El terror no altera el clima
Después de los terribles ataques terroristas en París el pasado 13 de noviembre, en los cuales murieron 137 personas y otras 415 resultaron heridas, muchos pensaron que la mayoría de los Jefes de Estado cancelaría su participación en la cumbre del cambio climático.
Sucedió justo lo contrario, antes de los atentados 117 Jefes de Estado habían anunciado su asistencia. Una treintena se sumó después, como un acto de solidaridad contra el terrorismo. A París llegaron más de 40 mil personas de las delegaciones y organismos participantes en la cumbre.
Francia fue designada país anfitrión de la XXI Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) con el principal objetivo de llegar a un nuevo acuerdo internacional sobre el clima previsto para después de 2020.
El Presidente Peña Nieto viajó el sábado por la tarde a la capital francesa para estar presente en la inauguración del evento al lado del mandatario francés, François Hollande, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y otros Jefes de Estado.
La gran convocatoria se logró porque precisamente son los temas en contra del terrorismo y el medio ambiente los que más preocupan y nos afectan en este mundo global. Y el hecho de que tantos mandatarios estuvieran reunidos ahí es una muestra de poder y fortaleza ante los grupos terroristas.
Las medidas adoptadas fueron extremas. Hubo un masivo despliegue de seguridad: De los 120 mil efectivos movilizados por todo el país, 8 mil estuvieron dedicados al control en las fronteras aéreas, terrestres y marítimas, que París restableció el 13 de noviembre horas antes de los atentados sucedidos ese mismo día, como medida ya prevista para reforzar la seguridad de esta cumbre. Sin embargo, ahora se mantendrá el tiempo que lo requiera la amenaza terrorista. El ministro de Interior francés afirmó que desde el 13 de noviembre hasta la fecha han sido arrestadas más de 300 personas, 200 de ellas permanecen bajo custodia.
Durante la cumbre se pidió a los parisinos evitar el uso de vehículos particulares “unas horas” el domingo y el lunes para facilitar la movilización de los asistentes entre la capital, el centro de convenciones de Le Bourget y los aeropuertos parisienses, implementando transporte público gratuito durante ambos días. También se solicitó a las empresas que pospusieran entregas y permitieran a sus empleados trabajar desde sus hogares estos dos días, y fueron cerrados varios tramos de carreteras.
Los expertos coinciden en que las amenazas terroristas difícilmente se consuman en un evento con todos los Jefes de Estado, lo que generalmente han hecho estos grupos es atacar en otras partes para desestabilizar. Pero sí ha habido situaciones como la que se dio en julio de 2005, cuando cuatro atacantes suicidas detonaron explosivos en la red de metro y autobuses de la ciudad, justo cuando el entonces primer ministro británico, Tony Blair, era el anfitrión de la cumbre del G8.
El pasado fin de semana en París se prohibieron las manifestaciones por cuestiones de seguridad. Muchos grupos habían planeado el uso de la plataforma de esta cumbre para llamar la atención sobre las causas específicas o para presionar por una mayor urgencia en la lucha contra el cambio climático. Pero esto estuvo muy controlado y la seguridad fue la prioridad.
El mundo sin duda no es el mismo desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, y hoy vuelve a cambiar con los recientes ataques terroristas en París. Pero haber llevado a cabo este evento con más de 150 Jefes de Estado es un éxito y una señal de que a pesar de que el pánico contra ataques terroristas es algo que todos sentimos, esto no nos va a doblegar.
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