Exportamos sicarios
Hace unas semanas fueron detenidos dos sicarios mexicanos en Argentina, en el Barrio de Villa Crespo. Entraron a un edificio y tomaron a dos mujeres como rehenes. Llevaban tres pistolas calibre 22 con silenciadores. No se trataba de un simple asalto, buscaban a un constructor inmobiliario, acusado por la Justicia Federal Argentina de lavar dinero para el narcotráfico.
Diego Colombini está bajo sospecha al igual que su socio, el arquitecto Walter Mosca, ya que se dedicaron a pedir dinero a empresarios y gente cuyos ingresos no son del todo lícitos para construir varios departamentos y casas. Los inmuebles nunca se edificaron y el dinero desapareció.
Según la investigación, un luchador profesional de origen canadiense y nacionalizado argentino llamado Eduardo Enrique Larenas le había dado cuatro millones de dólares al constructor para que éste lavara el dinero producto del narcotráfico. Éste fue quien contrató a los sicarios mexicanos para amedrentar a Colombini.
Esta información se sabe porque en una nota oficial que data de 2013 la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, a través del agregado del Departamento de Seguridad Nacional, advierte que Larenas es investigado por la justicia estadounidense por mover grandes cantidades de cocaína y mariguana y por lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
La pregunta es: ¿por qué fueron contratados sicarios mexicanos para acabar con la vida de Colombini?
Resulta que el luchador Larens y uno de los sicarios mexicanos, Angulo López, estuvieron presos en México acusados de tráfico de drogas al mismo tiempo.
Este último fue detenido en junio del 2010, en Sinaloa, cuando empacaba cuatro toneladas de mariguana, mientras que el luchador había sido aprehendido un año antes por participar en un tiroteo.
Que Argentina sea un país donde se ha lavado dinero procedente de México no es tema nuevo. Muchas transacciones de este tipo se han rastreado desde hace años.
No es extraño que personas busquen un resguardo en Argentina para guardar su dinero. Tras la caída del militar Jesús Gutiérrez Rebollo, el gobierno de México tenía pruebas firmes para buscar al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos. Éste huyó a Argentina, donde ingresó con un nombre falso.
En ese país Carrillo Fuentes vivió con su familia y se dedicó a gastar dinero a manos llenas. Por orden de El Señor de los Cielos se adquirieron campos en Bahía Blanca, departamentos en Recoleta, el hotel Tourbillón y una mansión en Almafuerte en el barrio de Los Troncos.
Incluso financió parte de la campaña presidencial de Eduardo Duhalde y Palito Ortega. Todo por medio de prestanombres.
Está la historia de la finca propiedad de 930 hectáreas del ex alcalde de Benito Juárez, donde se encuentra Cancún, Greg Sánchez, ubicada en la provincia de Entre Ríos a 170 km de Buenos Aires.
Fue comprada en efectivo y presuntamente al margen del registro que obliga la ley en ese país. Costó más de dos millones de dólares, mismos que fueron pagados en efectivo.
Pero éstas no son las únicas historias de este tipo, son cientos de casos los que ocurren, año con año en aquel país, relacionados con el narcotráfico en México.
Argentina enfrenta en este momento una verdadera crisis financiera, lo cual ha facilitado que se pueda lavar dinero. Hay dos mercados para el cambio de divisas: el oficial y el no oficial, que paga casi el doble por cada dólar. En ese país la mayoría de la gente está acostumbrada a pagar en efectivo.
Con un esquema financiero para hacer operaciones de este tipo, Argentina, cada vez más se convierte en un paraíso para comprar bienes y así poder lavar dinero.
Pero no son sólo los narcotraficantes mexicanos los que están lavando dinero en Argentina, ahora también con la historia de Carlos David Angulo López, de 37 años, y Marco Antonio López Quintero, de 30, se confirma que también estamos exportando sicarios para que hagan el trabajo sucio.
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