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La ayuda de Trump a Peña

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que el Presidente Peña Nieto parece estar “muy dispuesto” a aceptar su ayuda en la lucha contra los cárteles del narcotráfico, porque “el gobierno de México tiene problemas para controlarlo”.

 

En la entrevista para la cadena estadounidense Fox también señaló: “es un verdadero problema, los cárteles están operando en nuestro país envenenando a nuestra juventud”.

Y Trump tiene toda la razón, México necesita la ayuda de Estados Unidos para controlar los cárteles.

Podría empezar por regular la venta de armas en su territorio. Los propios funcionarios de Estados Unidos estiman que más del 90 por ciento de las armas decomisadas al narcotráfico en México fue adquirida en la anación del norte.

A esta cifra se ha llegado porque durante años se ha dado seguimiento a los decomisos de armas a narcotraficantes, y con los números de serie de rifles y pistolas se ha podido conocer su origen. Trump podría controlar la venta de armas en su país, pero no lo va a hacer por la poderosísima Asociación Nacional del Rifle, que lo apoya.

Otro tema central son los narcotraficantes. En los últimos 15 años muchos mexicanos han sido extraditados y juzgados en Estados Unidos, casi 100 de buen nivel. Hay desde los casos más conocidos, como los de Osiel Cárdenas Guillén o El Chapo Guzmán, hasta nombres que no le pueden parecer familiares, como Alfredo Vázquez Hernández, quienes operan el narcotráfico desde el interior de Estados Unidos, volvieron a México para escapar de la justicia y hoy están de regreso en esa nación.

Todos estos narcotraficantes mexicanos operan con poderosísimas redes estadounidenses. De éstas, las autoridades norteamericanas prefieren no hablar ni hacer públicos los nombres de sus integrantes. El presidente de Estados Unidos podría apoyar a México desmantelando las estructuras de narcotráfico en su país.

También se podría controlar el mercado existente. El consumo de heroína, principalmente en Estados Unidos, ha crecido exponencialmente.

En las calles de ese país 0.1 gramos de heroína cuestan entre 15 y 20 dólares. Una persona con una fuerte dependencia a esta droga puede desembolsar diariamente entre 150 y 200 dólares. Incluso familiares de víctimas de sobredosis por heroína reportan gastos de hasta 400 dólares diarios.

Un estudio elaborado en 4014 por la corporación RAND para la Oficina de la Política Nacional de Control de Drogas (Office of National Drug Control Policy) presenta la alarmante cifra de 1.5 millones de consumidores de heroína en Estados Unidos, que gastan alrededor de 27 mil millones de dólares al año.

En Estados Unidos cada 19 minutos nace un infante con adicción a los opiáceos —una afección devastadora heredada de sus madres drogadictas.

Cada día 78 estadounidenses mueren por sobredosis de opiáceos, que incluyen los medicamentos recetados para el dolor y la heroína.

México es el proveedor de heroína número uno de Estados Unidos, y es el tercer productor a nivel mundial.

Pero hay un dato que no debemos olvidar, y para eso hay que recordar la historia. El auge del cultivo de la amapola se dio durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se producía la goma para proveer de morfina al ejército de Estados Unidos.

Se cosechaba de manera legal. Terminó la Segunda Guerra Mundial y el mercado de la amapola ya había crecido exponencialmente y nunca se pudo controlar. Fueron los estadounidenses quienes iniciaron ese mercado en México.

Trump puede hacer mucho para acotar a los cárteles de la droga en México, y lo puede y debe hacer desde su país. Controlando armas, desmantelando las redes de narcotráfico estadounidenses y haciendo intensos programas para la prevención de adiciones.

Los narcotraficantes mexicanos, sin armas, sin socios estadounidenses que distribuyan la droga y sin consumidores, disminuirán el tráfico de drogas de una manera notoria.

bibibelsasso@hotmail.com
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