Debemos tomar conciencia de los derechos humanos de los policías: Manelich
Reconocen a 12 federales como víctimas del caso Nochixtlán.
El Comisionado afirma que ellos protegen las libertades; explica que el protocolo para el uso de la fuerza pública señala las distintas etapas de la intervención y cúando se aumenta o disminuye la fuerza.
El uso de la fuerza por las áreas policiales y de seguridad, sobre todo desde 1968, ha generado conflictos y debates en México. La Policía Federal presentó el miércoles un Protocolo para el Uso de la Fuerza Pública.
Había lineamientos, pero no un protocolo y coincide con la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre el caso Nochixtlán.
Sobre este tema hablamos junto con Jorge Fernández Menéndez con el comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla.
MC: Es el primer protocolo de este tipo que publica el Diario Oficial, construido por la Policía Federal, después de un trabajo de más de 10 meses que involucra a académicos muy importantes, a policías con antigüedad y gran experiencia, a organismos como la Cruz Roja Internacional y expertos en la materia, para poder consensar las mejores prácticas y establecerlas en el documento que se presentó.
Pregunta: Hay una toma con violencia de una carretera y la gente dice: ‘¡Desalójelos!’, pero cuando los desalojan, hay quienes dicen: ‘¿Por qué usaron la fuerza?’, tenemos una visión dual. ¿Qué es lo que dice el protocolo sobre ese tipo de temas?
MC: Si tuviéramos que resumir la idea del protocolo, es: explicar puntualmente las diferentes etapas de intervención policial, que van desde por qué está presente la autoridad, establecer comunicación, actuar con avance paulatino del uso de la fuerza, pone por encima de cualquier prioridad que no exista riesgo en la integridad física de las personas, pero de ser así, marcar los lineamientos para que se use hasta la fuerza letal. El protocolo establece también aquellos casos en los que tiene que disminuir la fuerza.
Pregunta: En el caso de Nochixtlán. Sale una recomendación de la CNDH, pero me parece que no termina por comprender lo que sucede en un enfrentamiento, donde hubo 7 manifestantes muertos, pero más de 100 policías heridos, muchos de ellos de bala. ¿Cómo ves la recomendación? y ¿qué es lo que sucedió desde el punto de vista de la Policía Federal?
MC: Primero, con relación a la recomendación, hemos sido siempre muy respetuosos de los pronunciamientos de la CNDH, pero también vemos posibilidades de llamar a tomar conciencia de los derechos humanos de los policías. La actuación policial es compleja, enfrenta momentos que son imposibles de prever, muchas veces uno está preparado para hacer una actuación determinada y el entorno se transforma y hay que tomar decisiones rápido, a veces un policía toma en una fracción de segundo una decisión que a un juzgador le va a costar un año de analizar expedientes.
Pregunta: Y en una fracción de segundos se les va la vida.
MC: De ahí depende la vida. En el caso que mencionas, tenemos 12 policías federales reconocidos en su calidad de víctimas por esos hechos de Oaxaca.
Pregunta: ¿Por qué víctimas?
MC: Porque son heridos de una manera grave con toda la alevosía, gente que perdió extremidades, herida de bala, que fueron en algunos casos rociados de combustible, sobajados, humillados… Entonces, es muy importante, que no se deje a un lado los derechos humanos de los policías porque son, precisamente, los que están para salvaguardar las libertades, la seguridad de las personas y si no empezamos por proteger a nuestros policías, si no les reconocemos derechos pues vamos a avanzar de manera incorrecta y se va a separar la realidad de la función policial de manera irreconciliable, por supuesto que no queremos eso, por eso el protocolo está aquí.
Pregunta: En ese esquema de fortalecer derechos humanos también está el fortalecer los derechos de los policías. En ocasiones en manifestaciones participa el crimen organizado, embriones de grupos guerrilleros y hay que actuar…
MC: Es correcto, muchas ocasiones lo que está planteado como una operación destinada a dialogar y desalojar con el mínimo uso de la fuerza termina siendo una agresión contra el personal. Mucha gente habla de esas circunstancias del uso de la fuerza, un cohetón hoy, con las características de los que se usan en diferentes partes del país, rompe escudos y hace que se mutilen partes del cuerpo humano, generan daños irreversibles. Son auténticos artefactos diseñados rudimentariamente para generar daño…
Pregunta: Si tú quieres exigir a tu policía le tienes que dar ciertas seguridades.
MC: Sin duda, e insisto, este mecanismo de derechos humanos pensando en los policías está aterrizado en el protocolo. Es una herramienta para que el elemento sepa de qué manera puede usar la fuerza para que no tenga consecuencias legales; uno de los temores fundamentales de los policías es: “Si uso la fuerza más allá de lo que yo podría imaginar, ¿voy a tener consecuencias jurídicas?”, y este protocolo les da certezas.
Pregunta: Y obligaciones…
MC: Y obligaciones, desde luego, sin duda alguna, eso es algo que la sociedad exige, que la Policía sea transparente en su actuación, pero también nosotros queremos que se reconozca esa necesidad de incrementar el uso de la fuerza cuando así sea o de disminuirla cuando sea necesario.
Pregunta: El caso Nochixtlán me parece un magnífico ejemplo, ¿qué ocurrió en Nochixtlán desde el punto de vista de la Policía Federal?, se iba a desalojar una carretera, todo comienza con ese capítulo.
MC: Sí, como muchos desalojos que se realizaron los días previos y que se realizan cotidianamente. Todos los días hay gente de la Policía Federal actuando, librando vialidades, evitando que sean tomadas y podemos dar un dato muy duro, hay en promedio 10 mil actuaciones táctico-operativas al mes por parte de la Policía Federal, 10 mil que pueden ir desde una simple revisión hasta órdenes de cateo, órdenes de aprehensión, operativos diferentes, cuando una sale de lo planeado, sucede lo que estamos debatiendo hoy. Ese día no fue la excepción y no es una cuestión que tenga que ver, como se ha dicho por ahí, con alguna deficiencia inicial. El tema está abierto, se está analizando, nosotros estamos aportando lo que nos ha sido solicitado, pero los hechos están ahí, son públicos.
Pregunta: La Gendarmería llega casi 11 de la mañana, ¿no?
MC: 10:45 de la mañana aproximadamente, existe evidencia suficiente de que poco después de las 8 de la mañana, las cosas ya tenían un nivel importante, lamentablemente las primeras personas en perder la vida suceden pasaditas las 8 de la mañana. Pasó por diferentes etapas y concretamente el movimiento de la división de Gendarmería se da 10:45 de la mañana en que se ubica aproximadamente en la escena…
Pregunta: Es otra situación que se estaba descontrolando en muchos ámbitos…
MC: Se actuó rescatando a compañeros que estaban ya en una posición muy vulnerable, una compañera policontundida con múltiples fracturas siendo golpeada salvajemente por rijosos; teníamos elementos retenidos, había gente que estuvo varios días retenida…
Pregunta: Que amenazaron con quemarla y matarla. ¿Cómo lograron recuperar a los elementos?
MC: Hubo gente rociada en gasolina que fue amenazada con ser quemada en vida…
Uno de los puntos más importantes que establece el protocolo es qué hacer en esos casos cuando la situación está completamente desbordada. No podemos pedir el mismo nivel de la fuerza que se tenía al inicio de una situación que estaba orientada a librar una carretera, ése es el uso paulatino de la fuerza. Es muy complicado tomar una decisión al nivel del campo, con los ojos quizá cegados por el humo, por la zozobra en la que entran algunos que no tienen ya con qué defenderse, que son vulnerables, entonces ahí es donde tiene que entrar la razón ética del Estado a ordenar de qué manera se va poniendo el orden, establecer esa prioridad.
Pregunta: ¿Están entrenadas ya las fuerzas de la Policía Federal para implementar este protocolo?, ¿ya lo conocen todos los policías?
MC: Ya iniciamos una etapa de socialización del protocolo final. Se va a preparar a todos nuestros equipos especiales, van a ser los primeros en tomar un curso especializado para el protocolo, se instruyó a todos los coordinadores estatales repartirlo, distribuirlo y empezar a analizarlo, creemos que tenemos a la gente preparada pero sin duda alguna, el camino es todavía largo. Esperamos estar a la altura de lo que la sociedad mexicana quiere.
Pregunta: Es difícil para un policía que está enfrentándose con grupos muy violentos, pensar que no está en un combate o ponerse a platicar con los agresores.
MC: Por eso el comisionado Renato Sales dice que hoy ser policía no sólo es una vocación, es una profesión, hay que prepararse mucho para enfrentar esos escenarios.
Pregunta: Para tener la sangre fría, que te estén lanzando una granada y veas cómo le haces para trabajar conforme a lo que está estipulado, sin que después se te acuse de uso excesivo de la fuerza.
MC: Por eso iniciamos este ejercicio de protocolo con un planteamiento de que tenemos que estar en un nivel por encima de la ética de la sociedad, la autoridad que usa la fuerza tiene que tener un nivel ético mayor, un respeto mucho más profundo hacia los demás, ir mucho más allá que el simple deseo de proteger y servir, hay que hacerlo con una visión ética del servicio.