El avión presidencial
En uno de los tantos viajes que ha realizado el avión TP01 de la Fuerza Área Mexicana, utilizado por el Presidente de la República, iba el entonces presidente Calderón acompañado por los líderes de los partidos y empezó a caer agua dentro de la cabina de pasajeros. Estaban en medio del Atlántico y como no se sabía cuál era el motivo por el que los pasajeros estaban quedando empapados, la aeronave tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en cuanto avistó tierra para poder detectar el problema. Afortunadamente y después de horas de revisión, resultó que se había roto una manguera del aire acondicionado y que por donde debía salir aire salía agua.
Por motivos de seguridad nacional al Presidente de la República no se le permite viajar en ninguna otra aeronave que no sean las que tienen las fuerzas armadas mexicanas. Pero, paradójicamente, las aeronaves que están destinadas al uso presidencial, son ya muy antiguas.
El TP01 es una aeronave que compró el presidente López Portillo, y le fue entregada al presidente De La Madrid en 1987. No tiene autonomía para realizar vuelos trasatlánticos o continentales. Para llegar a Europa, forzosamente tiene que hacer escalas en Terranova, Canadá, para abastecer combustible. Para volar a Asia se requieren dos escalas. Además gasta casi el doble de combustible que cualquier aeronave moderna, lo cual eleva considerablemente el costo de cada viaje presidencial.
Se le han hecho algunas mejoras en las turbinas, pero no han sido suficientes. Además ya no cuenta con la comodidad que tiene la mayoría de las aeronaves comerciales en una clase de negocios. Pero la necesidad básica para remplazar un avión de casi 30 años es la seguridad.
Al principio de la administración Calderón se contempló cambiar la aeronave, pero políticamente no es correcto que un presidente se compre un avión para usarlo en su sexenio, así que, como el TP01 ya no contaba con los mínimos requisitos para un avión presidencial, se tomó la decisión de adquirir uno nuevo, pero para uso de su sucesor. No podemos olvidar que en los últimos años fallecieron Francisco Blake Mora y Juan Camilo Mouriño, ambos secretarios de Gobernación, y José Luis Santiago Vasconcelos, acompañados de otros funcionarios, en aeronaves del gobierno federal.
El nuevo avión, un Dreamliner, llegó a suelo mexicano la semana pasada pero sólo estará poco tiempo. Regresará a Estados Unidos para ser acondicionado hasta mediados del 2015. Sin duda es una aeronave cara, todo avión lo es, pero se pagará en arrendamiento financiero a 15 años. También se aprovechó la compra al mayoreo que hizo la empresa Aeroméxico para renovar su flota, para poder adquirir el nuevo avión presidencial con un descuento considerable.
Es un tema de seguridad nacional que el Presidente de la República viaje en un avión seguro. El Air Force One, del presidente de Estados Unidos, es utilizado como sitio de seguridad extrema ante problemas de seguridad nacional, como fue para el presidente Bush, poco después de los atentados del 11 de septiembre. No es nuestro caso, pero tampoco un presidente puede volar continuamente en una aeronave que con el paso de los años va teniendo un desgaste natural que la termina por hacer insegura.
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