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El precio de la fama

La madrugada del viernes pasado finalmente fue capturado Servando Gómez Martínez, La Tuta. Había sido uno de los principales objetivos a capturar en este último año, sobre todo desde que inició el operativo federal en Michoacán.

La Tuta ha sido el único narcotraficante mexicano que realizaba videos constantemente y daba entrevistas a periodistas internacionales. En muchas de las imágenes aparecía con personajes de la política, negociando con ellos. En un momento, el narcotraficante lo hizo como un seguro, para poder extorsionar a las autoridades.

Por ahí pasaron presidentes municipales, empresarios, el hijo de un gobernador y un secretario de gobierno del estado. En estos videos se demuestra el pacto de complicidad que hubo entre estos personajes y el cártel de Los Templarios. El que fuera gobernador interino de la entidad Jesús Reyna fue detenido, y Rodrigo Vallejo, hijo del entonces gobernador Fausto Vallejo, también se encuentra tras las rejas.

La voz y la imagen de La Tuta son muy conocidas. Hace unas semanas, platicando con Alfredo Castillo, me decía: “El cerco en torno a La Tuta se está cerrando, falta poco para su captura. Ha de estar muy arrepentido de haber hecho su imagen tan pública.”

Y tanto fue así que el pasado 3 de febrero Servando Gómez envió un mensaje a través de las redes sociales que decía: “Primeramente Dios, éste es el último audio que saco, y no vuelvo a sacar ningún audio. No por miedo, porque tengo que cuidarme, que tomar mis medidas, hacerme a un ladito y cuidarme.”

La Tuta no sólo lideró el narcotráfico, también el secuestro y la extorsión. Entre otras cosas tenía el control del cobro de piso a los productores de aguacate y limón, robaba hierro que era exportado a Asia dejando ganancias millonarias. Tenía el control de los accesos al estado, tanto terrestres como marítimos. Había creado una red de protección en la cual estaban involucrados desde taxistas hasta altos mandos del gobierno estatal. Hace unos años que estuvimos en Michoacán el policía federal que nos acompañó me decía: “aquí hay que tener cuidado hasta de lo que dices en una tiendita si vas a comprar un refresco, muchos son halcones de Los Templarios.”

Pero el cerco y la protección se fueron cerrando. En el último año se detuvo a la gran mayoría de los operadores importantes de ese cártel. En el 2014 se le decomisaron más de 70 inmuebles con valor superior a los 430 millones de pesos. Hace unas semanas le fueron asegurados otros 62 inmuebles, presuntamente usados para actividades delictivas. Decíamos hace unos días que decomisando el dinero de este grupo criminal su capacidad operativa se vería mermada.

Los mitos y las historias en torno a La Tuta eran muchos: que si viajaba en burro o vivía en cuevas. Finalmente fue detenido en una casa en Morelia; dicen que esperaba practicarse una cirugía estética para transformarse el rostro y la voz.

Esta detención ha sido un gran acierto de las autoridades federales, pero todavía tienen mucho que hacer para poder garantizar el control en el estado. En Michoacán se han conseguido avances muy importantes, se logró recuperar el control del estado arrebatándoselo al crimen organizado y al gobierno estatal. Ahora habrá que hacer lo mismo con Guerrero. Si bien la situación política es distinta, se tendrá que hacer un operativo como el de Michoacán para poder garantizar la seguridad en esa entidad.

 

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