¿Y dónde están los 200 policías?
Dicen que buscaba secuestradores, pero el Grupo Táctico Antisecuestros de Guerrero se “confundió” y disparó a una Van del Tec de Monterrey que se encontraba en las inmediaciones de la Autopista del Sol, entre la caseta de peaje y la ciudad de Chilpancingo.
En la camioneta atacada por los policías iban varios estudiantes: dos de origen francés, dos de nacionalidad alemana y seis mexicanos. Uno de los alemanes fue herido gravemente y lo trasladaron a un hospital de la Ciudad de México.
Tanto la embajada de Alemania como la de Francia en México ya están en contacto con la Secretaría de Relaciones Exteriores para verificar el estado de sus connacionales, y para seguir de cerca, dijeron, las investigaciones.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero ha informado que ya procedió a detener a 20 elementos que participaron en la agresión a los estudiantes del Tecnológico de Monterrey, pero hay otro tema gravísimo del que poco se habla.
Desde el pasado 26 de septiembre, cuando desaparecieron los normalistas de Iguala en camionetas de la policía municipal, casi 200 elementos esa corporación ya no regresaron a trabajar.
Por supuesto que se quedaron con las armas que les habían proporcionado, pero de su paradero nada se sabe. Ayer fueron detenidos otros 14 policías del municipio de Cocula, que también participaron en el secuestro masivo.
¿Dónde están todos esos elementos que además deberían de haber declarado qué hicieron con los 43 normalistas desaparecidos?
Y además, este fin de semana normalistas y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (Ceteg) quemaron parte de las instalaciones del Palacio de Gobierno y causaron destrozos en la sede del ayuntamiento y en el Congreso estatal.
Se robaron una camioneta de la empresa Bimbo y la quemaron para utilizarla de barricada. Hurtaron también expedientes; dicen que para exigir que aparezcan los cuerpos de los 43 normalistas desaparecidos.
La forma de actuar de estos normalistas y de los integrantes de la Ceteg, me parece reprobable, pero más grave aún es que el gobernador del estado, ni siquiera aparezca.
El que salió la noche del lunes, después de la balacera a los estudiantes del Tec. y el incendio del Palacio de Gobierno, fue el secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, quien llamó al diálogo con los normalistas.
Sin embargo, los normalistas que han actuado como vándalos en estos días, se sienten más impunes que nunca. ¿Quién se va a atrever a decirles algo cuando 43 de sus compañeros están desaparecidos?
Nunca se ha aplicado la ley como debería ser. Haber desaparecido a los normalistas es imperdonable, como lo es también permitir que se quemen las oficinas gubernamentales. Es una situación en la que nunca se ha actuado plenamente con la ley, y cada día será más complicado poder hacerlo.
Establecer la paz y el orden en Guerrero es hoy prácticamente un sueño, que difícilmente se podrá hacer realidad.
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