Ya llega el avión presidencial
Dentro de un par de semanas estará ya en suelo mexicano el nuevo TP-01 para ser utilizado. Han sido tantas las críticas por la compra de este avión que incluso las autoridades federales contemplaron en algún momento venderlo y continuar volando en el antiguo TP-01. Pero las pérdidas económicas hubieran sido de casi 30 millones de dólares.
La aeronave que hoy usa el Jefe del Ejecutivo la compró el presidente José López Portillo y le fue entregada al mandatario Miguel de la Madrid en 1987. No tiene autonomía para realizar vuelos trasatlánticos o continentales. Para llegar a Europa forzosamente tiene que hacer escala en Terranova a fin de abastecerse de combustible. Para volar a Asia se requieren dos escalas. Por si fuera poco, gasta casi el doble de turbosina que cualquier aeronave moderna, lo cual eleva considerablemente el costo de cada viaje presidencial. Se le han hecho algunas mejoras en las turbinas, pero no han sido suficientes. Además carece de la comodidad de la mayoría de las aeronaves comerciales en una clase de negocios. Sin embargo la necesidad básica para reemplazar un avión de casi 30 años es la seguridad.
Al principio de la gestión de Felipe Calderón, por cuestiones de seguridad, se contempló cambiar la aeronave, pero políticamente no es correcto que un presidente lo haga durante su sexenio. El TP-01 ya no cuenta con los mínimos requisitos para un avión presidencial y en la administración pasada se tomó la decisión de adquirir uno nuevo para que lo utilizara el sucesor. No podemos olvidar que en la administración anterior fallecieron Francisco Blake Mora y Juan Camilo Mouriño, ambos secretarios de Gobernación, y José Luis Santiago Vasconcelos, acompañados de otros funcionarios, en naves del gobierno federal.
En uno de los tantos vuelos que ha efectuado el avión de la Fuerza Aérea Mexicana, utilizado por el Presidente de la República, el TP-01 en el cual viajaba el entonces primer mandatario Felipe Calderón, acompañado por los líderes de los partidos, empezó a caer agua adentro de la cabina de pasajeros. Estaban en medio del Atlántico y, como no se sabía cuál era el motivo por el que la gente estaba quedando empapada, se tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en cuanto se avistó tierra para resolver el problema. Afortunadamente, después de horas de revisión, resultó que se había roto una manguera del aire acondicionado, por lo que, en vez de salir aire, salía agua.
Por seguridad nacional al Presidente de la República no se le permite viajar en ninguna otra aeronave que no sea de las fuerzas armadas mexicanas. Pero, paradójicamente, la aeronave que está destinada al uso presidencial, es ya muy antigua. El primer mandatario debe viajar en un avión seguro.
Asimismo el Air Force One, del presidente de Estados Unidos, es usado como sitio de seguridad extrema ante problemas de seguridad nacional, como fue para el mandatario George Bush poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. No es nuestro caso, pero tampoco un Jefe del Ejecutivo puede emplear continuamente una aeronave que con el paso de los años va teniendo un desgaste natural que la termina por volver insegura.
Sin duda es un aeroplano caro, pero se pagará en arrendamiento financiero a 15 años. También se aprovechó la compra al mayoreo que hizo la empresa Aeroméxico al renovar su flota para poder adquirir el nuevo avión presidencial con un descuento considerable.
Pero el costo de que la nave presidencial tenga un accidente es infinitamente mayor. Es un avión que utilizará el Presidente Enrique Peña Nieto hasta terminar su administración, pero después lo hará quien gane la elección del 2018.
bibibelsasso@hotmail.com
Twitter: @bibianabelsasso