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“Estoy casada con la política y con las causas de la mujer”: Un Café Con Lorena Martínez

Lorena Martínez tiene fresco el recuerdo de aquella tarde en la que el entonces gobernador Miguel Ángel Barberena reunió a un grupo de jóvenes, entre en los que ella figuraba, a quienes preguntó qué pensaban hacer en el futuro. De entre los 30 muchachos, una mano se levantó, la suya, para intervenir y verbalizar la aspiración que ahora la tiene en la competencia por la gubernatura de Aguascalientes. Desde entonces, afirma, todos los días se pone metas: “Me casé con la política, me casé realmente con la convi- cción”. En este camino abrazó las causas de las mujeres y por eso esta charla comienza durante la manifestación del pasado domingo, en la que mujeres salieron a la calle a pedir un alto a la violencia de género.

Bibiana Belsasso: Eres una de las muy pocas mujeres candidatas, precisamente por eso quiero hablar contigo del tema de la mujer. Han salido estas encuestas que revelan que de cada 100 mujeres, 64 han sido víctimas de algún tipo de violencia u amenaza, ¿qué significa ser mujer?, es mucho más complicado.

Lorena Martínez Rodríguez: Sin duda, es mucho más complicado, vamos luchando contra el machismo, que es una realidad, un tema histórico y cultural en nuestro país. Aunque hemos avanzado mucho y hoy tenemos leyes que protegen y que, de alguna u otra manera, pretenden garantizar una vida libre de violencia para las mujeres, hay un contraste entre las leyes y la realidad en nuestro país. Efectivamente, hace algunos años eran siete de cada 10 mujeres, hoy por hoy, son 6.4. En Aguascalientes es seis de cada 10 mujeres —estamos hablando de porcentajes altísimos— viven en condiciones de violencia, ya sea física, psicológica, económica, o cualquier expresión de violencia. La realidad de las cosas es que tenemos que luchar todas y todos en contra de este fenómeno que es verdaderamente lacerante para la vida de las mujeres. Sin duda, uno de los propósitos más importantes a lo largo de mi carrera política ha sido contribuir, en la medida de lo posible, con un granito de arena reformar para leyes. Me tocó siendo diputada en la LVIII Legislatura, crear el Instituto Nacional de las Mujeres. Después me tocó participar en la construcción de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; todos los días trato de contribuir, de alguna manera, a reducir la violencia.

 

Belsasso: Lorena, es difícil medirlo, pero, ¿en qué sientes tú que ha cambiado?, y, ¿qué es lo que podemos hacer en general o qué deberían de hacer todos los políticos, tanto hombres como mujeres, para procuerar un México libre de violencia contra las mujeres?

 

Lorena Martínez: Mira, creo que es un problema que no es solamente de las mujeres, ni la solución está sólo en las mujeres, tenemos que trabajar de la mano con los varones para poder cambiar la generalidad en la sociedad mexicana. A mí me tocó, siendo presidenta municipal de Aguascalientes, iniciar un programa maravilloso que se llamó Convive Feliz, uno de nuestros retos para poder contribuir a reducir la violencia era formar y cambiar la mentalidad de los varones. Iniciamos un programa muy padre de capacitación que denominamos Formación de nuevas masculinidades y empezamos a trabajar con los jóvenes en las universidades, en las preparatorias, justo para desmitificar la violencia.

 

Es importante, primero, entender que la violencia no es normal, que evidentemente cuando estamos ante un fenómeno de violencia estamos en algo que no es legal, pero tampoco es lo que cotidianamente debería de estar ocurriendo. Hay un problema estructural, para muchas mujeres vivir violencia es casi una cuestión normal, decir: ‘si mi marido no me golpea, no me quiere’, eso, lo vivimos todavía en muchas comunidades, en algunas regiones del país, en regiones indígenas en donde evidentemente el nivel de la educación de la mujer es muy bajo. Vivimos también condiciones en donde los hombres se sienten inferiores y una manera de exaltar su superioridad es el ejercicio de la violencia física. Entonces, hay que trabajar.

 

Belsasso: Pero esto es lo que ha pasado últimamente, ya nuestra generación es una de cambio, le ha costado mucho tanto a hombres como a mujeres, asumir su rol. En la generación de las abuelas que se quedaban en la casa, la generación de las mamás fue de cambio y ahora, por ejemplo, tú ves a muchos hombres que ya no saben qué hacer, si apoyar a la mujer en el trabajo, si entonces ya no apoyan la casa, es una época de cambio y también, como bien dices tú, cuando falta la seguridad en el hombre, también ejerce más violencia.

 

Lorena Martínez: Es una época de cambio, sin duda, pero también es un problema de ajustes emocionales para los varones; estamos en esta etapa en donde todavía no terminamos de acomodarnos. Los jóvenes evidentemente han vivido un proceso distinto de educación, a ellos ya les tocó ver a su madre que trabaja, que sale, que es más libre, más independiente, más autónoma, tienen un reflejo de lo que es hoy una mujer y cómo participa en la vida económica y política. Pero me parece que todavía tenemos una parte de la sociedad que no ha evolucionado, si vemos los indicadores, por ejemplo, de violencia en el noviazgo, siguen siendo altísimos, todavía jóvenes de 15 años, que supuestamente estarían educados en otro entorno, siguen ejerciendo violencia con las novias, es un porcentaje alto, cerca del 11 por ciento.

 

Belsasso: Hace unos días salió una encuesta de la cantidad de divorcios que hay, la cifra se ha incrementado también muchísimo, la encuesta aquí en la Ciudad de México, no sé cómo esté en Aguascalientes y en otras partes, pero es altísimo.

 

Lorena Martínez: No, igual, es altísimo el número de divorcios y, por supuesto, incrementándose el número de familias en que las mujeres son jefas de familia, en Aguascalientes cerca del 27 por ciento de los hogares está siendo liderado por una mujer. Mucho de ello tiene que ver por el deseo y la voluntad de las mujeres de liberarse, de no soportar la violencia que viven en su casa, tiene que ver con otro fenómeno, con el empoderamiento económico de las mujeres. Cuando son capaces de resolver su problema económico por sí mismas, y se sienten capaces de sacar adelante a su familia por sí mismas, en ese momento ganan libertad y finalmente rompen el yugo que las mantiene víctimas de la violencia intrafamiliar. Entonces, empoderar a las mujeres es muy importante.

 

Belsasso: Tú vienes de una familia donde tú abuela tuvo que empoderarse, no por violencia intrafamiliar, sino porque se quedó viuda a los 20 años y tuvo que sacar adelante a dos hijos, sola, platícanos esta historia.

 

Lorena Martínez: Sí. Mi abuelita Cuca. Ella quedó viuda a los 20 años con mi mamá y mi tío José Luis, primero decidió no volverse a casar, pero, ¿sabes una cosa?, en algún momento ya cuando estaba ella muy anciana y yo creo que sabía que le quedaba poco tiempo de vida, me confesó que también había vivido violencia y se le salieron sus lágrimas, me parece que por esa razón decidió no volverse a casar. Era una mujer guapísima, blanca, de ojos azules, impresionantemente bella y viuda a los 20 años, me cuentan que tenía pretendientes por todos lados.

 

Belsasso: ¿Cómo sale adelante hace dos generaciones, que era mucho más complicado, siendo viuda con dos hijos? Pone una tienda, una bonetería, empieza a trabajar así, pero también dices que estaba cerca de los niños.

 

Lorena Martínez: Muy cerca de sus hijos, claro que sí, era una mujer con una mentalidad distinta, mi abuela en ese entonces estaba convencida que mi mamá tenía que estudiar y la internó en un colegio, en Aguascalientes, para que terminara, en ese entonces lo que era común estudiar, secretaria, mecanógrafa o lo que le llamaban carrera comercial. Pero mi abuela fue, sin duda, una mujer absolutamente fuera de su tiempo, decidió poner su negocio, obviamente hubo una mano amiga que le tendió esa oportunidad al prestarle cinco mil pesos para que pudiera poner su negocio. Y, a partir de ahí trabajó casi 70 años en su negocio, siendo ella una pequeña empresaria, siempre trabajando, siempre al pendiente de los hijos, pero siempre ayudada por la persona que le hacía la comida, por la que cuidaba a los niños, nunca dejó de ser ella empresaria, nunca dejó de ser emprendedora. Y algo maravilloso, siempre empujándonos, en mi caso personal, fue extraordinariamente solidaria, ella me respaldaba siempre en mi interés y mi deseo de dedicarme a la política, mi madre no y mi abuela sí.

 

Belsasso: Lo que pasa es que tu madre por cómo se van dando las cosas, me imagino, no sé bien la historia, debe de haber sido una mujer infinitamente más conservadora que la abuela, con ocho hijos en su casa.

 

Lorena Martínez: Totalmente, lo acabas de definir perfectamente bien, mi madre fue mucho más conservadora que mi abuela, mi abuela yo creo que la vida la llevó a tener que valerse por sí misma desde muy joven, entendió incluso la dinámica de cómo salir adelante, aprendió a hacer negocios, a tener que estar comerciando permanentemente. Se abrió al mundo por necesidad y mi madre al revés, se casó, tuvo ocho hijos, imagínate.

 

Belsasso: Pero también ahí tú tienes que aprender a negociar y de política, con siete hermanos, ¿cómo te abres camino?

 

Lorena Martínez: Me ha costado trabajo, pero tengo una familia muy unida, somos de esas familias muégano, buscamos siempre la manera de estar reunidos, de estar juntos. Con 19 sobrinos, de los cuales la mayoría de ellos son muy cercanos, soy una tía bien apapachadora, a la primera oportunidad me voy con ellos a las motos, no sé, a hacer cosas, porque soy bastante activa, me gusta mucho el deporte, tengo una relación muy cercana y la verdad somos una familia súper muégano.

 

Belsasso: Sí, bueno, has estado en puestos estratégicos de deporte, has hecho carreras, has practicado de todo: squash, básquetbol ¿todo esto a nivel profesional o amateur?

 

Lorena Martínez: De básquetbol fui seleccionada estatal, vamos, en semiprofesional nunca nos han pagado en el deporte de básquet femenil, jamás ha habido un sueldo, pero me gustó, mi primer trofeo lo gané a los cinco años y de ahí toda mi vida seguí haciendo deporte, jugué básquetbol, voleibol, squash, un poco de todo. Y luego fui directora del Instituto del Deporte, una chamba padrísima para mí, espectacular.

 

Belsasso: Y tu papá, ya nos saltamos un poco en fechas, ¿en qué trabajaba cuando eran chicos ustedes?

 

Lorena Martínez: Hizo mucho de “todo un poco”, primero tuvo una tienda de abarrotes, después tuvo una de materiales para construcción, finalmente sus últimos años se dedicó un poco a la industria de los vinos. Tenía negocios de venta de mayoreo y medio mayoreo, menudeo, que es a lo que se dedica casi toda la familia, a la industria de los vinos.

 

Belsasso: ¿Y tu amor por la política, de dónde surge?

 

Lorena Martínez: Yo creo que de mi abuelo paterno. Él era líder en el pueblo donde él vivía, un líder muy influyente, muy positivo, un hombre que siempre estaba buscando cómo resolver los problemas del pueblo, que si tenía que ir a tocarle la puerta al gobernador, en Zacatecas, iba a tocarle la puerta porque no había agua en el pueblo, por ejemplo. Se esforzó y llevó el teléfono al pueblo, es decir, siempre fue un líder comunitario muy importante, nunca tuvo un cargo político, pero siempre tuvo una gran influencia en la comunidad. Recuerdo que, desde muy pequeña en la casa de mi abuelo, cada vez que había campañas y cosas de esas, los candidatos, los gobernadores, llegaban a la casa de mi abuelo y yo desde chica los veía. En mi juventud no estuve prácticamente involucrada en nada, salvo la sociedad de alumnos de la carrera de Derecho en la Autónoma de Aguascalientes, ahí sí participé; más bien me dediqué al deporte y ahí sí era muy líder, era un liderazgo más en el tema deportivo.

 

Belsasso: Has tenido cargos muy importantes, fuiste alcaldesa de Aguascalientes, has sido diputada, estuviste como secretaria de la Profeco. ¿Cómo ha sido tu escalada política?

 

Lorena Martínez: Treinta años ininterrumpidos, soy lo que se llama una política que nunca ha estado en la banca, siempre se han presentado condiciones de una responsabilidad y de ahí pasar a otra y así sucesivamente. Empecé muy joven, a los 23 años, saliendo de la universidad, como abogada fui invitada a trabajar en la delegación de Profeco, fíjate lo curioso y lo padre que es la vida, mi primer cargo en el servicio público fue ser receptora de quejas de la Profeco y mi último cargo en la administración pública fue ser procuradora Federal del Consumidor.

 

Belsasso: Pero es que así entiendes perfecto qué hay abajo y cuáles son las necesidades de cada secretaría.

 

Lorena Martínez: La conocí perfectamente bien, desde sus entrañas, desde lo que es recibir a un ciudadano a presentar su queja, después fui conciliadora y luego fui delegada, o sea, toda la escala, el escalafón. Fue padrísimo llegar finalmente a un ciclo en la administración pública encabezando una institución, que además es maravillosa, realmente presta un servicio muy importante a la ciudadanía.

 

Belsasso: ¿Cómo decides, el jugártela con todo y gobernar el estado?

 

Lorena Martínez: Lo decidí hace 25 años, siendo delegada de la Profeco. Ya casi al final de la administración del gobernador Miguel Ángel Barberena. Nos reunió a un grupo de jóvenes, hombres y mujeres, que él había invitado, a iniciarnos en el servicio público, y en esa ocasión me acuerdo muy claro que nos pregunta a todos los ahí presentes, qué pensábamos hacer en el futuro y de los 25, 30, la única que levantó la mano y que dijo quiero ser gobernadora de Aguascalientes fui yo, hace 25 años. Y durante 25 años, de verdad te lo digo, es todos los días ponerme una meta y todas las noches decidir si cumplí mi meta y ponerme la meta del día siguiente. Me casé con la política, me casé realmente con la convicción.

 

Belsasso: Tan te casaste con la política que dejaste a un lado a los hombres y los hijos y más, para poderte dedicar concretamente a tu carrera, que eso también es una decisión difícil.

 

Lorena Martínez: Pero tampoco era mi intención, la verdad de las cosas. Por supuesto que pensé casarme y, vamos, tuve las posibilidades de hacerlo, simplemente, de repente, las cosas ya no se acomodan; estuve a punto de casarme en dos ocasiones. El tema es que cuando te das cuenta que es poco compatible tu actividad política, la primera vez que tuve que salir de Aguascalientes para venir a la Ciudad de México a trabajar, estaba yo a punto de casarme y cuando comparto la decisión con mi pareja de que quería atender la invitación que me hizo la senadora Silvia Hernández, de venir al Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, lo que yo esperaba es que me dijera, ‘bueno, sí, órale, que te vaya bien, regresas y hay boda’, y resulta que no, como dicen, oye, decide o te vas.

 

Belsasso: Pero, ahí elegiste.

 

Lorena Martínez: Sí, elegí, definitivamente, pero me condicionaron.

 

Belsasso: ¿Y la segunda vez?

 

Lorena Martínez: Me condicionaron, si no me hubieran condicionado y me hubieran dicho, bueno, sí, ve, trabaja y a lo mejor en seis meses nos casamos, yo probablemente lo hubiera hecho. Pero no, simple y sencillamente ahí es cuando te enfrentas a esta condición tan difícil de las mujeres, en la que tienes que encontrar un perfil de varón que entienda perfectamente bien y comparta tus sueños y tus deseos y que al final se solidarice. Es muy difícil.

 

Belsasso: Ahora preguntas cortas, respuestas cortas. ¿Qué te gusta leer?

 

Lorena Martínez: De todo, pero más novela histórica.

 

Belsasso: ¿Tu música favorita?

 

Lorena Martínez: La balada.

 

Belsasso: ¿En tu tiempo libre qué haces?

 

Lorena Martínez: Deporte, correr, leer, ir al cine o ver películas en mi casa.

 

Belsasso: ¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida?

 

Lorena Martínez: Hace como seis años, cuando me volví a enamorar.

 

Belsasso: ¿El más triste?

 

Lorena Martínez: El día que murió mi papá, mi padre era para mí una parte fundamental, esencial.

 

Belsasso: Complétame esta frase, Lorena Martínez es…

 

Lorena Martínez: Energía.