Estados Unidos, el ombligo del mundo
Aquellos que dicen que Estados Unidos ha dejado de ser el centro del mundo se equivocan. Nos guste o no, hoy en ese país se define gran parte de las políticas globales. Es precisamente en donde se discuten todos los temas que de alguna u otra forma marcan la agenda pública de casi todo el planeta. Ahí se congregan los líderes más influyentes para exponer sus posturas ante los temas relevantes.
Tan sólo esta semana que acaba de concluir, en la Casa Blanca se reunieron el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el también poderosísimo presidente de China, Xi Jinping. Ahí pactaron dar nuevos pasos para lograr un acuerdo sobre el espionaje cibernético, en particular el comercial. Van a crear un grupo de expertos para discutir futuras cuestiones relacionadas con espionaje cibernético y otro para la lucha contra la delincuencia organizada. Y aunque pareciera casi imposible, los dos mandatarios han convenido en tratar de reducir sus índices de contaminación. (Sus países son de los que más contaminan a nivel mundial).
Ambos mandatarios han dicho que se entrevistarán dos veces al año para dar continuidad a los temas.
También estuvo en la Casa Blanca el papa Francisco, quien además habló ante el Congreso estadounidense y tocó puntos de gran controversia: abolir la pena de muerte y acabar con el tráfico de armas.
“Cada vida es sagrada, cada persona humana está dotada de una dignidad inalienable y la sociedad sólo puede beneficiarse de la rehabilitación de aquellos que han cometido algún delito”, dijo el jesuita argentino sobre la pena de muerte, vigente en varios estados del país, provocando los aplausos de parte de los congresistas.
La “crisis de refugiados”, sin precedente desde la II Guerra Mundial, fue otro de los asuntos importantes que abordó el Papa. El drama de los inmigrantes en el continente americano representa “grandes desafíos y decisiones difíciles”, afirmó.
Francisco agregó que a la grave situación que se vive en diversas naciones europeas, se suman en América “las miles de personas que se ven obligadas a viajar al norte en búsqueda de una vida mejor para sí y para sus seres queridos, en un anhelo de vida con mayores oportunidades”.
Para el pontífice argentino es necesario no dejarse “intimidar por los números” y adoptar una respuesta que sea “justa y fraterna”, de manera que se pueda tratar “a los demás con la misma pasión y compasión con que queremos ser tratados”.
El papa Francisco también felicitó el trabajo que se ha hecho, ya que dice no es fácil que dos pueblos enfrentados puedan dialogar. Esto lo expresó en una referencia sutil a las conversaciones abiertas por Estados Unidos con viejos adversarios como Cuba e Irán.
Y aunque no todos los congresistas recibieron de manera positiva los puntos del discurso del Papa, lo que valió la pena es que esos temas se trataron.
Al igual que lo habían platicado días antes Xi Jinping y Barack Obama, el papa Francisco habló sobre la urgencia de adoptar “acciones valientes” y desarrollar estrategias para disminuir el calentamiento global.
Podemos agregar que este fin de semana se reunieron en Nueva York los líderes mundiales, en el encuentro más prolífico del orbe en la sede de las Naciones Unidas.
El viernes, después de la visita del Papa, Shakira actuó antes de la cumbre especial. También acudió la Premio Nobel Malala.
El objetivo de estas cumbres es que los Jefes de Estado reconozcan las crisis y los retos que tienen enfrente. Estos encuentros son importantísimos para lograr un planeta mucho mejor. Y se siguen dando en territorio de Estados Unidos.
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