El jersey de Brady, la coartada de Trump
Un mexicano, director editorial del diario La Prensa, resultó el responsable del robo del jersey del jugador más famoso de la NFL durante el pasado Super Bowl disputado en Houston.
Tom Brady, quien para colmo es amigo y simpatizante del presidente Donald Trump, desde esa misma noche, la del pasado 5 de febrero, fue captado por las cámaras de televisión preguntando a la gente a su alrededor si alguien había visto su jersey que utilizó durante el partido, el cual era más valioso debido a que había ganado su sexto campeonato vistiéndolo.
A partir de ahí comenzó un largo proceso, prácticamente de mes y medio, iniciado por la policía de Houston y que tuvo seguimiento por parte del FBI. De éste derivó un operativo de cooperación internacional con la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales de la PGR.
A través de las investigaciones se localizó un video en el que aparece Mauricio Ortega con el jersey robado. Ahora se descubrió que Ortega había hurtado no sólo el jersey, sino varios objetos a jugadores a lo largo de los años en los vestidores de la NFL. Además de la prenda que usó el quarterback de los Patriotas de Nueva Inglaterra, las autoridades encontraron el jersey que Brady vistió en el Super Bowl XLIX.
La principal pregunta es: ¿cómo fue posible que Ortega tuviera acceso a dichos eventos y tanta proximidad con los jugadores?
Ortega se aprovechó de su puesto como director del periódico para adjudicarse la cobertura del Super Bowl, un hecho éticamente cuestionable, pues en el ámbito periodístico se sabe que son los reporteros de la fuente a quienes les corresponde dicho derecho.
Realizó su proceso de acreditación con la NFL enviando el formato vía Internet, el cual es sometido a un proceso de aprobación, vigilado por la oficina de dicha liga en nuestro país.
Los periodistas mexicanos son de los pocos que son sometidos a este filtro, porque ya ha habido casos en los que algunos de los representantes de los medios han vendido las acreditaciones para el partido, en lugar de utilizarlas para su labor informativa.
Una vez aprobada la acreditación se tiene acceso a las áreas de prensa. Todo reportero que se encuentre acreditado para el Super Bowl tiene la posibilidad de bajar a las salas, donde se realizan las conferencias de prensa del estadio cuando faltan dos minutos para que termine el partido.
Con sólo presentar la acreditación correspondiente a los integrantes del cuerpo de seguridad del comité organizador, se puede acceder a dichas salas que se encuentran a un costado de los vestidores.
Los reporteros actúan con absoluta libertad y no se les revisa ni a la entrada ni a la salida las mochilas o maletas que lleven, bajo el entendido que buena parte de ellos cargan sus accesorios de trabajo, como laptops, grabadoras o cámaras.
Ortega llevaba varios años acudiendo al Super Bowl y sabía que podía acceder a los vestidores y dónde se ubicaban los casilleros de los estrellas. Conocía que hay ciertos momentos en que los jugadores son llamados para realizar un enlace televisivo y que no están al pendiente de sus objetos personales. Esos momentos fueron los que aprovechaba para hurtar dichas pertenencias.
En el ámbito de la justicia y a pesar de que Brady ha dicho que no quiere presentar cargos, la policía de Houston aclaró que “presumiblemente” lo realizarán. Si esto sucede, iniciaría un proceso que extradición de Ortega a la Unión Americana. Las leyes de Houston castigan con prisión de cinco a 99 años el robo de cualquier objeto con valor mayor a los 10 mil dólares. Aquí el dato relevante es que las playeras del jugador estrella de los Patriotas están valuadas en 500 mil dólares.
Este hecho de un mexicano “periodista”, robándose objetos de la NFL tendrá sin duda consecuencias para los representantes de los medios del país, en el futuro.
La NFL seguramente implementará nuevos filtros para la aprobación de las acreditaciones o podría restringir las áreas de acceso, causando un conflicto con las asociaciones de periodistas estadounidenses, quienes siempre han peleado por la libertad de acción y contra la censura.
Por otro lado, el equipo afectado, los Patriotas de Nueva Inglaterra, está anunciado para jugar en la Ciudad de México en noviembre próximo en el Estadio Azteca contra los Raiders de Oakland.
¿Se podría alguien ofender si acaso la directiva y los jugadores piden condiciones especiales de seguridad o si realizan alguna declaración en la que se refiera el amargo capítulo propiciado por Ortega?
Qué vergüenza para todos los mexicanos la manera en la que actuó Mauricio Ortega. Ya de por sí es tensa la relación entre México y Estados Unidos. Con un solo mexicano que haga lo que hizo Ortega, le está dando la razón a Donald Trump.
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