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“No puedes ser un gran abogado si no has iniciado desde abajo”: Un Café Con Rodolfo Ríos Garza

Rodolfo Ríos Garza encabeza la Procuraduría de Justicia capitalina que paradójicamente hace 25   años encarceló de manera injusta a su hermano, en un hecho que marcó la ruta de su carrera. Él estudiaba derecho y como sus padres no podían pagar un abogado, tramitó su carta de pasante para poder defender a su hermano, quien fue liberado al año y medio. En esta entrevista afirma que este acontecimiento “ayudó mucho a definir a qué quería dedicarme”. Con una amplia experiencia en la procuración de justicia, asegura que aprendió el abc del litigante con Miguel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, quien le enseñó cosas tan básicas como pedir un expediente.

Bibiana Belsasso: Rodolfo, naces aquí en la Ciudad de México.

Rodolfo Ríos Garza: Sí.

 

Belsasso: ¿Son tres hermanos?

 

Ríos Garza: Sí, soy el menor de tres.

 

Belsasso: ¿Puro hombre?

 

Ríos Garza: Puro hombre, sí.

 

Belsasso: ¿Y qué tal eran esos años de infancia siendo el más chiquito?

 

Ríos Garza: Eran divertidos, éramos muy unidos, jugábamos mucho, salíamos mucho a jugar a la calle. Después de la escuela y hacer la tarea teníamos oportunidad de hacerlo.

 

Belsasso: Seguramente te tenías que avivar siendo el más chiquito.

 

Ríos Garza: Sí, por supuesto. Mi hermano mayor siempre era muy protector.

 

Belsasso: ¿Tus papás?

 

Ríos Garza: Muy bien, siguen viviendo juntos, ya llevan más de 50 años de matrimonio. Ella es de la Ciudad de México, y él del norte del país.

 

Belsasso: ¿En qué trabajaba tu papá?

 

Ríos Garza: Tenía una tienda de abarrotes sobre Xola, ahí iniciamos. Era muy divertido, mi papá no nos dejaba agarrar dulces, imagínate lo que implicaba como niño estar ahí. Ya después él entró a temas de seguridad, en la Policía Judicial en el estado de Morelos, después en Tamaulipas, y luego en el Estado de México. Ahorita ya no trabaja.

 

Belsasso: Cosas muy complicadas, pero, bueno, siempre han sido, Morelos toda la vida ha tenido problemas de seguridad.

 

Ríos Garza: Sí, él estuvo en Jojutla.

 

Belsasso: Y, ¿qué te platicaba?, estabas chiquito.

 

Ríos Garza: Sí, todavía. Él era muy especial no platicaba mucho del trabajo, ahora entiendo por qué, por los temas que se ven en la seguridad, no es un tema que quieras platicar en la casa, que busques llevar a la mesa o con los hijos.

 

Belsasso: ¿Tu mamá y tus hermanos estaban conscientes del riesgo que implica que trabajara en la policía judicial?

 

Ríos Garza: No tanto, era muy cuidadoso con eso, por ejemplo, nunca limpiaba el arma ni la dejaba en un sitio donde nosotros la pudiéramos tomar. Era muy respetuoso con el trabajo; sí vivíamos sus ausencias.

 

Belsasso: Me imagino que igual tu mamá no se los trasmitía a ustedes, pero está el temor de que tu papá está en contacto con criminales y en cualquier momento le puede pasar algo.

 

Ríos Garza: Sí, por supuesto, siempre pendiente mi mamá. Ella era de las que se arrastraba con nosotros a jugar canicas, jugaba de todo, era muy participativa.

 

Belsasso: ¿Cocina bien?

 

Ríos Garza: Exquisito. Nos platicaba que de recién casada no sabía cocinar, pero ahorita y desde toda la juventud hace de comer delicioso. Sabe preparar de todo, nos consentía mucho, nos decía, ‘qué quieres para tu cumpleaños, qué quieres de comer’. Cocina desde unas enchiladas hasta una pancita, de todo.

 

Belsasso: Oye, y ¿por qué ibas a escuela militar?

 

Ríos Garza: Fue una decisión de mis papás. Mi abuelo era militar, era coronel del Ejército. Nos metieron a los tres, éramos medio traviesos. Yo estuve la primaria, la secundaria y la preparatoria.

 

Belsasso: ¿A cuál escuela iban?

 

Ríos Garza: En la Academia Militar México, ahora conocida como Academia Militarizada México.

 

Belsasso: Y, ¿sí era muy estricto?

 

Ríos Garza: Sí, tenía una disciplina militar, pero también cosas que no lo eran, yo nunca me quedé internado siempre fui medio interno. Recuerdo que los niños de primaria desfilábamos ya sea el 12 o 14 de septiembre por los Niños Héroes. Los de secundaria y preparatoria desfilaban el 16 de septiembre en el Zócalo, a mí me tocó desfilar cinco años y era muy pesado.

 

Belsasso: ¿A poco de chiquitito, de siete años, de primaria, ya estabas desfilando?

 

Ríos Garza: Sí, desfilábamos en el Monumento a los Niños Héroes, por aquello del 13 de septiembre, lo hace el Heroico Colegio Militar y la escuela el 12 o el 14, incluso el 14 me tocaba, que es mi cumpleaños, en ocasiones, en lugar de estar en una fiesta, estaba en el desfile militar.

 

Belsasso: ¿Qué diferencia había, por ejemplo, en la formación de tus compañeros que estaban internados de tiempo completo, a la que recibieron ustedes?

 

Ríos Garza: Los que se quedaban internos ya no tenían actividades propias de la milicia, llevábamos la misma instrucción militar todos los compañeros, era el mismo nivel y ellos ya hacían algunas otras actividades, principalmente deportivas, de esparcimiento. Sí era muy padre, fueron experiencias bonitas, rígidas, sí, de repente, cuando en la infancia te encanta jugar, tirarte, practicar futbol principalmente, pero no podías ensuciarte, te podían arrestar si traías las botas, el pantalón o el uniforme sucios.

 

Belsasso: Los límites son importantísimos, fundamentales para hacer todo en la vida, sin límites y sin estructura no llegas a ningún lado, pero también el hecho de que un niño pueda llegar sucio, se embarre en el piso y pueda jugar futbol, también te da otra formación.

 

Ríos Garza: Sí, claro, por supuesto, pero por el tipo de escuela no podías. En el recreo hacías lo que querías, jugábamos futbol, pero si después a algún oficial se le ocurría pasar revista, era complicado, porque tenías que tener las botas relucientes.

 

Belsasso: ¿Esa estructura la llevas a tu vida actual?

 

Ríos Garza: Soy muy ordenado, muy disciplinado.

 

Belsasso: ¿No es una pesadilla vivir contigo, que tienes el clóset impecable, que no puedes tener un buró sucio?

 

Ríos Garza: No. Soy muy disciplinado, muy ordenado, pero no tengo ningún problema con eso en casa.

 

Belsasso: Al contrario.

 

Ríos Garza: Es algo positivo.

 

Belsasso: Terminas ahí la preparatoria y te pones a estudiar Derecho.

 

Ríos Garza: Sí, hago el examen para la UNAM. Fue muy curioso porque mi hermano que me lleva dos años decide cambiarse a Odontología; él ya estaba en la Facultad de Medicina, le dicen que tiene que hacer el trámite, estudiamos juntos, hacemos el examen y ninguno de los dos quedó.

 

Belsasso: Venías con muy buen promedio de la militar, ¿no?

 

Ríos Garza: Sí, normalmente he sido un buen estudiante en todos los niveles.

 

Belsasso: Son de esas cosas, yo tengo una frase del Dalai Lama que siempre la repito, que muchas veces cuando se te cierra una puerta, puede ser un golpe de suerte maravilloso. No entras a la UNAM, pero sí a estudiar Abogacía a la del Valle de México.

 

Ríos Garza: Exactamente, pero cuando no me quedo en la UNAM tengo un problema con mis papás, no teníamos muchos recursos económicos, mi papá sí estaba molesto porque no podía pagar una escuela particular, mi mamá siempre apoyándonos, ‘échale ganas’, nos decía. Entro a la Universidad del Valle de México con muchos sacrificios, mi mamá me ayudó mucho con la inscripción y con el primer pago del semestre, en este tengo promedio de 10, entonces tramito una beca y me la otorgan, mantuve el promedio, terminé la carrera con 9.7, ya no tuve que pagar colegiatura.

 

Belsasso: Hay una historia que has platicado en la que a un hermano tuyo lo inculpan de un multiasesinato, habla la novia a tu casa para avisar que habían matado a su papá, a su tía, a un montón de gente y le echan la culpa a él, ¿cómo fue esto?

 

Ríos Garza: Sí, mi hermano tuvo una relación de muchos años con una chica que conoció desde la preparatoria, ya habían terminado y, de repente, suena el teléfono de la casa, le habla y le dice, ‘Raúl, acaban de matar a mi familia’. Eran seis personas las que habían fallecido: su papá, su hermana, su hermano, dos primos, fue un shock, mis dos hermanos van a la casa de ella.

 

Belsasso: Pero, ¿ella le habla para reclamarle o para avisarle?

 

Ríos Garza: No, para avisarle, para sentir un apoyo porque fue un noviazgo de muchos años. Van mis hermanos a apoyarla, a ver qué se le ofrece, están con ella en todo momento, empiezan las investigaciones de la Procuraduría capitalina —se conoció como el múltiple homicidio de la colonia Portales—, resulta que mi hermano y otras dos personas son los probables responsables. Lo detienen, lo traen a la Procuraduría, y lo llevan al reclusorio, estuvo interno un año, cuatro meses y seis días.

 

Belsasso: Incluso dices que lo torturaron muy fuerte, ¿no?

 

Ríos Garza: Sí, él recibió algunos golpes estando en la Procuraduría, se lo llevan al reclusorio. Nosotros nos movimos por todos lados. Fue una etapa complicada.

 

Belsasso: Es caro tener un interno, no había muchos recursos en la familia y para poder visitar a tu interno en la cárcel, para poder pagar abogados, se necesita dinero.

 

Ríos Garza: Sí, todo es dinero. Vendimos un carrito que teníamos, muchas cosas; un Bufete de Abogados nos apoyó al ver la injusticia que era, pero no fue muy ostentoso con el pago, algo así como lo que me puedas dar. Fue muy complicado, yo todavía estaba en la carrera, no estaba titulado, saqué la carta de pasante, un tipo cédula profesional, lo que me permitía acceso como abogado para ver la situación de mi hermano.

 

Belsasso: No tenías definido hacia qué rama del Derecho te querías enfocar y con eso te enfocas hacia el Derecho Penal.

 

Ríos Garza: Sí, eso me ayudó mucho a definir a qué quería dedicarme, qué quería hacer, a dónde enfocarme. Eso sí me ayudó a enfocarme mucho a dónde iba yo a llevar esos pensamientos de justicia y que ahora me permite, fíjate lo que son las vueltas que da esto, ahora soy el procurador, ahora encabezo la institución que injustamente llevó a mi hermano a la cárcel.

 

Belsasso: Es un puesto muy difícil, porque sentencia que se dicte aquí, uno va a estar a favor y uno va a estar en contra. El 50 por ciento de la gente acaba inconforme.

 

Ríos Garza: Sí. Si tú consignas, el denunciante está contento y el probable responsable dice lo peor de la Procuraduría y, si es al revés, si mandas a un no ejercicio porque consideras que no hubo delito, el denunciante habla mal, es difícil quedar bien con todos, buscas hacer siempre lo mejor.

 

Belsasso: ¿Cómo empieza ya en forma tu carrera profesional?, porque sé que llegas a un despacho de abogados, donde paradójicamente uno de los socios es el actual Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

 

Ríos Garza: Así es, lo conozco cuando él está en la preparatoria, era amigo de mi hermano, pasan los años y hay mucha cercanía con la familia, cuando estoy estudiando la carrera él me invita a irme al despacho para que fuera aprendiendo, así llego de pasante.

 

Belsasso: Podemos decir que quien te ha formado jurídicamente es el Jefe de Gobierno.

 

Ríos Garza: Sí, con él empecé, fue quien me llevó por primera vez a un Juzgado, me enseñó un expediente, una averiguación previa, me enseñó hasta cómo pedir en el juzgado el expediente.

 

Belsasso: Alguna vez escuché a un conferencista, uno de los hombres más ricos de China que decía, a ver, de chavo no entres a la gran empresa, búscate un buen jefe que te pueda encausar, porque así es como más puedes aprender.

 

Ríos Garza: Y esto me pasó exactamente, a mí me enseñó el abc del litigante, estoy de acuerdo contigo, no puedes llegar a ser el gran abogado, si no has pasado por abajo, si no has estado en los juzgados, si no has aprendido algo que es tan sencillo —hay algo que se llama asentar la razón— es algo tan sencillo como poner la fecha, el motivo por el que estás haciendo un expediente y cuando lo preguntan hay gente que no lo sabe, fue algo que Miguel me enseñó desde un principio. Eso te da mucha formación.

 

Belsasso: Por eso has trabajado tan cerca de él, es más, fuiste su secretario particular en esta Procuraduría, porque quería alguien que hiciera las cosas como él, ¿no?

 

Ríos Garza: Sí, ya muchos años después, en el Poder Judicial Federal, tenía una carrera judicial.

 

Belsasso: Estuviste en muchos otros lados, te separaste un poco de Miguel e hiciste tu carrera judicial también.

 

Ríos Garza: Sí, me separé de él en el aspecto laboral, estuvimos juntos en muchos lugares, en ese despacho, después en los Bufetes Jurídicos de Solidaridad, él era el director ahí, pero, de repente, una persona necesitaba a un secretario particular, alguien que pudiera ser maestro de ceremonias y Miguel me recomienda, en ese momento, laboralmente, nos separamos.

 

Belsasso: Porque dicen que tienes cursos de oratoria, que hablas muy bien.

 

Ríos Garza: Sí, estuve en oratoria en secundaria y preparatoria, gané algunos concursos de oratoria. Ingreso al Poder Judicial Federal, estoy 12 años y, de repente, me habla y me invita a ser su secretario particular.

 

Belsasso: Y ¿esperabas dar el brinco y ya ser el procurador?

 

Ríos Garza: No, por supuesto que no, me vengo aquí a la Procuraduría en marzo del 2010, todavía en esa época ni se mencionaba lo que era el 2012, que si precandidato, que si candidato, nada de eso. Miguel es una persona brillante, es una persona que destaca y siempre lo ha hecho en los lugares en donde ha estado, lo conozco de primera mano, como jefe y como amigo.

 

Belsasso: ¿Cuándo te dice que ibas a ser el procurador del DF?

 

Ríos Garza: Cinco días antes de la toma de posesión, el 5 de diciembre de 2012, yo me enteré el viernes anterior en la noche, como a las diez u once de la noche me dijo.

 

Belsasso: Lo cual sale de una continuidad, ¿no?, finalmente.

 

Ríos Garza: Sí, llevo aquí un poco más de tres años, sé del trabajo que él realizó porque lo veía de cerca, es una continuidad al extraordinario trabajo que él hizo al frente de la Procuraduría.

 

Belsasso: Platícame un poco de tu casa. Tienes una esposa, tres hijos, a los que casi nunca ves.

 

Ríos Garza: Sí, es complicado, afortunadamente los cuatro entienden eso. Cuando supieron que iba a ser produrador entendían la figura, pero no tanto lo que implicaba. Sabían lo que era Miguel, pero no lo que era ya verdaderamente tenerlo y sí de repente los tiempos son complicados, esta institución te demanda 24 horas del día, es una institución que sí es difícil llevarla, saberla porque la emergencia aquí puede ser en cualquier momento.

 

Belsasso: ¿En casa no te dicen, por primera vez en dos semanas quiero cenar contigo?

 

Ríos Garza: Sí de repente, entre semana sí es complicado. Sí procuro un día a la semana comer con ellos, pero en fin de semana, en los tiempos en que puedo hacerlo, estoy en tiempo de calidad con ellos, me refiero a jugar con ellos, ir al boliche, jugar paddle, juegos de mesa, nos gusta mucho, porque eso te integra mucho. Somos muy unidos, si hay oportunidad, incluso, de ir al cine o al teatro, que nos gusta mucho, lo hacemos y ahí estamos siempre en familia.

 

Belsasso: Es que me dicen que, a pesar de la rudeza que implica un cargo como ser procurador, una carrera tan fuerte como ser abogado penalista, eres un hombre muy espiritual.

 

Ríos Garza: Sí lo soy. Eso me ha enseñado mucho, por supuesto que creo en Dios, en la vibra, en muchas cosas que te hacen ser mejor como persona, creo que el desarrollo personal es importante y te da ese equilibrio que se necesita cuando tienes un cargo tan complicado, sí creo en eso.

 

Belsasso: Además de todos los expedientes que tienes que leer, ¿qué te gusta leer para recreación?

 

Ríos Garza: Hay ocasiones en que no tengo mucha oportunidad de leer, sí leo, tienes que estar muy actualizado aquí, pero son temas jurídicos, ahora con la entrada del nuevo sistema, por ejemplo, tienes que estar muy actualizado con los criterios que emiten los tribunales, que emite la Corte.

 

Belsasso: ¿Están listos para el Sistema Oral?

 

Ríos Garza: Sí, por supuesto, hemos estado preparando y a eso me refiero, que tienes que estar avanzando día con día, estar capacitando, estar viendo que se lleven a cabo las cosas con la experiencia de otras entidades, con otros amigos que nos vienen diciendo, oye, cuidado con esto, cuidado con lo otro. Sí estamos listos, en la Procuraduría estamos capacitando constantemente.

 

Belsasso: A ver, como bien dices tú, no hay nada peor que tener a alguien inocente encarcelado, pero también ahora los expertos, los analistas dicen que con esta nueva Ley de Oralidad y con todas estas nuevas reformas, muchos delincuentes van a poder salir a la calle alegando fallas al debido proceso, ya lo estamos viendo.

 

Ríos Garza: Tenemos que cuidar por supuesto el debido proceso, eso es algo que nos preocupa. Alguien dice, ¿por qué no lo detuviste?, y, cualquier ejemplo, a ver, espérame, por el debido proceso, porque no hay flagrancia, porque no es caso urgente, que son requisitos legales que, si no los cumples, por más que quieras que acepte la sociedad algo, que quiera ver que alguien esté detenido, si no cumples ese debido proceso, al rato te lo va a soltar el juez. Pero, ahora también es bien importante con el nuevo sistema, que la gente sepa que la última medida del nuevo sistema es la prisión preventiva, es decir, quien comete algún delito y que esté presente y que diga, aquí está mi domicilio, cuantas veces me cites, aquí voy a estar, etcétera, no tiene por qué ser privado de la libertad, es decir, se tienen que acostumbrar a que no todos van a ir al reclusorio, en el momento que dura el proceso. Si ya hay una sentencia que sea condenatoria, entonces sí tendrán que ir al reclusorio.

 

Belsasso: ¿Aunque los hayan detenido en flagrancia?

 

Ríos Garza: Sí, claro, por eso te digo que hay distintos, si los detienes en flagrancia, depende del delito, esto va a ser todo un tema, depende el delito. Los detienes en flagrancia, pero los presentas ante el juez de control y él le puede conceder la libertad cubriendo ciertos requisitos, aunque lo detengas en flagrancia. Es todo un tema.

 

Belsasso: Vamos a regresar a lo personal, ¿cuál ha sido el día más feliz de tu vida?

 

Ríos Garza: El nacimiento de cada uno de mis hijos.

 

Belsasso: Y, ¿el más triste?

 

Ríos Garza: La muerte de mi abuelita materna, a quien quería mucho, era una adoración la señora.

 

Belsasso: A ver, complétame esta frase, Rodolfo Ríos es…

 

Ríos Garza: Rodolfo Ríos es el procurador General de Justicia de esta capital, trabaja todos los días para hacerlo bien y busca ser siempre un gran padre, un buen esposo y un trabajador para que ellos estén completamente orgullosos de lo que hago.