Vínculos entre mafia italiana y narco mexicano
El caso de los napolitanos desaparecidos en Jalisco puede tener muchas lecturas. No queda clara la razón por la que estas personas estaban en Jalisco y qué era lo que exactamente vendían y compraban. Se dijo que comerciaban partes eléctricas de procedencia china y que no eran turistas. Pero esta información aún no se confirma.
El propio fiscal general del estado, Raúl Sánchez Jiménez, dice que se está investigando, pero que no puede descartar que los italianos asesinados pudieran tener algún tipo de relación con el crimen organizado.
Y es que este caso nos ha hecho recordar las viejas relaciones de distintos cárteles mexicanos con grupos de la mafia italiana, sobre todo con la Camorra.
Las relaciones entre las bandas criminales mexicanas con las italianas son añejas. Por una parte, el Cártel de Sinaloa, y por el otro, Los Zetas, con los tres principales grupos criminales de la mafia italiana: la Cosa Nostra siciliana, la Camora napolitana y la Ndrangheta calabrese.
La relación de los cárteles de la droga mexicanos, y la mafia italiana lleva años. Y es que para los narcotraficantes mexicanos introducir droga en Europa es un negocio enorme, por los altos costos que tienen los narcóticos en países europeos. Y para eso se han aliado con mafias europeas, en particular con las italianas.
Recordemos que en 2008, cuando en el marco de la operación internacional llamada Solare se capturó a 175 personas, entre las que había integrantes del Cártel del Golfo y la mafia italiana Ndrangheta, afirmó el entonces procurador regional italiano, Nicola Gratteri.
“Ha quedado demostrado lo que ya se sospechaba: la relación entre el Cártel del Golfo y la Ndrangheta”, aseguró Gratteri en aquella ocasión.
La acción en ese entonces fue realizada en conjunto por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y su agencia antidrogas, la DEA, y el gobierno de Italia, confirmándose la captura de 16 mafiosos vinculados con narcotraficantes mexicanos.
En concreto, los policías incautaron más de 16 mil kilogramos de cocaína, 470 kilos de metanfetaminas, 8 kilos de heroína, más de 10.4 toneladas de mariguana, 176 vehículos y 167 armas.
Las autoridades italianas estimaron que en ese tiempo, Ndrangheta tenía un giro de negocios anual estimado en más de 36 mil millones de euros (unos 55 mil millones de dólares).
Gratteri es autor del libro Fratelli di sangue (Hermanos de sangre), en el que documentó la actividad de la Ndrangheta.
En su texto dice que actualmente esa organización es quizá más rica que la Cosa Nostra, la famosa mafia siciliana con la que ha establecido pactos criminales, pero de la que se diferencia por su organización interna.
A Ndrangheta, una organización que incluye a las familias Coluccio y Aquino, en Nueva York, y a la familia Schirripa, en Calabria, al sur de Italia, se le llegó a considerar la organización criminal más rica de Europa, con un patrimonio neto de casi 44 mil millones de euros.
En ese momento se pensaba que la Ndrangheta era la responsable del envío de cerca de 80 toneladas de cocaína a Europa desde Sudamérica, a través de Nueva York, en colaboración con las células del Cártel del Golfo que operan en el área metropolitana de esa ciudad.
En 2011, los jefes de la Ndrangheta y los cárteles mexicanos de la droga fueron posteriormente implicados en crímenes, gracias a la operación italiana Crimine 3, también conocida como Solare 2.
En julio de 2011, en las investigaciones preliminares, un juez italiano emitió 45 órdenes de captura con el cargo de conspiración criminal relacionada con el tráfico internacional de drogas. Esto dio lugar a investigaciones que permitieron a las fuerzas policiales italianas, españolas, estadounidenses y holandesas incautar 809,283 kilogramos de cocaína.
En junio de 2012 se llevó a cabo la llamada “Operación Monterrey”, a cargo de las fuerzas policiales antidrogas en Palermo y la DEA.
La operación expuso una red internacional de tráfico de drogas que involucraba a traficantes de la Cosa Nostra, así como de la Camorra, involucrados con narcotraficantes mexicanos de Monterrey, quienes les ayudaron a transportar cientos de toneladas de cocaína desde la capital de Nuevo León a Palermo y a los puertos holandeses.
Las agencias estadounidenses, en particular la Agencia Federal de Investigación (FB,I por sus siglas en inglés), siempre han documentado la relación de las mafias italianas con las de América Latina. Dicen que data de los comienzos del siglo XX, cuando la mafia siciliana formó en Estados Unidos el grupo conocido como la Cosa Nostra, el cual cuenta con actividades en Nueva York, Nueva Jersey, Philadelphia, Detroit, Chicago y Nueva Inglaterra.
Hay que recordar que el 10 de abril de 2017 fue capturado en Italia el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, quien fue acusado de recibir sobornos del Cártel del Golfo y Los Zetas, así como de lavado de dinero a través de diversas operaciones inmobiliarias.
En México tiene una orden de aprehensión librada por el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en Tamaulipas, por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Ahora la justicia italiana ha dicho que no extraditará a Tomás Yarrington a México.
¿Están entrelazadas todas estas historias? Son especulaciones, pero todo parece tener un hilo conductor.
Independientemente de la personalidad y las relaciones de los tres italianos desaparecidos en Jalisco, hay que recordar que fueron entregados al Cártel Jalisco Nueva Generación por policías municipales. Lo cierto es que entre las mafias italianas y algunos cárteles mexicanos existen lazos de negocios y complicidad.
Al servicio de cárteles
En el caso de la desaparición de tres italianos, ocurrida el 31 de enero, en Jalisco, la Fiscalía estatal informó que hay cuatro policías detenidos: Salomón “N”, Emilio “N”, Fernando “N” y Lidia “N” y buscan a dos elementos más y al director de la Policía de Tecalitlán, Hugo Martínez Muñiz, quienes los habrían entregado a un grupo criminal.
El pasado lunes, el secretario de Gobierno del estado, Roberto López Lara, informó que también se busca al líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, organización criminal que opera en el estado.
“Nos hace falta hacer tres detenciones más referentes a este tema; no vamos a cesar la búsqueda de estos ciudadanos italianos; hay más policías involucrados”, dijo.
Raffaele Russo, de 60 años de edad; su hijo, Antonio Russo, de 25 años, así como su sobrino, Vincenzo Cimmino, de 29 años, antes de desaparecer enviaron un mensaje a sus familiares, en el que avisaron que habían sido detenidos por policías.
El domingo pasado, Francesco Russo, hijo de uno de los desaparecidos, afirmó a la televisión italiana RAI1 que la policía mexicana había vendido por 43 euros a los italianos a un cártel local. Esta versión no ha sido confirmada por ninguna autoridad.
Según investigaciones preliminares, los italianos comercializaban maquinaria apócrifa a empresarios de Jalisco.
En Italia ha habido manifestaciones para exigir la aparición de sus compatriotas.