El jardín del salvajismo
Tras las recientes lluvias que se han presentado en el municipio de Salinas Victoria, en Nuevo León, el terreno se reblandeció y hubo un deslave que dejó al descubierto 31 mil restos humanos que habían sido enterrados ahí. No se sabe a qué cantidad de cuerpos pertenecen, pero, es sin duda, una cifra mayor.
En los próximos días se harán estudios genéticos para poder determinar si estos huesos corresponden a algunas personas reportadas como desaparecidas en la región.
La organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC), tiene un registro de 967 desapariciones, del 2011 a la fecha; pero, gracias a pruebas de ADN o porque fueron localizados vivos, la cifra actual es de 825, que permanecen sin que se tenga noticia de su paradero.
El Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) presentó en julio un estudio denominado Homicidio, una mirada a la violencia en México que reveló que en cuanto a fosas clandestinas, tienen los primeros lugares Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Colima, Jalisco y Nuevo León.
Nuevo León atravesó una época muy complicada en el tema de seguridad. Durante años, por ejemplo, San Pedro Garza García fue considerado uno de los municipios más seguros del país. Se sabía que ahí vivían familiares de narcotraficantes y precisamente por eso se mantenía la plaza segura. Los narcotraficantes no generaban violencia. En el 2009 se empezó a demostrar que esa seguridad era falsa.
La seguridad en Nuevo León se descompuso casi de inmediato. Para el 2009 asesinaron al jefe de la policía municipal de San Pedro Garza García, el municipio más próspero del país.
A partir de ese momento empezó la crisis de seguridad en Nuevo León. San Pedro dejó de ser el municipio donde no operaba el crimen organizado, solamente vivían las familias de los capos importantes.
En ese entonces se intensificaron los operativos de seguridad en Tamaulipas y muchos criminales emigraron al vecino estado de Nuevo León, en el llamado efecto cucaracha.
Era una etapa crítica donde el crimen organizado se apropiaba de las calles del estado. Para el 2011 Los Zetas intensificaban su lucha por el territorio contra otros cárteles, como el del Golfo y el de Sinaloa. Fue en el 2011, cuando los Zetas incendiaron el Casino Royale.
Hace poco más de dos años, la seguridad empezó a mejorar, utilizando la única receta posible, cambiaron a los mandos policiales, crearon una buena escuela para formar nuevos mandos y hoy la seguridad se ha recuperado en forma notable. Pero aún hay mucho por hacer.
La violencia no se ha erradicado del todo. En mayo de 2014 fueron capturados cuatro cabezas de estos cárteles en Nuevo León: Juan Manuel Rodríguez García, Juan Perros, líder del Cártel del Golfo en Reynosa; Rodríguez fue señalado como responsable del recrudecimiento de la violencia en Reynosa, Tampico, Matamoros y Nuevo Laredo, entre otros municipios tamaulipecos donde Zetas y miembros del Cártel del Golfo se disputan la plaza. Juan Fernando Álvarez Cortez, El Ferrari, líder de Los Zetas de Ciudad Victoria, fue detenido por la Marina en el municipio de Sabinas cuando viajaba en un autobús.
Las fuerzas federales detuvieron, en operativos realizados en Monterrey y San Pedro, al líder de Los Zetas de Nuevo Laredo, Fernando Martínez Magaña, El Z-16, y a su operador financiero.
En junio de este año, en un lapso de tres días se registraron 21 muertes en diferentes municipios del estado de Nuevo León, incluyendo el municipio de San Pedro Garza García.
Dentro de los muertos se encontraban varias mujeres y menores de edad.
“La violencia está provocada por los cárteles que operan en el noreste del país y se presume que en algunos de los casos sean ajustes de cuentas o reacomodos de estos grupos delincuenciales”, dijo en ese entonces el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina.
Y es por eso que es tan importante poder identificar los restos humanos encontrados. Muy probablemente, se trate de muertes provocadas por ajustes de cuentas y eso es lo que tenemos que saber con certeza. Mientras tanto los expertos de la PGJNL estudian los restos para intentar averiguar a quién pertenecen.
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