y Herrera

Alarmados nos tienen las declaraciones del gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, al asegurar que durante las administraciones de Javier Duarte y de Fidel Herrera, se aplicaron medicamentos falsos en niños con cáncer y pruebas apócrifas de VIH a mujeres embarazadas.

Apenas esta semana, también dijo que Fidel Herrera y Javier Duarte crearon empresas exprofeso para comprar mil 800 millones de pesos en medicamentos.

Herrera dejó el consulado de Barcelona para, como dice él, defenderse de esas acusaciones.

Lo cierto es que Miguel Ángel Yunes no ha proporcionado pruebas de sus declaraciones, a pesar de que se le han solicitado formalmente. El secretario de Salud, el doctor José Narro, por cierto el único confiable en este asunto, ha dicho que se han revisado cerca de mil 500 expedientes de tratamientos con cáncer en Veracruz, pero resaltó que tras las primeras investigaciones, tampoco se ha detectado afectación a la salud de los niños.

“Por ello se requerirá a las autoridades información de cómo se obtuvo el dato de que se inyectó agua destilada a los pequeños, a cuántos, a quiénes, quiénes lo hicieron y en dónde, porque no hemos encontrado ninguna evidencia al respecto”, señaló.

“Desde el momento en que conocimos de una denuncia hecha pública a través de los medios de comunicación por autoridades del estado de Veracruz, tomé de inmediato la decisión de que un grupo de colaboradores, precisamente de Cofepris, se desplazara al estado de Veracruz”, aseguró Narro.

Todo esto parece más un asunto personal. El pleito entre Fidel Herrera y Miguel Ángel Yunes tiene años. Después también se convirtió en una disputa entre Yunes y el delfín de Herrera, Javier Duarte.

La historia inició formalmente en julio de 2004, ahí Miguel Ángel, tras más de 30 años de militancia priista, renuncia al partido en medio de un proceso de expulsión por presuntos actos de deslealtad.

En esos días, Yunes peleaba ser candidato a la gubernatura del estado, pero le fue entregada a Fidel Herrera Beltrán, su antiguo compañero político, pues Yunes, un año antes, como dirigente del PRI estatal, perdió 103 municipios en las campañas municipales.

Cuando Herrera fue nombrado candidato del PRI, Yunes Linares lo acusó de lavado de dinero en su campaña.

En ese entonces, Yunes Linares se adhirió al PAN, aunque sólo como simpatizante, pues hizo oficial su militancia hasta 2008. Durante el gobierno de Vicente Fox es nombrado subsecretario de Seguridad Pública, secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y director del ISSSTE, ya con Felipe Calderón Hinojosa.

Ya como panista tardó menos de una década en conformar un grupo político que ahora tiene el control del panismo en Veracruz. Durante este periodo, su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, ganó la alcaldía de Boca del Río por primera vez, y su otro hijo, Fernando Yunes Márquez, hoy es senador de la República.

Durante la gubernatura de Fidel Herrera, Yunes lanzó una serie de acusaciones. Herrera se refería a Yunes como el “innombrable”, mientras que Yunes decía que Fidel era el “Z-1”, pues, según él, encabezaba a los grupos delictivos que operaban en la entidad.

En 2010, Javier Duarte era candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz, y Miguel Ángel Yunes por el PAN. Ahí ganó Duarte por un pequeño margen: apenas 84 mil 500 votos de diferencia.

Los ataques ente ellos nunca cesaron. En 2015, el PRI arrasó en las elecciones ganando la mayoría de los distritos federales. La primera acción que hicieron los legisladores del PRI, Panal, PVEM y Ave fue interponer una denuncia contra el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo de Yunes Linares, ante la Fiscalía General del estado, por enriquecimiento ilícito.

Los tres, Herrera, Duarte y Yunes Linares, distan mucho se ser santos. Todos han sido acusados de enriquecimiento ilícito y de muchas otras atrocidades. Los tres entre ellos tienen rencores políticos y personales desde hace años.

Esta guerra debería de pasar a un segundo plano para aclarar qué pasó realmente con esos niños con cáncer y esas mujeres a quienes se les realizaron pruebas falsas, si eso es verdad. Se tienen que localizar a los pacientes para poderles brindar tratamiento adecuado en caso de que lo requieran.

¿Se imagina usted tener como familiar o ser querido a uno de los niños que recibió tratamiento y no saber si era apócrifo o no? Esto es lo primero que se debe aclarar.

Después continuar la batalla por la elección del próximo año en el estado, donde se renovarán 212 ayuntamientos.

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