
Enemigos íntimos
Las batallas más amargas son las que se libran entre quienes un día compartieron amistad, admiración e intereses económicos.
Y así de amargo es el pleito entre Donald Trump y Elon Musk quien, hasta hace poco, era uno de los defensores más firmes del presidente de Estados Unidos y uno de los empresarios que más donaciones hizo durante la campaña del candidato republicano.
Durante el último año, las donaciones del exconsejero a Trump y a varios republicanos fueron enormes, con un total de 290 millones de dólares, según Open Secrets, sitio web de seguimiento de financiación de campañas.
A Musk, Trump lo hizo consejero superior del gabinete en su segunda administración. Una semana previa a que iniciara su pleito, se realizó un evento para anunciar la salida de Elon del Gobierno, ahí el sudafricano dijo que seguirá siendo “amigo y asesor” del Presidente.
Por la personalidad de ambos magnates muchos estaban seguros de que esta relación terminaría en pleito, lo que pocos imaginaron, fue el nivel de violencia entre uno y el otro.
Lo que detonó este conflicto fue que Musk criticó con dureza la principal propuesta económica del presidente, y es que muchas de las decisiones que ha tomado Trump en los últimos meses han desplomado las acciones del empresario.
Donald y Elon se dieron con todo, el republicano lo acusa de ser un drogadicto traidor y, el dueño de X asegura que Trump tenía lazos muy estrechos con Jeffrey Epstein, quien fue el magnate financiero acusado de abuso sexual y condenado por prostitución de menores en Estados Unidos.
Así que, tras su pleito, Musk hizo públicos unos videos donde aparece Trump con Jeffrey y varias mujeres en una fiesta y luego publicó en su cuenta de la red social X, de la cual es dueño, que se necesitaba apoyar a otro partido.
En 2008, Edward Epstein fue condenado por los delitos mencionados y, antes de que se llevara a cabo su audiencia, apareció muerto en su celda en prisión. Se dijo que había sido un suicidio, lo cierto es que Epstein tenía muchas relaciones con poderosos a quienes no les convenía que se les relacionara con él.
Por su parte, Trump ya salió a decir que no tiene ninguna intención en reconstruir la relación con Elon Musk y que, si éste apoya a los demócratas, estará en serios problemas.
Y es que Musk hizo una encuesta en X en la que preguntaba: “¿Es hora de crear un nuevo partido político en Estados Unidos que represente al 80% del medio?”.
Esto se puede interpretar que el multimillonario con el poder económico que tiene podría pensar en apoyar a otros candidatos o incluso formar un grupo político.
Lo que sí aseguró Musk, es que contribuirá “mucho menos” a las campañas en el futuro con miras a recordar que en noviembre de 2026 habrá elecciones intermedias para elegir a integrantes del Senado.
Mientras tanto el dueño de Tesla ha borrado de su cuenta de X los videos de Trump. El presidente de Estados Unidos dice que Musk le faltó al respeto a la investidura presidencial.
Sin duda este pleito continuará, y es que estos enemigos íntimos se conocen muy bien el uno al otro y hoy están enfrentados.
Este par de personajes no solamente tienen vínculos políticos, también económicos. Desde 2008 SpaceX, empresa del magnate tecnológico, ha recibido 20 mil 900 millones de dólares en contratos del Gobierno estadounidense, de acuerdo con un análisis de BBC Verify.
SpaceX, además, es la única empresa que puede fabricar cohetes para la NASA, como los Dragon y Falcon 9, con los que se ha comprometido a realizar varias misiones a la Estación Espacial Internacional.
El servicio de Internet satelital Starlink de SpaceX ganó recientemente un contrato con la Administración Federal de Aviación para ayudar a la agencia a modernizar las redes que gestionan el espacio aéreo estadounidense.
Y son muchas las conexiones que hay entre uno y el otro.
Y mientras varias agencias gubernamentales investigan las empresas de Elon, según The New York Times, hay por lo menos 30 indagatorias de problemas regulatorios, incluidos incidentes con taxis sin conductor de Tesla.
Extraoficialmente se dice que personal del millonario continúa operando en el gobierno actual, específicamente en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), el área con el que el Presidente pretendía reducir el gasto público, y en el que se le permitió elegir a su propio personal.
Algunos empleados de DOGE tienen vínculos estrechos con el equipo de Trump; por ejemplo, Katie Miller, trabajó en la primera administración de Trump, pero está casada con el actual subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, quien fue portavoz de DOGE. Pero CNN informó que la esposa de Miller también dejó el gobierno la semana pasada y ahora trabaja de tiempo completo con Musk.
David Sacks, a quien Trump designó como su principal asesor en Inteligencia Artificial y criptomonedas, es cercano a Musk. Trabajó con el magnate hace décadas en PayPal.
El pasado martes 3 de junio el multimillonario tecnológico publicó que “el enorme, escandaloso y desmesurado proyecto de ley de gastos del Congreso es una repugnante abominación”, cuando Donald Trump había considerado su proyecto de ley fiscal y de política nacional como un “gran y hermoso proyecto de ley”.
Para el jueves 5 de junio el dueño de la red social X compartió tweets en contra de Trump que posteriormente borró.
El mandatario estadounidense dijo que Musk había revisado el proyecto de ley de presupuesto, pero el exconsejero lo contradijo asegurando que no se lo enseñó “ni una sola vez”, y afirmó que, sin él, Trump no hubiera llegado a la presidencia.
Tras varias publicaciones de Elon criticando el proyecto, el Presidente respondió con una publicación en la que aseguraba que le pidió abandonar su administración y que se había vuelto “loco” porque su Gobierno quitó los beneficios fiscales a los automóviles eléctricos.
Por su parte, el magnate tecnológico amenazó con desmantelar la nave espacial SpaceX Dragon que trajo de regreso a los astronautas de la NASA desde la Estación Espacial Internacional, y minutos después las acciones de Tesla cayeron un 14%, lo que redujo unos 150 mil millones de dólares el valor de la compañía más importante de Elon.
Cada estocada entre los dos protagonistas afecta las acciones de las empresas de Elon Musk, pero también generan una inestabilidad enorme en las finanzas de los Estados Unidos.
Por lo pronto ya hay un ganador en este pleito y es China, quienes ven una oportunidad enorme en el mundo comercial global.