Fugas y capturas
Un abrazo muy solidario a Pedro Padilla
por la pérdida de su mamá.
Este inicio de año ha estado marcado por fugas y capturas de los más importantes narcotraficantes. Les platicaba en esta columna que mientras El Chapo Guzmán era reaprehendido en México, en Argentina se evadían los tres principales detenidos por narcotráfico de ese país con una pistola de juguete.
Los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci, tres de los cuatro narcotraficantes condenados a cadena perpetua por un triple asesinato perpetrado en el 2008 en la ciudad de General Rodríguez, que se habían escapado la madrugada del 27 de diciembre de la Unidad 30, una cárcel de máxima seguridad ubicada en la localidad bonaerense, finalmente fueron detenidos.
El escape se realizó luego de que maniataron a dos guardias en el sector de sanidad y salieron por la puerta principal vistiendo ropas oscuras, utilizadas comúnmente por personal del servicio penitenciario. Los prófugos amenazaron con armas, parece ser que todas réplicas, ya que en el auto que robaron y luego abandonaron se halló una pistola de juguete.
El domingo 10 de enero Cristian Lanatta y Víctor Schillaci fueron arrestados en una planta de la arrocera Spalletti en los alrededores de la localidad santafesina de Cayastá, área de arrozales en la que un día antes había caído Martín Lanatta.
La captura del primero de los hermanos Lanatta se produjo el sábado tras la aparición, en la zona, de una camioneta volcada, que fue la que horas antes habían robado al ingeniero Reynoso. Martín Lanatta fue aprehendido luego de que se acercó a la casa de un vecino a pedir agua.
Cristian y Víctor fueron detenidos por personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) que había recorrido la zona durante el fin de semana pero no los había podido detectar; sin embargo, en las últimas horas, por nuevos indicios, regresó al lugar y logró el objetivo de atraparlos con vida.
Pero lo más grave de la historia es que estos narcotraficantes tenían conexiones y relaciones cercanas con personajes del gobierno del más alto nivel de la expresidenta Cristina Fernández.
Marcelo Mallo, integrante del barrabrava de Quilmes, fue capturado el 3 de enero porque las autoridades determinaron que Mallo participó en la logística de la huida. Mallo, uno de los dirigentes de la agrupación Compromiso K, una corriente dentro del kirchnerismo, había sido relacionado con el triple crimen durante el juicio de los Lanatta, por sus nexos con ellos y con políticos como Aníbal Fernández, exjefe de gabinete de ministros entre 2009 y 2011 y en 2015 durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
También se dice que Marcelo Mallo fue apadrinado por Rudy Ulloa Igor, amigo muy cercano y exchofer de Néstor Kirchner, implicado en la presunta actividad delictiva que rodea a la administración Kirchner, conocida como la Ruta del Dinero K, y en relación a estas conexiones ha sido acusado de enriquecimiento ilícito, tráfico de drogas y lavado de dinero.
El año pasado Martín Lanatta, desde el reclusorio, volvió a cobrar notoriedad durante la campaña electoral de 2015 al vincular al exjefe de gabinete de Kirchner y excandidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, como autor intelectual de un triple crimen en Argentina.
Éste es un tema de narcotráfico en Argentina, pero siempre ha habido una estrecha relación entre los narcotraficantes de aquel país y los mexicanos.
No es extraño que quienes intentan lavar dinero busquen un resguardo en Argentina. Tras la caída del militar Jesús Gutiérrez Rebollo el gobierno de México tenía pruebas firmes para ir en pos del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes. Éste huyó a Argentina, donde ingresó con un nombre falso.
Carrillo Fuentes vivió con su familia y se dedicó con ésta a gastar dinero a manos llenas. Por orden de El Señor de los Cielos se adquirieron campos en Bahía Blanca, departamentos en Recoleta, el hotel Tourbillón y una mansión en Almafuerte, en el barrio de Los Troncos. Incluso financió parte de la campaña presidencial de Eduardo Duhalde y Palito Ortega.
Y Greg Sánchez, el exalcalde de Benito Juárez, donde se encuentra Cancún, quien había sido acusado de narcotráfico en nuestro país, enfrentó a la justicia argentina por comprar una finca de 930 hectáreas, que costó dos millones de dólares y la pagó en efectivo.
Hay que estar atentos de lo que sucede con el narcotráfico en Argentina, porque hay varios casos en los cuales el crimen organizado de México podría estar involucrado.
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