¿Por qué Siria?
El ataque con misiles a una base militar siria, por parte de Estados Unidos en represalia por la utilización de armas químicas por el gobierno Sirio contra población no es algo nuevo en la región.
Pero sí implica una escalada militar del gobierno de Trump en este largo conflicto.
Para entenderlo hay que comprender la historia de ese país. Así lo explica un trabajo de la campaña Siria Save the Children titulado #Why Syria:
Siria se localiza en la región de Asia conocida como Medio Oriente, comparte fronteras con Turquía por el norte, Irak por el este, Israel y Jordania al sur, y Líbano por el oeste, su población se concentra en las provincias de Damasco, Aleppo, Homs, Hamma, Latakia y Tarus, porque el resto del país se encuentra en una zona que forma parte del Desierto de Arabia, su importancia radica en que ahí está un tercio de las reservas de petróleo del mundo y también de gas natural.
Para sacarlo de ahí, hay que rodear toda la Península de Arabia y salir por el Canal de Suez y Egipto cobra por cruzarlo. Pero hay otra manera más fácil, la línea recta (los oleoductos que atraviesan una parte de Medio Oriente) y el que controle estas tuberías, controla el gas y el petróleo y fija los precios.
Por su importancia cultural, religiosa, política y geográfica, todos han querido controlar esta zona y siempre ha estado dentro de algún imperio: persas, griegos, romanos, el Imperio Islámico y, por último, el Imperio Otomano que se queda ahí 600 años, hasta su derrota en la Primera Guerra Mundial.
Para derrotar al Imperio Otomano, Francia e Inglaterra pidieron ayuda a la población, en su mayoría árabes, a los que les prometieron la Gran Arabia, un país solo para ellos.
Sin embargo, mediante el acuerdo de Sykes-Picot, Inglaterra y Francia acordaron la división de la región y crearon muchos países pequeños (como Irak, Jordania, Arabia, Turquía, Palestina, Siria); estos países, obviamente, no eran países de verdad, sino zonas bajo su control con gobernantes puestos por ellos.
Durante este tiempo impusieron el control de la zona, rica en petróleo. Siria, aunque no tiene grandes reservas, tiene fácil salida al mar y Francia, que es la que se quedó con Siria, se lo da a compañías extranjeras.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los europeos son expulsados, antes de irse, crean otro estado, Israel, un estado muy polémico que sus vecinos (Siria, Jordania, Líbano, Irak, Egipto) no reconocen y atacan. La zona se convierte en una bomba.
Siria es un país políticamente inestable y tiene golpes de estado constantes. En esa época aparece en Siria, el Baaz, una ideología que se hace con el control y se expande por el mundo árabe (Libia, Argelia, Túnez, Mauritania, Sudán), mezcla el antiguo sueño de una sola nación árabe, con ideas socialistas y, algo muy importante, es laica.
En Siria, Hafez al-Asad, el padre del actual presidente, se convierte en jefe del Estado Baaz y acaba con una revuelta a costa de matar a miles de civiles y encarcelar a mucha gente.
En el año 2000, al-Asad, padre, muere y le sucede al-Asad, hijo; ante las presiones libera a muchos presos, trae Internet y esperanzas de cambio. Los siguientes años son difíciles, arrestan a la oposición y Bush incluye a Siria en el Eje del Mal y esto la aísla, está mal visto negociar con Siria.
En 2011 ocurre la Primavera Árabe, protesta que se va propagando por todos los países árabes en busca de más democracia.
Cuando llega a Siria, los enfrentamientos irán escalando hasta que se convierten en guerra civil, hoy en día, hay numerosas facciones en juego.
Las dos grandes divisiones son los chiíes, la minoría, y sunníes, la mayoría. Chiíes y además laicos, son el gobierno de al-Asad, controla las zonas chiíes del país.
Además de las divisiones internas, están los intereses internacionales, las fuerzas de al-Asad son apoyadas por Rusia, que ya tenía base militar en el país antes del conflicto, por Irán y por China. Todos son países de los que Europa llama Oriente.
En contra de al-Assad, apoyando a la llamada Oposición, luchan Estados Unidos, Francia, Turquía, Gran Bretaña y Arabia Saudí.
Si consideramos que Siria es un estado formado hace menos de 100 años y sólo se gobierna a sí misma desde hace poco más de 50. Además, jamás decidieron sus fronteras, se las impusieron, Europa dividió Oriente Medio a su antojo para controlarlo, diseñando países sin tener en cuenta a su población. En este contexto, no es extraño que aparezcan actores que se alimenten de la desesperación, del sentimiento sunní de opresión y de la visión del Occidente como el invasor. ISIS usa la identidad árabe y la mitología de antiguos imperios para fortalecerse.
Esa es la historia de un conflicto, de una crisis que no acabará utilizando sólo las armas, el tema es mucho más complejo.
Me tomaré unos días de vacaciones. Bajo Sospecha regresa el próximo lunes 24 de abril. La entrevista se seguirá publicando los viernes. Se les va a extrañar, pero nos encontramos en unos días.
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