La controvertida Luz del Mundo
Ayer llegaron más de 150 mil personas a Guadalajara a los funerales del líder espiritual de la Iglesia La Luz del Mundo, Samuel Joaquín Flores, quien falleció a los 77 años de edad. Aún no se sabe quién será su sucesor, pero se cree que será uno de sus hijos.
Esta Iglesia ha sido una de las más controvertidas del país. Ha figurado en denuncias de todo tipo, desde importantes fraudes hasta explotación sexual, pasando por la explotación económica de sus fieles. También ha sido una de las que más han crecido en México y en otros países, sobre todo en Brasil.
Con casi 200 mil fieles, la mayoría en Jalisco, según el último censo de Inegi, ésta ha sido cuestionada porque exige obediencia absoluta a su líder, el ahora fallecido Samuel Joaquín, a quien se consideraba el único con capacidad de comunicarse con Dios.
La propia congregación se define como una organización cristiana con sede internacional en Guadalajara y está registrada ante la Secretaría de Gobernación con la clave S.G.A.R./7/93.1.
El 14 de agosto de cada año fieles de todo el mundo se trasladan a Guadalajara para reunirse en una jornada de oración llamada la Santa Convocación, y la fecha coincide con el cumpleaños de su fundador, Eusebio Joaquín González. El templo sede de esta Iglesia también se ubica en esa ciudad y tiene capacidad para 12 mil fieles.
A muchos de ellos cuando se les pregunta quién es Samuel Joaquín Flores responden que es quien les ha enseñado de manera espiritual el evangelio del señor Jesucristo y a vivir correctamente. Les ha enseñado a acatar las instrucciones de Dios, que, dicen, sólo él puede entender y transmitir.
Pero hay una realidad oculta: las decenas de denuncias que se dieron en contra de este hombre.
Ha habido denuncias formales. Incluso en 1992 la Secretaría de Gobernación inició una investigación secreta a esta agrupación con motivo de las palabras que expresara Flores durante la conmemoración de la Iglesia, por las cuales las autoridades estaban preocupadas de que se pudiera tratar de un intento de lograr un suicidio colectivo.
Aun con estas dudas, en ese entonces se le extendió el registro como asociación religiosa, tras definirse la personalidad jurídica de las iglesias.
Con la creencia de que los fieles deben obedecer a su máximo líder, muchos fieles trabajaban jornadas muy largas en empresas de la congregación y una parte del sueldo la recababa la Iglesia, que posee muchos bienes materiales.
Según la doctrina, las mujeres deben obedecer a los hombres y no pueden vestir escotadas. El pudor, según lo que se predica, es fundamental, pero la excepción se da cuando se refieren al “Varón de Dios”, como era conocido Samuel Joaquín Flores.
Quizá una de las más graves denuncias que han hecho varias jovencitas es que eran preparadas psicológicamente para complacer al líder, quien las obligaba a darle masajes eróticos, besarle los genitales y a bailarle en paños menores. Al final de la orgía, según los testimonios, Flores les decía: “Que Dios se los pague”.
Ha sido tal la manipulación que han sufrido fieles que, cuando estas jóvenes han denunciado lo sucedido, sus propios familiares han dudado de ellas y les han dejado de hablar, y expulsado de la congregación.
La pregunta es: ¿por qué no fue juzgado en vida Samuel Joaquín Flores? Quizás por sus fuertes relaciones políticas. Aún hay mucho qué decir en esta historia.
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