“Hay que beberse hasta la última gota de futbol”: Un Café Con Jorge Valdano
Jorge Valdano se convirtió en campeón del mundo en México 86, en un hecho que significó la culminación de un trabajo que comenzó a los 15 años. Un año después de aquel Mundial decidió retirarse, con todo lo que eso implicaba: dejar de ser famoso, abandonar el placer de vivir de un juego y la facilidad de ganar un dinero importante. Sin embargo, nunca se alejó del balompié pues incursionó en el periodismo como columnista y comentarista con la máxima de “beberse hasta la última gota de futbol”.
Bibiana Belsasso: Eres un hombre de cultura, sobre todo de futbol, que sabe de todo, periodista, escritor, ¡qué maravilla!
Jorge Valdano: Soy en esencia futbolista, ahí me plantaron y desde ahí crecí. He dado la vuelta entera alrededor del futbol, he sido jugador, entrenador, directivo, siempre hincha; pero también una persona muy relacionada con los medios de comunicación. He tendido puentes entre el futbol y otras esferas sociales, entre la cultura.
Belsasso: Naces en un pueblito a unas cuatro horas de Buenos Aires, ¿cómo fueron esos primeros años?
Valdano: Que no te escuchen en mi pueblo, porque ya somos ciudad.
Belsasso: Tú siempre dices que es tu pueblo.
Valdano: Sí, éramos siete mil habitantes y sólo teníamos el futbol. En mi casa tenía la seguridad, en el colegio la obligación y en la calle sólo había futbol, no había mucha más oferta. En mi pueblo todavía no hay una canasta de baloncesto, sólo hay arcos de futbol y mi pasión empezó muy pronto, nunca tuve duda de lo que iba a hacer, me propuse ser profesional del futbol, puse toda la energía ahí, porque tampoco nací con condiciones “maradonianas” y, finalmente, llegué donde me propuse.
Belsasso: Y, además de todo, tienes una infancia complicada, con una madre muy fuerte que te saca adelante porque tu padre fallece cuando tú tenías cuatro años.
Valdano: Sí, eso es. Ella hizo el papel de madre y padre, era una mujer extraordinaria. Me faltaba la referencia masculina, que en el futbol es muy importante. Cuando falleció mi padre era demasiado pequeño para tener conciencia hasta de la muerte.
Belsasso: ¿Te acuerdas de él?
Valdano: Sí, de cosas aisladas, algunas de ellas relacionadas con el futbol, las tengo bastante presentes. Pero, lo eché en falta cuando tuve que tomar decisiones de vida muy importantes a los 19 años: si me iba de Argentina, si la oferta que me hacían era la adecuada, ahí uno necesita el consejo de una persona adulta y querida. Esas decisiones las tomé muy solo, nunca me he arrepentido.
Belsasso: Porque desde antes tienes que empezar a tomar decisiones que te cambian radicalmente, desde muy joven. A los 15 años te das cuenta que quieres entrenar y quieres empezar a meterte al mundo del futbol, tienes que irte a algún otro lugar y comienzas a hacer audiciones en Rosario.
Valdano: Eso es, me voy a Rosario, siempre digo que uno se va de casa una sola vez; ése fue el viaje más difícil.
Belsasso: Te fuiste la primera vez, te aceptan, pero regresas a tu casa.
Valdano: Exacto, hice una prueba, fui el único de 200 que aceptaron, pero no estaba preparado mentalmente, esperé un año y volví a hacer una prueba.
Belsasso: Se necesita mucha madurez para que a los 15 años digas que no tienes esa madurez.
Valdano: Sí, lo tenía bastante claro, sabía que no estaba todavía preparado, durante un año empecé a hacerme a la idea y, con 16 años tomé la decisión definitiva.
Belsasso: Pero, también empiezas a trazar tu futuro; estás en una Argentina muy complicada, donde está la dictadura, cuesta trabajo hacer muchas cosas sobre todo para los jóvenes y no por eso, sino por el futbol, pero decides irte a Europa.
Valdano: Sí, era muy caótica, en ese momento iba a la universidad de noche, había comenzado a estudiar Derecho.
Belsasso: ¿Por qué Derecho?
Valdano: En realidad me interesaba la universidad antes que esta carrera. Mi hermano, quien es mayor que yo, estaba estudiando Derecho y me parecía que se adaptaba a mis circunstancias.
Belsasso: Muchas veces te dicen que la carrera del futbol dura poco, que ganas mucho muy joven y después el resto de tu vida qué vas a hacer, es lo que les pasa a muchos.
Valdano: Sí, lo que pasa es que con 19 años no tenía esa conciencia, no sabía si iba a ser futbolista todavía, de esta manera estaba intentando tener una red de seguridad por si el futbol no funcionaba. Porque, al fin y al cabo, uno cuando está en un equipo profesional de estas características tiene una competencia muy fuerte, hay muchos jugadores que en tu puesto son muy buenos. Siempre que recuerde, en los equipos en los que estuve, siempre había alguien mejor que yo al que tenía que superar.
Belsasso: Tú que tanto hablas de liderazgo y tienes unas frases muy buenas. Dices que siempre hay que tratar de superar a alguien que está muy arriba de ti.
Valdano: Sí, son personajes que te someten a una prueba y hay que desafiarlos, he sido siempre muy riguroso profesionalmente, muy exigente conmigo mismo y así fui ganando, poco a poco, un territorio que me empezó a llevar cada vez a lugares mejores dentro de la profesión.
Belsasso: Has tomado decisiones que podrían parecer para muchos, una locura. Dejas de estar en un equipo de Primera división en Argentina y te vas a un equipo de Segunda división a Europa. Y además te hicieron firmar una carta: ya no podías regresar a jugar con la selección de Argentina.
Valdano: Sí, exacto, sí, para los militares el mundial era una cuestión de Estado y nos sometían a esa humillación, si uno se iba del país tenía que firmar una carta de renuncia a la selección. Me fui a un equipo de segunda porque fue la primera oportunidad que se me presentó, me había propuesto irme a la primera, porque Argentina era un país caótico, el futbol también lo era, me parecía que había que escapar. No conocía nada de Vitoria, que era la ciudad que me acogía, estaba convencido de que me iba a encontrar con Lola Flores en la calle y llegué a una ciudad del norte de España, fría, de gente muy recia como es el vasco, pero una urbe con la que tengo un vínculo muy fuerte.
Belsasso: Además de todo lo logras, acabas jugando en el equipo más importante de España, el Real Madrid, ¿cómo se da ese ascenso?
Valdano: Traicionando las previsiones, estaba convencido —porque me había ido muy bien en Argentina— que iba a llegar al Alavés y que al año siguiente estaría en el Real Madrid. Eso ocurrió 10 años después, hay de por medio un trabajo importante, de superación, suponen la culminación.
Belsasso: Pláticame de Valdano y los mundiales.
Valdano: Gano el 86, pero ya en el 82 estuve en la selección argentina, la del 78 no la pude jugar porque lo hicieron prácticamente todos los futbolistas que estaban en Argentina, excepto uno, Mario Alberto Kempes, quien finalmente fue el mejor jugador del torneo, yo todavía estaba en Segunda división y no, no llamé la atención del entrenador. Cuatro años más tarde, ya para el Mundial de España, sí que me convocaron.
Belsasso: Te lesionaste, ¿no?
Valdano: Me lesioné inmediatamente en el primer partido, quizás en el mejor momento de mi vida deportiva, desde luego que estaba mucho mejor que en el siguiente Mundial que me tocó ganar.
Belsasso: ¿Estabas mejor que en México 86, cuando ganas junto con Maradona?
Valdano: Sí, pero en el 82 estaba en una plenitud física total y me encontraba en mi ambiente, España, pero, bueno, en el futbol también se dan estas fatalidades. En el primer partido que jugué de titular, a los dos minutos, me lesioné, una jugada lo suficientemente trágica para dejarme sin Mundial.
Belsasso: Debe de ser durísimo eso. ¿Es de lo más díficil que te ha tocado?
Valdano: Lo sufrí interiormente, lo sufrí mucho, pero no soy tan dramático, soy muy bueno para los hechos consumados, pero muy malo para las incertidumbres, eso lo llevo muy mal; pero, ante los hechos consumados lo entiendo perfectamente, sé que son leyes de vida y, bueno, estoy a la altura de las desgracias que se van presentando.
Belsasso: ¿Qué fue para ti ganar ese Mundial en México?
Valdano: Es algo que te supera, para alguien que tiene la vocación de futbolista, cuando le marco el gol a Alemania, lo primero que me pasa por la cabeza es, ‘esto no me está pasando a mí, esto no puede ser verdad’. Es algo que has soñado tantas veces, que no puede ser que se haya transformado en realidad de una forma tan perfecta, tan coherente con el sueño de toda la vida. Y, luego, la emoción que tenía que ver con esa sensación del deber cumplido, la cual es muy agradable, saber que has hecho un buen trabajo y que encima hay 40 millones de personas en tu país que lo están festejando.
Belsasso: La vida del futbolista, no puede ser eterna, ¿cómo se da esta transición, te daba miedo dejar de jugar?
Valdano: Sí, me daba miedo el final, francamente, como a todos los futbolistas, al final de la carrera hay como un abismo.
Belsasso: ¿Qué prefieres?, ¿retirarte en un momento donde estás hasta el cielo, o esperar?
Valdano: Soy de los que creen que hay que beberse hasta la última gota de futbol, porque la carrera es demasiado corta, es el único defecto que tiene. Cuando se termina el futbol, al mismo tiempo se terminan muchas cosas: el placer de vivir de un juego, que es como prolongar la infancia; la facilidad de ganar un dinero importante; y, finalmente, dejar de ser famoso, otro privilegio social que uno tiene y en una sociedad que consagra el olvido, cuando dejas el futbol, ya formas parte de la gente corriente y tienes que empezar una vida nueva. Si yo tuviera que recomendar algo a aquellos que dejan el futbol hoy, es que tengan el tiempo ocupado mañana, que tengan una actividad en la que puedan sentirse realizados.
Belsasso: ¿Cuál fue tu primera actividad después de que dejas de jugar profesionalmente?
Valdano: La del periodismo, empecé a hacer el programa de radio La Cátedra de Valdano, a escribir artículos en El País, inmediatamente sale Canal+ y soy comentarista de la única cadena privada que había en ese momento en España.
Belsasso: Sé poco de futbol, pero hace poco estaba viendo un partido y tú decías, ‘si llegara a entrar Messi, va a ser en el minuto 60, va a entrar’. Y entró en el 59.9 ¿cómo sabes?, como “pitoniso” (adivino).
Valdano: No, en esa ocasión imaginé que Messi había llegado a un acuerdo con el entrenador, esos acuerdos generalmente son en tiempos muy marcados. Estaba convencido de que lo habían negociado, pero fue una apuesta, me podía haber salido mal. Salió bien y hay quien interpretó que tenía línea directa con Martino, quien es el entrenador de la selección argentina, no lo conozco personalmente, difícilmente podía haber sabido lo ocurrido, pero llevo tantos años en el futbol, que hay cosas que lógicamente si no las sé, por lo menos las intuyo.
Belsasso: ¿Qué es lo que más te gusta?, ¿ser director técnico?, ¿periodista?, ¿escritor?, ¿comentarista?, ¿qué disfrutas más?
Valdano: Lo que más disfruté fue el futbol en calidad de jugador y, en el camino, escribir me gustó mucho, me ocurre lo mismo que con el futbol, que me costaba trabajo, pero lo disfrutaba cuando me tocaba jugar. Tiene una cierta dificultad para estar a gusto con la frase, es un esfuerzo creativo que me resulta agradable. Lo demás lo hago ya con más naturalidad. Entrenar me gustó pero llegué a la conclusión de que no nací para eso, es una tarea para gente muy obsesiva.
Belsasso: ¿A poco no eres obsesivo? Para lograr todo lo que has hecho, por supuesto, tienes que tener algo de obsesión.
Valdano: No, tengo algo de obsesión pero soy disperso, me gusta el futbol, lo amo, pero me gusta estar un poco dentro y otro poco afuera para recuperar la perspectiva. Soy de los que creen que el que sólo sabe de futbol, no sabe ni de futbol. Me gusta el cine, la lectura, aprovechar el tiempo para otras actividades que me llenan como individuo.
Belsasso: Eres un hombre muy culto, ¿cuándo te empieza a gustar la cultura?, ¿empezar a leer otras cosas, a parte del futbol?, me imagino que a muy pocos de tus compañeros les gustaban esas cosas.
Valdano: Sí, todo el mundo que me recuerda en aquellos tiempos dice que estaba con un libro en la mano. Empecé a leer muy pronto en una casa donde no había libros, en un pueblo donde no había biblioteca, empecé a buscar libros porque tenía una necesidad, no sé si de conocimiento o de placer, porque a mí la lectura lo que me ha dado, sobre todo, ha sido placer. Desde muy pronto recuerdo que me inicié con una colección de la editorial Salvat, que para mí es inolvidable, cuyo primer libro era El retrato de Dorian Grey y ahí empecé como un gran autodidacta, en donde un libro tira del otro y me convertí en un apasionado de la lectura.
Belsasso: Porque además de todo, los grandes líderes tienen que conocer, saber de todo para poder manejar su vida y tú hablas mucho de liderazgo, escribes varios libros.
Valdano: Sí, tengo un par de libros sobre liderazgo y además tengo una empresa que trabaja en cuestiones de Recursos Humanos, en donde tendemos puentes entre el management y el deporte. Entiendo que la lectura es importante, que la palabra también. A mí se me identifica mucho con la palabra porque he hecho muchos libros, porque tengo una presencia más o menos permanente en los medios, pero lo cierto es que para mí el futbol sin la palabra es muy poca cosa.
Belsasso: Cada vez es más difícil que los jóvenes tengan ideologías tan marcadas como las tuvieron en tu época, ¿qué es lo que les recomiendas en este momento?, ¿qué es lo más importante para poder perseguir tus ideales y lograrlo?
Valdano: Descubrir la pasión, descubrir una actividad que les resulte atractiva y a partir de ahí meter toda la energía, lo peligroso es la dispersión, cuando uno lanza tiros hacia todos lados, al final es muy difícil encontrar la especialización. Hay gente a la que le gusta el deporte y que, sin embargo, no tiene condiciones para expresarlo, como futbolista; sin embargo, tienen muchas posibilidades para hacer periodismo deportivo, para estudiar gestión deportiva o montón de materias relacionadas con este deporte. Es encontrarle la vuelta para convertir tu actividad en una pasión, hay mucha gente que está condenada a la infelicidad laboral, porque hace aquello para lo que no nació.
Belsasso: Recientemente se dio esta confrontación verbal, donde Maradona dice que Messi no tiene personalidad. ¿Por qué?, ¿cómo lo viste?
Valdano: En un comentario casual en donde había un micrófono abierto, por lo tanto, no hay que responsabilizar a Diego como si hubiera hecho una crítica apuntando a Messi, sencillamente Messi lo que no tiene es la expresividad de Maradona. Pero es un líder técnico indiscutible, jugando futbol tiene una personalidad extraordinaria, si no, no podría ganar tres de cada cuatro partidos que juega, no es que los gane solo, pero muchos de ellos los gana casi solo y eso significa que influye muy positivamente en sus compañeros, en la misma medida que intimida a los contrarios y, si ser líder es influir, pues, más influencia que Messi, no la tiene nadie.
Belsasso: El Barcelona es un Barcelona con Messi que sin él.
Valdano: Y Argentina es una selección con Messi y es otra sin él, es imposible no echar en falta al mejor jugador del mundo.
Belsasso: Tú que los has visto jugar, la pregunta obligada, ya sé que todo el mundo te la hace, ¿a quién le vas más como jugador?, ¿a Diego Armando o a Messi?
Valdano: Son dos genios, me es muy difícil entrar en ese tipo de juego. Hay algunos jugadores, Pelé, Cruyff, Di Stéfano, Maradona, ahora, Messi, que nace uno cada 15 o 20 años, marcan una época y son auténticos genios, los genios no se parecen entre sí, pero tienen una influencia que marca a generaciones de futbolistas y de aficionados. Pongo a Messi y a Diego en una medida muy parecida y, de hecho, tienen hasta un perfil creativo bastante común, todos los demás son muy distintos entre sí.
Belsasso: ¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida?
Valdano: Que no me escuche mi familia, pero fue el momento en el que metí el gol en México 86. Es una explosión tan grande que resulta incomparable, es un juego muy pasional y ése es un momento de culminación tan indiscutible, que es muy difícil encontrar rival en la vida. Pero, luego hay otros acontecimientos que te emocionan de una manera tan vivencial como el nacimiento de tus hijos, que no tiene comparación con lo que es un logro profesional.
Belsasso: ¿El más triste?
Valdano: El fallecimiento de mi madre. Fue un pilar indiscutible de mi familia, pero también de mí mismo. La mujer que me dejó ser, es muy difícil que con 16 años te dejen ir de tu casa y con 19 te dejen irte de tu país, que te animen a cumplir los sueños, me dejó el ejemplo que es lo más importante.
Belsasso: Y te dejó ser de adolescente, pero ya habiéndote dado una estructura muy importante en muy pocos años.
Valdano: Eso es, me armó muy bien por dentro, me dio una estructura ética que me sirve todos los días de mi vida y que intento transmitirles a mis hijos. Todo ese patrimonio es la deuda que me ha quedado con ella.
Belsasso:Complétame esta frase, Jorge Valdano es…
Valdano: Un hombre que creció en el futbol y que se ramificó desde ahí.