Visas para los estadounidenses
La manera tan ríspida en la que Donald Trump ha tratado a los mexicanos ha generado propuestas como la hecha a través de Change.org, la cual dice: “es muy importante que las relaciones internacionales sean bilaterales y equitativas en cuanto a derechos y obligaciones.
Debemos ser justos, la visa para estadounidenses en México además de ser una fuente de ingresos y reciprocidad diplomática debe ser un control de fronteras en los tiempos de violencia y terrorismo que se viven actualmente. Esto Brasil, Bolivia, Paraguay, Cuba y China ya lo hicieron, ¡vamos, México!”
En la sección cinco, se insta al gobierno mexicano: “asigne todos los recursos legalmente disponibles para construir, operar” y dotar de personal inmediatamente a instalaciones para “detener a los extranjeros en o cerca de la tierra fronteriza con México” y procesarlos para su deportación.
Una solicitud que hasta esta semana ya acumula 53 mil 280 personas que la apoyan.
Otra propone imponer de manera inmediata una visa de turista de 50 dólares por persona, por un periodo máximo de 3 meses y después de ese periodo, los estadounidenses deberán comprobar sus actividades en México y motivo por el cual extienden su estadía.
Agrega que se denegará la renovación de visa mexicana a personas que hayan cometido delitos o faltas administrativas o que violen la Constitución y sólo podrán permanecer como turistas por un máximo de 6 meses.
Si desean permancer más deberán tramitar una visa de estudios o de trabajo o de negocios. En caso contrario, se tomarán medidas que pueden llegar a la deportación y lista negra con un castigo de 5 a 10 años sin acceso a México.
Es lógico que estemos furiosos contra las medidas migratorias establecidas en Estados Unidos para los mexicanos, pero imponer visa a los ciudadanos estadounidenses que deseen visitar México sólo perjudicaría de una manera brutal el turismo en nuestro país.
Según datos difundidos esta semana, en 2016 México obtuvo cifras sin precedente en divisas por turismo y en el número de visitantes extranjeros.
En el último año, el capital que ingresó por este concepto fue de 19 mil 571 millones de dólares, un aumento del 10.4 por ciento respecto al monto de 2015.
Además, la cantidad de turistas que viajó a México se incrementó nueve por ciento respecto a 2015: un total de 35 millones.
Casi el 60 por ciento de los paseantes que llegaron a México son estadounidenses, es decir, siete de cada 10 visitantes que recibimos proceden de la Unión Americana.
El turismo fronterizo también creció un 5.4 por ciento. Y los turistas que llegaron en cruceros a nuestro territorio también aumentaron en 9.5 por ciento.
Hoy México está en la octava posición en la lista de los principales países receptores de turismo del mundo.
Canadá ya experimentó el gran fracaso que es imponer un visado. En el 2009 el gobierno de Stephen Harper implementó un requisito de visa para los ciudadanos mexicanos que quisieran ir a su país.
Muchísimos connacionales dejaron de viajar a Canadá.
Pero cuando Justin Trudeau llegó al poder eliminó ese requisito para nosotros. Tenemos que plantear medidas reales que contrapongan la agresividad que hemos recibido por parte de Trump, pero no lo podemos hacer perjudicando aún más la economía de nuestra nación.
Millones de personas viven del turismo en México. Hay muchos hoteles que incluso están enfocados en recibir turismo estadounidense. Y la derrama económica de ese sector es fundamental.
Debemos empezar a decidir con la cabeza y no con el hígado, sobre todo en esta coyuntura que nos tocó vivir.
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