La incorregible Delfina
Ya se ha demostrado documentalmente que Delfina Gómez, durante su tiempo como presidenta municipal de Texcoco, desvió casi 40 millones de pesos de salarios de los trabajadores, sobre todo de policías, hacia cuentas de su jefe político Higinio Martínez, ahora también presidente municipal de esa circunscripción mexiquense.
Se ha demostrado que Higinio, su familia y la propia Delfina se hicieron de casi dos decenas de propiedades en unos pocos años. Que se vendieron y compraron propiedades por debajo de su valor comercial. Que se pagaron liquidaciones muy altas, fuera de cualquier parámetro legal.
También a esos señalamientos se agregan otros que, con pepeles y testimonios, han salido a la luz pública en diversos medios, los cuales relacionan a la administración de la abanderada morenista con contratos concedidos y pagados a empresas de dudosa existencia, y por proyectos de los que no se tuvo registro de ejecución.
De diferentes maneras, enfatizando la gravedad de las acusaciones, en los dos debates auspiciados por el órgano electoral local, sus contendientes le han exigido explicar el conjunto de anomalías e incluso ilegalidades ya denunciadas; sin embargo, ella ha preferido guardar silencio.
Si acaso trató de justificar el cobro del diez por ciento del salario a los trabajadores, el llamado diezmo, apenas después de que se diera a conocer, con el argumento de que en algunos casos eran descuentos para pagar el Fonacot.
Sin embargo, ese organismo salió a aclarar inmediatamente que ni siquiera hay convenio con el municipio de Texcoco.
Por lo pronto, Delfina Gómez conserva su candidatura en el Estado de México y es, incluso, una postulante muy competitiva, de acuerdo con el conjunto de encuestas presentado a principios de esta semana.
Sin embargo ayer ADN40 presentó una denuncia particularmente ofensiva para alguien que dice defender los derechos de las mujeres.
A través de documentos y testimonios se comprobó el despojo sistemático de las pensiones alimenticias a por lo menos 50 mujeres y a sus hijos, a través de distintos mecanismos durante las adminsitraciones municipales de Delfina Gómez e Higinio Martínez, en Texcoco.
Una mujer llamada Mónica N., cuyo esposo trabaja en el gobierno municipal, explicó en un testimino a esa televisora que a su esposo, por ley, le descontaron la pensión alimentaria que le corresponde a ella y a sus hijos, pero que nunca la depositaron a su propia cuenta.
Los recursos fueron desviados a una cuenta de Alberto Martínez Miranda, hermano del alcalde del municipio, Higinio Martínez y tesorero de Delfina.
Hace por lo menos tres meses que no cobra la pensión, le dicen que “… después de la campaña lo van a regresar, pero nosotros no vamos a creer lo que ustedes están diciendo, sabemos perfectamente que eso es mentira, mientras tanto, nos están amolando como madres de familia al quitarnos, retenernos la pensión alimenticia, sabiendo que tenemos que mantener a nuestras familias”.
Estas retenciones sobre pensiones alimenticias suman unos cien mil pesos quincenales, más de dos millones de pesos al año, e involucran a unas cincuenta mujeres cuyos ex esposos laboran en el municipio y cuyas pensiones, por ley, les son descontadas automáticamente de sus salarios.
En una lista que presentó ADN40 correspondiente a enero de 2015, y bajo el concepto de “pensión alimenticia”, están los nombres de 50 mujeres a quienes se les habría retenido su pensión. Suma 97 mil 697 pesos en una quincena.
La misma cantidad aparece en la póliza de un depósito en una cuenta a favor de Alberto Martínez, hermano del actual presidente municipal de Texcoco y líder del grupo de Acción Política de Morena en el estado de México.
Para muchas mujeres divorciadas es muy difícil poder sostener a sus hijos. Es imperdonable que el dinero de la pensión que estas reciben para las necesidades básicas de los menores sea retenido y utilizado según muestran estos testimonios para la campaña política.
¡No se vale!
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