La gasolina enciende la frontera
Las movilizaciones en protesta por el alza de la gasolina en la zona fronteriza se han venido dando en los últimos años, pero ahora se han intensificado.
En días pasados se tomaron los cruces fronterizos de Tijuana y se permitió el acceso a nuestro país sin revisión. Las autoridades resguardaron las entradas a México y los manifestantes tuvieron que desplazarse, pero durante un largo tiempo el acceso a los vehículos, que ingresaron a nuestro país, fue libre.
Es gravísimo que se pueda permitir el libre acceso de una frontera. Por ahí entran la gran mayoría de armas que nutren al crimen organizado y millones de dólares de la venta de droga que se vende en Estados Unidos y que regresa a manos del narcotráfico mexicano, fortaleciéndolo aún más.
Los manifestantes tomaron el cruce fronterizo de la misma manera en que han tomado decenas de veces las carreteras federales, para permitir el tránsito.
En la frontera la crisis de la gasolina ha tenido un énfasis muy particular, ya que con el aumento de la gasolina en México, el costo en Estados Unidos es inferior.
Durante años y siendo nosotros un país petrolero, la gasolina siempre fue más barata.
Entre 1938 y 1969, el combustible fue más económico en México que en el vecino país del norte, salvo durante la etapa final de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, pero con diferencias menores.
En 1970, la gasolina costaba en México cinco centavos de dólar por litro, mientras que en EU valía 10 centavos.
Entre 1976 y 1989 el comportamiento de los precios fue distinto y comenzaron a darse periodos en que la gasolina era más cara en México, a pesar de que era la época de “abundancia petrolera”, según la clase política mexicana.
A partir de 1990 y hasta 2006, de manera sistemática, los precios fueron mayores en México.
Fue hasta 2007 cuando se revirtió la tendencia y la gasolina se volvió más barata en México que en EU, hasta finales del 2012.
En el presente sexenio bastaron dos años para ponerla nuevamente más cara en el país: en 2014 cerró 34% arriba respecto a EU y en 2015 terminó 32 por ciento más cara.
Para 2016 cerró alrededor de 9.9% más cara que en la Unión Americana, y el ajuste para 2017 será imprevisible, pues los precios tendrán variaciones diarias.
De acuerdo con el portal Global Petrol Prices, en Estados Unidos un litro de gasolina cuesta 13.81 pesos, mientras que en nuestro país, en enero de 2017 el precio irá de 15.99 a los 17.79, por lo que será 22% más cara en México que en Estados Unidos, y con la expectativa de que el precio volverá a subir en febrero.
Desde que los precios de la gasolina se dispararon en México, en Estados Unidos estaciones gasolineras viven un auge de ventas.
El diario estadounidense USA Today entrevistó a una serie de comerciantes de la frontera estadounidense que afirma que miles de mexicanos cruzan diariamente en busca de gasolina.
Esto es en la frontera norte. En la frontera sur, la gasolina también es más económica. Ahora después del gasolinazo muchos que viven en esa zona fronteriza están contrabandeando combustible desde Guatemala.
Apenas en el 2015, la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina alertó que el contrabando de gasolina de México a la nación centroamericana representaba una pérdida de 64 millones de dólares anuales por concepto de impuestos. Ahora este tema se ha revertido.
Indudablemente el subsidio a la gasolina en nuestro país se tenía que acabar. Pero al alto costo viene la altísima carga fiscal, el 43 por ciento. Sin duda un tema que se tiene que analizar.
Pero la toma de los cruces fronterizos no se debe permitir por ningún motivo, es vulnerar la seguridad de un país.
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