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Todos los caminos llevan a Morena

Los índices de ingobernabilidad en México se encuentran muy similares a los que vivimos cuando el presidente Felipe Calderón asumió la presidencia, en el 2006. En ese entonces Andrés Manuel López Obrador aseguraba que él era el presidente legítimo y empezó con una movilización muy intensa.

Fue cuando se dio el cierre de Reforma y el Centro Histórico que ocasionó daños gravísimos a la ciudadanía. Según cifras de la Concamin en los primeros 21 días de plantón se contabilizaron más de 3 mil millones de pesos en pérdidas, lo cual se tradujo en quiebras y desempleo.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, en ese 2006, durante los primeros 15 días del bloqueo en el corredor Reforma-Centro Histórico, las empresas afectadas despidieron a 809 trabajadores. El fin en ese entonces era desestabilizar el país.

Algo muy similar estamos viviendo en este momento. En Guerrero se canceló más del 50 por ciento de las reservaciones para el fin de semana largo. También muchos que habían planeado ir a Acapulco para fin de año ya han cambiado su destino. Una pérdida enorme para aquellos que viven del turismo, que es el mayor ingreso que tiene Guerrero.

El viernes pasado la carretera México–Cuernavaca estuvo bloqueada más de 10 horas. Cientos de personas que pretendían disfrutar un fin de semana largo quedaron varados: la vía fue tomada por los pobladores de Tres Marías exigiendo seguridad.

El secretario de Gobierno de Morelos, Matías Quiroz, acudió a negociar con los pobladores, pero cuando pretendió retirarse se lo impidieron y lo retuvieron junto con uno de sus escoltas, al que desarmaron y golpearon al grado de que tuvo que ser trasladado a un hospital.

Quiroz, quien también fue agredido físicamente, logró huir provocando aún más cólera entre los manifestantes, que se pusieron violentos y empezaron a lanzar piedras.

Finalmente a las siete y media de la noche la carretera fue liberada.

En estas semanas hemos visto muchos movimientos muy agresivos. La provocación y la violencia aumentan cada día. Las manifestaciones comienzan a incurrir en toma de rehenes: la semana pasada manifestantes retuvieron al subsecretario de Seguridad Pública de Guerrero y este fin de semana al Secretario de Gobierno de Morelos.

Fue muy lamentable lo que ocurrió con la desaparición de los 43 normalistas, pero este hecho lo están aprovechando grupos que quieren desestabilizar el país. Estos manifestantes no se mueven solos, están bien estructurados y su operación cuesta dinero. La gran mayoría son grupos que confluyen con Morena, desde los que tomaron el aeropuerto de Acapulco, la semana pasada, hasta los que quemaron la puerta Mariana de Palacio Nacional. Si las autoridades siguen a los manifestantes, una vez que se repliegan, sabrán quién les da dinero y órdenes. El sábado, cuando autoridades se acercaron al auditorio Justo Sierra (conocido como Che Guevara) en la UNAM, fueron recibidos en forma violenta.

Mientras los hechos violentos queden impunes se fortalecen los grupos que buscan provocar y mientras tanto se abandona a millones de mexicanos que lejos de la política y la violencia lo único que quieren es vivir en paz.

bibibelsasso@hotmail.com
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@bibianabelsasso