La Iglesia rumbo al 2018
Ante un ya complicado proceso electoral para el 2018, ahora los obispos de la Iglesia católica se están involucrando muy activamente y están decididos a participar en la definición de nuestro próximo presidente.
El de Chilpancingo dice que él dialoga con narcos y el de Cuernavaca quiere tirar al gobernador Graco Ramírez.
Salvador Rangel Mendoza, arzobispo de Chilpancingo, reveló que en su trabajo pastoral en algunos lugares de Guerrero, ha dialogado con grupos de la delincuencia organizada, a quienes les ha pedido por la paz y tranquilidad de la entidad.
“Al ver que habían amenazado a algunos sacerdotes, a uno de forma muy grave, me di a la tarea de ir viendo a estas personas y dialogar con ellas y explicándoles que con una muerte no podíamos arreglar nada”, relató.
Indicó que a poco más de año y medio de llegar a la diócesis, su objetivo ha sido fomentar la paz, el diálogo y la concordia, y que se reunió con los criminales gracias al contacto de amigos en común.
“Me valí de varias personas, amigos de ellos y amigos míos, para que yo pudiera hablar con ellos, y ellos aceptaron la invitación”, afirmó.
El obispo ha sido crítico con el gobierno de Guerrero en cuanto a la falta de respuestas con la gente en las comunidades y ha opinado en varios temas: el más delicado cuando declaró en mayo de 2016 que integrantes del grupo Los Ardillos, quienes mantienen una disputa con Los Rojos en Chilapa, se hicieron del control del municipio de Zitala, vecino a Chilapa.
Igualmente, esta semana, Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, informó que la Secretaría de Gobernación analizará si violó o no el artículo 130 constitucional ante las diferencias que ha tenido con el gobierno de Morelos; mientras tanto recibe respaldo de organizaciones católicas en la Ciudad de México.
Otros obispos defendieron a Castro Castro en las diferencias que ha tenido con Graco Ramírez.
El propio Cardenal Norberto Rivera manifestó su apoyo ante los “ataques, calumnias y difamaciones” de las que ha sido objeto por parte del gobierno de Morelos.
Se hizo una carta, la cual fue firmada por el cardenal Norberto Rivera, así como por los obispos de Toluca, Francisco Chavolla; de Tenancingo, Raúl Gómez González; de Atlacomulco, Juan Martínez García; el obispo coordinador de la provincia de México, Adolfo Castañón, y seis obispos auxiliares de la Arquidiócesis, en la cual expresaban su solidaridad con el líder de la Iglesia en Morelos.
Es común que los líderes de las distintas iglesias participen en política, pero esto está prohibido en la Constitución.
Así lo explica Marco Antonio Baños, quien es consejero electoral del Instituto Nacional Electoral.
“La Constitución de la República prohíbe a los ministros del culto religioso intervenir en política e incidir en el voto ciudadano. Es una regla general y aunque algunos la consideran —con argumentos legítimos— contraria a la libertad de expresión de los sacerdotes, otros reflexionan que se trata de una base esencial del Estado laico, que permite diferenciarnos del fundamentalismo que asume como algo natural uniformar, sin excepción, leyes del hombre con los postulados de las leyes que se consideran únicas y divinas”.
En el 2016, la Iglesia tuvo una participación muy activa en esa elección. Recordemos por ejemplo el debate que llegó a las impugnaciones de la elección en Aguascalientes y de otras entidades, aunque el Tribunal Electoral no consideró que existiera ahí un hecho determinante o grave, que afectara la votación por las posturas y llamados de sacerdotes señalados como actos proselitistas.
Los partidos afectados afirmaron que la intervención del clero fue tal, que hasta habría circulado una “carta pastoral con motivo de las elecciones”, pidiendo a los fieles católicos “ser responsables al emitir el voto” y no hacerlo por quien defendiera los matrimonios igualitarios.
Más allá de las opiniones diferentes que se puedan tener, la Iglesia tiene responsabilidades y obligaciones. Y la ley especifica qué se puede hacer y qué no. Violarla es un delito.
bibibelsasso@hotmail.com
Twitter:@bibianabelsasso