Como los delfines, te mueves o mueres
Se supone, según un estudio de la Universidad Babson, que en 10 años dejará de existir el 40 por ciento de las 500 empresas que la lista de Fortune ubica como las más exitosas del mundo.
La competencia que se vive hoy en día por los distintos mercados es voraz. Las empresas o se reinventan y van al mismo ritmo que las nuevas tecnologías o salen de la competencia, no importa cuán exitosas hayan sido. Hace unos años la mayoría de los empleados se podía visualizar en un trabajo para gran parte de su vida. Hoy esa mentalidad es casi imposible de mantener. Las empresas nuevas ya no necesitan tanto capital humano. Lo que requieren es invertir en tecnología de punta.
Según otro estudio, éste de la Universidad de Yale, el tiempo promedio de una empresa establecido en la lista de las 500 de S&P era en 1920 de 67 años. Hoy el tiempo esperado de vida para la mayoría de las empresas es de sólo 15 años.
Otro informe, elaborado en el Harvard Business Review, asegura que cada cinco años surgen compañías que cambian el modelo establecido. Por ejemplo, la empresa de transporte de Uber, que ya no tiene intermediarios y la conexión se hace por medio de un celular, o por ejemplo la empresa que da servicio de películas como Netflix.
Uber basa su servicio en un GPS, por medio de una red de 20 satélites con trayectorias sincronizadas a 20 mil 200 kilómetros por hora, que son capaces de cubrir toda la superficie de la Tierra.
Netflix, la empresa de películas y series que empezó a funcionar en 1997, ha sido particularmente exitosa. Tiene un catálogo parecido al que podíamos encontrar en una tienda de renta de videos, a un costo muy moderado y sin tener que salir de tu casa.
Otra empresa, que se llama Airbnb es una plataforma para reservar y rentar propiedades, en lugar de hoteles, por Internet. A un año y medio de haber llegado a México ya cuenta con nueve mil registros. Creció 200% en el tiempo que lleva en nuestro país.
También surgió el Kickstarter, un servicio para buscar financiación colectiva de inversión.
Son muchas las grandes empresas que no se han podido adaptar al ritmo de este nuevo mundo tecnológico y han quebrado. Por ejemplo IBM, un gigante que en su momento fue exitosísimo y que se vio en serios problemas a principios de los 90´s, cuando empezó con pérdidas millonarias, ya que las computadoras PC dejaron de ser tan comerciales.
Otro caso es el de la empresa fotográfica Kodak, que ante las nuevas tecnologías de fotografía digital prácticamente ha desaparecido de la foto. Hay otras empresas que se hubiera pensado durarían muchos más años económicamente activas: Daewoo o Nokia, pero también fracasaron.
El mundo laboral está cambiando al mismo ritmo que el mundo de la tecnología. Tenemos que reinventarnos todos los días con lo que hacemos para no perdernos en ese camino. Los empleos de hoy son distintos a los tradicionales de hace unos años y sin duda esto se seguirá moviendo. Tenemos que estar conscientes y preparados para estos grandes cambios que se dan todos los días. Como los delfines, si no se mueven hacia delante, se mueren.