En Sener no hay rutina; cambiamos paradigmas y es un reto fascinante: Coldwell
La función que hacemos en el sector energía es histórico para la transformación del país, asegura; ser gobernador fue de las mayores satisfacciones en mi vida, afirma.
Su padre no quería que fuera político
En una entrevista Muy Personal, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, nos habla de su vida, su familia, de sus inicios en la política y de lo que viene en el futuro.
Pregunta: Quiero empezar con tu infancia. Llegan tus abuelos a Quintana Roo cuando prácticamente no había nada.
PJC: Mis abuelos paternos llegaron de Líbano a la península de Yucatán, a una muy pequeña comunidad en aquellos años que se llamaba Santa Cruz, en el corazón de la selva en Quintana Roo, y después, por razones de seguridad, todavía había resabios de la guerra de castas, se trasladan a la isla de Cozumel, donde se asientan y generan una familia muy grande…
Pregunta:¿Qué había en Cozumel?
PJC: Muy poca gente, había estado despoblada por muchísimos años y apenas se estaba repoblando, era un caserío de menos de 200, 300 habitantes, la actividad económica era la exportación de chicle: el que se producía en la selva de Quintana Roo se exportaba a través de la isla de Cozumel. Quintana Roo no era estado en la República, era territorio federal, estaba absolutamente incomunicado.Pregunta: ¿Y tus papás dónde se conocen?
PJC: Es una historia muy interesante porque tienen un noviazgo entre dos familias que no eran muy amigas entre sí, en medio de una rivalidad, un poco como una historia de Shakespeare, se casan y dan vida a mi hermana Addy y a mí. Mi padre es un emprendedor, se vuelve pionero, empezó a promover el turismo, la hotelería…
Pregunta: Y tu carrera política la comienzas en Quintana Roo, muy joven eres diputado, y llegas a México…
PJC: Yo empiezo justo cuando termino la carrera de derecho. Me hago diputado constituyente… primero me hago diputado federal, y después participo en el primer gobierno del estado de elección popular de secretario de gobierno, después soy diputado federal, participo en la Reforma Política que instrumentó el presidente López Portillo y el secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles, a quien tuve la oportunidad de conocer desde muy joven, admirarlo y respetarlo. Una vez me dijo: “Tú tienes la suerte de que tu situación familiar te permite vivir para la política, no vivir de la política”.
Pregunta: ¿Dónde estudias la carrera, porque en Cozumel no había licenciaturas?
PJC: No había ni preparatoria, el nivel escolar más alto que había era secundaria. Yo hice la primaria y la secundaria ahí y después vine a hacer la preparatoria a la Ciudad de México, e hice la carrera de Derecho en la Universidad Iberoamericana.
Pregunta: Fuiste embajador de México en Cuba en un momento complicado…
PJC: Sí, fue una confrontación muy fuerte. La entonces canciller, Rosario Green (QEPD), me llamó a consulta ante una afirmación del jefe de la Revolución Cubana de que en México los niños conocían más a Mickey Mouse que a los héroes de la patria y que había perdido independencia cultural, pero afortunadamente se pudo superar el conflicto y regresé a culminar mi tarea.
Pregunta: Y buscaste la gubernatura…
PJC: Sí, me tocó ser gobernador muy joven, a los 30 años. Es de los cargos de mayor satisfacción de mi vida. Tienes una gran autonomía y una gran responsabilidad, pero sobre todo tienes mucha oportunidad de comunicarte con la gente y de ayudar a que tu estado se transforme. A mí me toca una época de un gran despegue en Quintana Roo, el momento en que Cancún se convierte en una potencia turística internacional, me tocó verlo desde sus inicios.
Pregunta: Mucha responsabilidad para un chavo de 30 años. Debe de ser muy difícil: tienes demasiado poder en tus manos sin la madurez de un hombre mayor, y tienes que cuidar muy bien tu carrera, porque se va a desarrollar muchos años más.
PJC: Fíjate que cuando yo era candidato, la primera entrevista de televisión me la hizo Luis Spota y me hizo esa pregunta en otros términos, de si yo no iba a sufrir el “mal de altura”, el mal del poder que solía acoger a los políticos jóvenes. Yo le respondí que estaba vacunado contra eso, pero creo que es uno de los retos a cualquier edad, que tú tienes que mantener tu equilibrio emocional y entender que por los cargos públicos se pasa, son transitorios, no son permanentes.
Pregunta: Tu caso es muy particular, porque vienes de una familia de mucho dinero, pero vives para la política, ¿cómo le haces para compaginar tu vida personal con tanto cargo político?
PJC: Sí, he consagrado gran parte de mi vida profesional a servir al país desde diversas posiciones. Yo creo que una de las partes difíciles de la vida pública es que uno descuida mucho a la familia, pero yo trato de que mi tiempo libre y mis fines de semana pueda dedicárselos a mi familia, aunque no siempre se puede.
Pregunta: Tienes 2 hermanos que han buscado ser gobernadores de tu estado.
PJC: Así es. Mi hermana fue candidata del PRI a senadora y diputada federal, luego se sale del partido porque consideró que no había tenido una contienda justa y es impulsada por otras fuerzas políticas y no tiene éxito; pero mi hermano Carlos, él resultó electo en las últimas elecciones y es el actual gobernador.
Pregunta: ¿Qué les platicaba su papá?, me imagino que algo les inculcó para que todos quisieran meterse a la política….
PJC: No me lo vas a creer, pero mi papá no quería tener hijos políticos, quería que sus hijos trabajáramos con él. Yo fui el primero que metió el desorden, sí me costó un problema con mi papá, que me decía: ‘¿Qué vas a hacer en la política? Sólo te va a dar amarguras, yo necesito que trabajes conmigo’, y ya después fue aceptando mi carrera y yo creo que yo le facilité esto a mis hermanos. Él acabó trabajando con sus nietos, mis hijos y el hijo de mi hermana, porque ya no se le pudo consumar su sueño de que trabajáramos sus hijos con él. Mis hijos son empresarios y parte de eso se debe a mi padre, trabajaron con él muchos años y le aprendieron, fue un curso intensivo de cultura de austeridad y del trabajo. Uno de ellos ha hecho política empresarial y parece que ahora anda con el gusanito de la política, pero hay que esperar más para ver si tiene vocación y si se decide a participar o no.
Pregunta: En estos momentos estás en la Secretaría de Energía, te han tocado muchos cambios…
PJC: Yo le agradezco muchísimo al Presidente que me haya nombrado secretario de Energía, porque he podido participar en esta transformación gigantesca que se ha hecho en este gobierno del sector de energía, y ése ha sido el mayor reto de mi vida pública. En estos 5 años no ha habido rutinas, casi todos los días tenemos que hacer algo nuevo, algo inédito, hemos tenido que cambiar paradigmas y eso es un reto profesionalmente fascinante.
Pregunta: ¿Cómo te ves ahora, a fin de sexenio?, ¿qué viene para ti?
PJC: Mi aspiración es aprovechar al máximo estos 12 meses que quedan de gobierno, no aflojar el paso. Le he pedido a mis colaboradores que no se relajen, que no sólo vean el último año de gobierno como un año de cierre administrativo, porque la función que tenemos es histórica. Por lo que a mí respecta, si fuera el último cargo de mi vida pública, yo me iría de la política con una gran satisfacción del trabajo que hemos hecho. La primera parte de mi vida política la tenía más o menos planificada; la segunda ha sido totalmente aleatoria. Nada es gratis en la vida, y finalmente, el esfuerzo al final se reconoce.
Pregunta: ¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida, y cuál el más triste?
PJC: El más feliz el día que nacieron mis hijos; otro día muy feliz de mi vida fue cuando tomé protesta como gobernador de mi estado, también el día que asumí la Presidencia del PRI, han sido días muy valorados por mí y muy intensos. Los más tristes cuando murieron mis padres y un accidente que tuve en una gira de trabajo, ahí murieron varios colaboradores y acompañantes que iban conmigo, fue un accidente muy triste, es una marca, una herida que queda.
Pregunta: Complétame esta frase, Pedro Joaquín Coldwell es…
PJC: Un mexicano que sirve a su país.
Muchísimas gracias.