China quiere con México
Es una de esas ofertas que son difíciles de rechazar, sobre todo ahora que comienza, el 16 de agosto próximo, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Ayer, el embajador de China en nuestro país, Qiu Xiaoqi, aseguró que su nación quiere un Tratado de Libre Comercio con México y está listo para ser un firme aliado de los empresarios mexicanos. Recordó que México es el segundo socio comercial de China en América Latina y el segundo socio comercial de México a nivel mundial.
Es una relación, insistió, muy importante para su país. Una relación, por cierto, en la que China tiene un superávit de 60 mil millones de dólares anuales, por lo que sería importantísimo para México ahondar el vínculo para tratar de equilibrar la balanza comercial.
“Del lado de China”, agregó, “no tenemos ninguna dificultad para iniciar negociaciones sobre un TLC con México, “estamos listos”.
Qui Xiaoqi agregó: “China tiene excelentes relaciones con México, y estamos dispuestos a promover una mayor amistad y cooperación, y eso no tiene qué ver con ningún tercer país”, en referencia a la próxima renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y en el cual, Estados Unidos busca obtener ventaja.
El diplomático chino comentó que su país también apoyará al gobierno mexicano en temas como las zonas especiales económicas, pues puso como ejemplo, a Hong Kong que funciona como un mecanismo de este tipo.
Hay ofertas, decíamos, que no se pueden rechazar. Ésta podría parecer una de ellas.
Hay que recordar que Estados Unidos, en la primera medida que tomó el presidente Donald Trump, renunció al Acuerdo Transpacífico, que había sido ideado por la administración Obama no sólo para activar el comercio y el intercambio con otras 21 naciones, sino también para poner freno a la creciente hegemonía china en toda la región.
Donald Trump abandonó el acuerdo y China se apresuró a declarar que estaba dispuesta a ocupar ese lugar.
Semanas después, durante la reunión en Davos, Suiza, se vivió lo que muchos denominaron como el mundo al revés.
Xi Jinping, el presidente de China, hizo en el foro empresarial, globalizador por excelencia, una apasionada defensa del libre comercio y la globalización.
El secretario general del Partido Comunista chino se presentó como el gran defensor de un mundo sin barreras comerciales, mientras los representantes de la Casa Blanca enarbolaban la barrera del proteccionismo.
Para los voceros oficiosos de la administración Trump, desde las épocas de campaña, el tema chino siempre ha sido difícil.
Conciben a la nación asiática, que es además y con mucho la principal acreedora e inversionista de la Unión Americana, como su principal rival geopolítico.
Cuando informalmente la gente del presidente Donald Trump habla de la relación comercial con México utiliza una suerte de regla de tres muy sencilla: Estados Unidos tiene un déficit comercial con México de 60 mil millones de dólares, al mismo tiempo que nuestro país tiene la misma suma de déficit con China.
Lo que tenemos que hacer, dicen, es equiparar el comercio entre México y Estados Unidos en esos 60 mil millones y enfrentarnos juntos geopolíticamente a China.
Es mucho más fácil decirlo que hacerlo, sumado al hecho de que, en realidad, en un mundo globalizado las cosas son mucho más complejas, porque ya casi no existen grandes empresas nacionales. No hay absolutos.
Por lo pronto, una negociación comercial de México con China, paralela a la que iniciará con Washington y Ottawa el próximo 16 de agosto, puede ser idea atractiva.
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