
Gusano barrenador, la austeridad sale cara
La Secretaría de Agricultura estadounidense ha anunciado sorpresivamente que suspende la importación terrestre de ganado de México, al menos por dos semanas.
Su titular, Brooke Rollins, dice que, de no frenarse momentáneamente esta importación, la plaga del gusano barrenador podría afectar al ganado estadounidense, de la misma manera en que se han contagiado los bovinos mexicanos.
Esta medida repercutió a casi un millón de cabezas de ganado y ha generado pérdidas de millones de dólares para los ganaderos mexicanos.
Cada año, México exporta más de mil millones de dólares a Estados Unidos, pero la Secretaría de Agricultura estadounidense, asegura que debe aplicar estas medidas para prevenir un contagio masivo en su país. “La última vez que esta devastadora plaga invadió Estados Unidos, nuestra industria tardó 30 años en recuperarse. Esto no puede volver a ocurrir”, aseguró Rollins.
Estados Unidos ha impuesto restricciones a las importaciones de ganado mexicano en al menos dos ocasiones recientes debido a la detección del gusano barrenador, una plaga parasitaria que afecta gravemente al ganado bovino, ovino, porcino, caprino y equino.
En noviembre de 2024, tras la detección de un caso de gusano barrenador en Catazajá, Chiapas, Estados Unidos suspendió temporalmente las importaciones de ganado vivo desde México.
Esta plaga debería de estar erradicada, se pudo haber controlado, pero la anunciada austeridad e ideología del Presidente López Obrador nos han salido muy caras a los mexicanos.
Y es que el ahorro, la austeridad malentendida y la ideología pueden salir carísimas, incluso acabar con vidas.
Desde la administración pasada, el exsecretario de Agricultura, Víctor Villalobos, y todo un gran equipo de expertos, le pidieron al entonces Presidente López Obrador que no redujera los presupuestos, y que no se dejara llevar por creencias que no son científicas en el tema de la fumigación.
La fumigación es crucial para controlar la propagación del gusano barrenador, que puede causar enfermedades graves en animales. Si la fumigación es insuficiente o no se realiza, el gusano barrenador puede proliferar y causar un mayor riesgo para la salud animal y potencialmente humana. La falta de fumigación puede permitir que la mosca Cochliomyia hominivorax, que causa la enfermedad, se propague y se establezca en nuevas áreas.
Recordemos que el 31 de diciembre de 2020, se publicó un decreto presidencial que establecía la eliminación gradual del glifosato, con una prohibición total prevista para el 31 de enero de 2024.
Pero el 26 de marzo de 2024, el Gobierno anunció que posponía indefinidamente la prohibición debido a que no se habían concretado las condiciones para sustituir su uso en la agricultura mexicana.
Aunque se había planificado su eliminación gradual, la falta de alternativas técnicas, científicas y económicamente viables llevó a la decisión de posponer su prohibición. Es mucho más grave una plaga que la gente.
Ya estamos viviendo en México las consecuencias de la irresponsabilidad de interrumpir la fumigación. Hay varios casos de ganado infectado por el gusano barrenador que ya ha causado muertes, con razón Estados Unidos está siendo cauteloso en permitir la entrada al ganado mexicano.
La falta de fumigación o desinfección adecuada puede aumentar el riesgo de infestación por gusano barrenador en animales y, en algunos casos, en humanos. El gusano barrenador es una larva de mosca que causa miasis, una enfermedad que puede causar graves daños en la piel y tejidos de los animales, incluso la muerte.
El gusano barrenador provoca una infestación parasitaria producida por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax. Estas larvas, también conocidas como gusanos, pueden causar diversas lesiones en la piel, órganos e incluso el sistema digestivo.
Y es que, aunque es más raro, el gusano barrenador también puede afectar a personas, especialmente en zonas rurales donde hay menos acceso a servicios médicos.
Para México es un problema enorme que se cierre la frontera al ganado mexicano. El secretario Julio Berdegué calificó la decisión de “unilateral”, y ha dicho que la medida “no contribuye a nuestra estrategia conjunta contra esta plaga”, y que “no estamos de acuerdo en esta medida, pero confiamos en que en menor tiempo estaremos llegando a un acuerdo”.
Justo hace unos días, el secretario Berdegué se reunió con su contraparte en Estados Unidos, Brooke Rollins, para tratar este asunto, y Berdegué decía: “Logramos acuerdos que serán beneficiosos para ambos países, incluyendo reforzar los mecanismos de diálogo y consulta mutua para atender los temas permanentes y también aquellos emergentes”.
En conferencia matutina, el secretario de Agricultura de México señaló a Estados Unidos como responsable del avance del gusano barrenador del ganado hasta México.
Berdegué recordó que, tras su erradicación en la región hace décadas, el parásito reingresó al sur de Panamá a mediados del 2023, para luego llegar a la frontera de México a finales de 2024, momento en que EU cerró su frontera al ganado por primera vez.
“México no tenía responsabilidad de controlar esa plaga cuando estaba al sur de Panamá, sí tenían responsabilidad nuestros socios norteamericanos, estadounidenses, que tienen la única planta que existe en la región, en el continente, para producir las moscas estériles que se necesitan”, señaló el titular de Agricultura., quien agregó: “El asunto es que se les fue de control, viajó más de 300 km, hasta que llegó a México”.
Lo cierto es que México no hizo mucho en controlar el ganado que ingresa por la frontera sur, ni en la fumigación. Hoy tenemos consecuencias.
Tijeretazo
En el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2025, hay una disminución en los recursos asignados al programa de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuacultura, pasando de mil 725 millones de pesos en 2024 a mil 572 millones en 2025. Se recortaron 153 millones de pesos.
Ganaderos han solicitado al Congreso de la Unión una ampliación presupuestal de hasta 200 millones de pesos para enfrentar la amenaza del gusano barrenador, argumentando que, sin recursos suficientes, la erradicación podría tomar años.