Un padrote en Nueva York
Desde el 2011, le he platicado en esta columna cómo ha funcionado una de las más importantes redes de prostitución y trata de personas manejada desde Tenancingo, Tlaxcala, con niñas y jóvenes secuestradas o engañadas, que eran enviadas a Nueva York para prostituirse.
El pasado viernes, el líder de esa organización, Raúl Granados Rendón, fue extraditado a Estados Unidos, acusado de 21 cargos, entre ellos. asociación delictuosa y conspiración de trata sexual forzada, fraude y coerción; trata sexual de menores; prostitución interestatal; tráfico humano y otras ofensas relacionadas.
Desde el 2010, el gobierno de Estados Unidos había colocado a cinco mexicanos en la lista de los 10 más buscados por tráfico de personas con fines sexuales, dos de ellos ,padrotes de Tenancingo, Paulino Rámirez Granados y Raúl Granados Rendón. Paulino fue detenido hace unos años, y Raúl se quedó a la cabeza de la organización.
La banda de los Granados llegó a ser poderosísima, particularmente en Nueva York. Las investigaciones sobre la organización empezaron cuando llegó a la oficina de HSI en Nueva York, un caso de una de sus víctimas, quien fue llevada a Estados Unidos y forzada a prostituirse en junio de 2000, por un miembro de la familia de Granados.
El desmantelamiento de la organización criminal empezó en 2011, cuando autoridades norteamericanas identificaron a 19 integrantes de esta banda, 13 de los cuales forman parte de la familia Granados. En ese momento se pudo rescatar a 25 víctimas mexicanas.
La mujer ofreció detalles del maltrato físico y sicológico del que fue víctima, siendo incluso amenazada con la seguridad de sus hijos, que se encontraban en poder de los miembros de la familia Granados.
Lo extraño es que las autoridades hayan tardado tanto en dar con estos padrotes. Hasta hace muy poco, los padrotes de Tenancingo se reunían dos veces al año para intercambiar mujeres y llevárselas a sus negocios establecidos, muchos de ellos fuera de México. Promovían sus fiestas públicamente en el portal www.tlaxcala.tlax.com, y se comunicaban entre sí para reclutar a menores de edad, mandarlas a toda la Republica mexicana y de ahí introducirlas a Estados Unidos.
Incluso en ese portal había varios textos de hombres de Tenancingo que vivían en Nueva York. Algunos mensajes tienen contenido agresivo, otros de hombres que buscaban la oportunidad de convertirse en regenteadores de mujeres.
“Que transa compadres, mi único pecado fue no haber nacido en Tenancingo pero soy la ver… y muévanse porque la cosecha de mujeres nunca se acaba”. Esos festejos que llegaban a durar hasta 4 días, eran utilizados para buscar nuevas víctimas.
Ahí los padrotes sólo llevaban a las mujeres que ya tenían dominadas y que se habían transformado de víctimas a victimarias, mismas que buscaban nuevas niñitas para incorporarlas en la red de tráfico.
A las otras chicas, las que llevaban menos tiempo en este ambiente, las dejaban encerradas en una casa de seguridad con suficiente agua y poca comida, y eran amenazadas de que si intentaban escapar, lastimarían a toda su familia. Estas mujeres eran obligadas a prostituirse hasta 20 veces al día.
En Tenancingo, se ve el nivel socioeconómico privilegiado de los padrotes, casi toda la comunidad los distingue. Muchos jóvenes quieren dedicarse a la trata de personas. En 2010, la tesis universitaria “Lenocinio como proyecto de vida de niños y adolescentes de Tenancingo, Tlaxcala”, reveló que: 89 por ciento de las personas encuestadas reconoció que la práctica de lenocinio, que se ejerce en la comunidad, influye en los niños.
Un 20.7 por ciento de los padres encuestados, reconoció que su hijo ha manifestado su interés de ser padrote y 71.3 por ciento de los niños sabe lo que es un padrote.
Y muchos de esos menores afirman que les gustaría trabajar regenteando mujeres, ya que los padrotes tienen beneficios como el que una o más mujeres los mantiene. Un 46.8 por ciento de los menores contestó que los tratantes de personas tienen mucho dinero, casas y autos lujosos sin trabajar.
Pero además, en el cementerio de Tenancingo, familias que han sido de padrotes tienen grandes construcciones y capillas, producto del dinero del tráfico de personas.
Es difícil detener a estos hombres que trafican con mujeres porque no son denunciados por miedo. Algunos han sido ya detenidos, pero muchos otros quedan en libertad. Las autoridades deben hacer investigaciones más profundas, para así poderlos detener en flagrancia y tratar de disminuir este delito, que tanto afecta a nuestra sociedad.