Alfredo e ¿Iván? ¿Quién los entregó?
El detalle más notable de lo sucedido en el restaurante La Leche la madrugada del lunes pasado, cuando un comando secuestró a Jesús Alfredo Guzmán Salazar y posiblemente también a su hermano Iván Archivaldo, es la dinámica, la forma, en que se dieron los hechos. No es la primera ni será la última vez que ocurre un secuestro, un levantamiento, como el que se produjo en Puerto Vallarta, pero resulta insólito que los dos hijos de El Chapo, que además son, en términos reales, sus sucesores, los que estaban trabajando sus rutas, recursos e intereses, puedan ser llevados con tanta facilidad por una organización criminal rival. Que no tuvieran custodios, ni resguardos.
No recuerdo ni un solo caso similar, menos aún si se confirma que ambos hermanos estaban juntos. No solamente tendrían que tener un equipo de seguridad en la puerta del restaurante, sino también gente operando en la periferia. No tenían ni una cosa ni la otra. Es más, el secuestro se produjo poco antes de la una de la mañana del lunes y la primera denuncia ciudadana se dio hasta la 01:40, aunque las mujeres que los acompañaban y otras personas que estaban en el restaurante podrían haber presentado una querella mucho tiempo antes.
En realidad todo indica que Jesús Alfredo y muy probablemente Iván (si es que las autoridades confirman que él también fue levantado, lo que es posible porque lo que supuestamente estaban festejando era precisamente el cumpleaños 33 de Iván, que nació un 15 de agosto), fueron traicionados por alguien que les estaba garantizando su seguridad (dentro o fuera del propio cártel, desde una autoridad hasta su propio equipo de custodios) que literalmente los entregó. De otra forma no es concebible que un grupo de siete personas haya podido llegar con tanta facilidad a dos de los delincuentes más buscados de México y se los hayan llevado sin disparar un solo tiro.
Hay datos al respecto: las autoridades están tratando de averiguar quién es el hombre, según se ve en las fotos y los videos recogidos en el restaurante, que sale por una puerta trasera poco antes de que se produzca el secuestro. Es uno de los comensales que acompañaban a Jesús Alfredo. Se está investigando también quiénes podrían estar custodiando fuera del restaurante a ese grupo y sin duda ello incluirá autoridades municipales y estatales. El tema es muy importante porque si ello no se esclarece la violencia que generará este hecho será aún mayor de la que es previsible que se desate entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (que fue el que realizó el secuestro) y la gente de Guzmán Loera.
Queda por ver qué posición tomarán otros grupos, del propio Cártel de Sinaloa, que estaban distanciados de los hijos de El Chapo, como los de El Mayo Zamabada y los de Dámaso López, El Licenciado.
Por lo pronto, no se avizoran buenos tiempos en ese sentido. Lo sucedido el domingo en la noche puede ser el preámbulo de una guerra feroz entre cárteles.
bibibelsasso@hotmail.com
Twitter: @bibianabelsasso