Alondra: ¿y ahora qué dice la juez?
Esta semana escribía la historia de una niña de 14 años llamada Alondra, a quien la juez Cinthia Elodia Mercado determinó entregar a la señora Dorotea García—una mujer a quien su ex pareja le sustrajo a su niña cuando ésta tenía cinco años— con el argumento de que era la hija que buscaba.
Esto, sin embargo, se hizo sin contar con prueba alguna de parentesco. Nunca se le practicaron estudios de ADN a la niña para saber quiénes eran sus verdaderos padres: lo único que había era la referencia de una cicatriz.
Aun así Alondra fue trasladada a Houston, Texas, donde reside Dorotea. Y fue hasta entonces que se realizaron las pruebas correspondientes y el resultado salió negativo.
Es inconcebible que una juez hubiera tomado una determinación así, sin que existieran pruebas de ADN, y que esperara que éstas se hicieran hasta que la niña llegara a Estados Unidos.
El jueves pasado Alondra acudió a su escuela, la telececundaria Sor Juana Inés de la Cruz, en la capital de Guanajuato. Al lugar llegó Gustavo Luna, su padre, a recogerla para ir a la audiencia en un juzgado. Antes de llegar la menor fue a comer con quienes hoy sabemos son sus verdaderos padres: Susana Núñez Granados y el propio Gustavo Luna.
Estos últimos siempre aseguraron que se trataba de una confusión porque hay otra niña también llamada Alondra, hija de Reynaldo Díaz, quien es hermano de un cuñado de Gustavo Luna. En la audiencia la juez no les permitió hablar ni mostrar las pruebas que acreditan que Alondra Luna es su hija.
Según declaró Dorotea García, Alondra le fue sustraida, cuando ésta tenía cinco años, de un restaurante en Texas y trasladada a Guanajuato, donde había sido registrada por sus tíos paternos.
Lo único que Susana y Gustavo pedían era que, antes de que su hija les fuera arrebatada, se practicaran las pruebas de ADN para esclarecer el caso.
Cuando la juez dictaminó que la niña se fuera con Dorotea a Estados Unidos, Alondra sufrió una crisis nerviosa al ser trasladada por una patrulla de la Policía Federal, la cual debía dar cumplimiento al mandato de la juez. Ahí incluso insultó a Dorotea.
El momento del traslado de la adolescente fue visto por muchísimas personas a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
¿Cómo puede ser que sometan a una niña a una situación como ésta? En algunos casos puede haber equivocaciones, pero en éste era facilísimo determinar el verdadero parentesco.
Este asunto, sobre el que ya tomó cartas la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al abrir un expediente de queja, debería servir de ejemplo para analizar cómo funcionan las distintas instancias judiciales del país.
Una sentencia irresponsable puede dañar de manera irreparable a muchas personas.
Alondra ya viene de regreso a México. ¿Y ahora qué les van a decir a Alondra y a sus padres?: ¿ustedes disculpen?
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