Mikel Arriola Peñalosa
Para Mikel Arriola hay dos pasiones que han marcado su existencia: una, enfocada al deporte, específicamente el jai alai; la otra, centrada en la vocación por el servicio público.
Sin embargo, lejos de estar separadas, ambas pasiones se han fundido hasta guiar a Arriola a lo que es hoy: un joven político en ascenso y que tiene como su próxima meta ganar la gubernatura de la Ciudad de México, impulsado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Arriola, nacido el 25 de septiembre de 1975 en esta capital, tiene raíces vascas y es por ello que su abuelo, quien fue un pelotari de los mejores del mundo, le heredó el gusto por el jai alai.
“A los 13 años participé en el Campeonato Mundial Juvenil en el Frontón México y gané la medalla de plata”, recuerda el precandidato en una charla que sostuvimos ya como parte de su campaña en pos de la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
Fue entonces que Mikel recibió una de sus grandes lecciones de vida, pues a pesar de que su abuelo, Salvador, había sido un ilustre pelotari, le hizo jurar que no se dedicaría a esa actividad, sino a estudiar y dedicarse a algo más.
“Él fue una persona muy ordenada en su vida, vivió hasta los 94 años y siempre me enseñó… sobre todo valores, era una gente que siempre subrayaba la honestidad y la amistad, tenía muchísimos amigos y yo tuve la fortuna de ser uno de sus amigos”, recuerda Mikel con nostalgia.
Consciente de que debería buscar otro ámbito en la vida, fue que se enfocó en recibir otro ejemplo importantísimo en la vida, el de su padre, Salvador Arriola Barrenechea, como funcionario público.
“Mi papá empezó en la Secretaría de Hacienda, él es economista, yo por él pude conocer a David Ibarra, a Jesús Silva Herzog, a Gustavo Petricioli, a Pedro Aspe, a Ángel Gurría, al propio Dionisio Meade, que es mi padrino, papá del actual precandidato del PRI a la presidencia”, me contó Mikel.
Y es desde entonces que Arriola Peñalosa lo tiene claro: “Siempre quise ser servidor público. Cuando me dieron mi título de abogado lo primero que hice fue irme a estudiar Políticas Públicas directamente. Desde chico yo me acuerdo que con dos amigos, Nacho Morales y Mariano Gómez Peralta, los tres éramos hijos de funcionarios, el papá de Mariano subsecretario del Trabajo, el papá de Nacho era el procurador, Morales Lechuga, y estábamos ahí en primaria y hablábamos de política y hablábamos de que queríamos ser funcionarios públicos”.
De su madre, Mikel me relató: “ella siempre me apoyó, mi mamá y mi papá se separaron entre 1989 y 1990, cuando mi papá se va de embajador a Uruguay y yo me voy con él y luego regreso porque ya se iba a ir a Venezuela, entonces era muy difícil seguir un ritmo así, sobre todo si uno quería seguir estudiando. Entonces mi mamá siempre me ha apoyado, mi hermano y yo nos quedamos aquí y de ahí en adelante hemos hecho siempre una carrera de mucho trabajo, muy apoyados por el lado materno”.
Vienen luego los años universitarios en la Anáhuac, las especializaciones en la London School of Economics en Londres y una maestría en la Universidad de Chicago. Inicia una meteórica trayectoria en el servicio público y la política, y se casa con Jimena Galindo.
“Nos conocimos en la Financiera Rural, fue amor de oficina, ella es hija de un amigo de mi padre que trabajó también en la Secretaría de Hacienda y que fue diplomático. Yo le digo siempre que ella ya tenía un complot puesto para que yo cayera, pero se lo digo de broma. Pero bueno, fue muy natural, teníamos muchas cosas en común”, platica divertido.
Mikel lleva 16 años seguidos trabajando en el servicio público, me cuenta:
“Fue una muy bonita trayectoria, porque a José Antonio Meade le toca cerrar Banrural y eso era una decisión muy difícil, porque esa decisión tenía que pasar por el Congreso y cerrar un Banco de Desarrollo era muy difícil. Se logra, se construye una nueva financiera, mucho más sana, a Banrural le costaba 6 pesos colocar 1 de crédito, y de ahí, José Antonio fue el artífice de esa revolución de la Banca de Desarrollo, se funda la financiera, nos vamos a la financiera, a mí me tocó la parte jurídica y después me voy a Chicago.
En el 2006 Mikel llega a la Secretaría de Hacienda, donde se desempeñó como el Jefe de la Unidad de Legislación Tributaria en Hacienda.
Otro cargo importante para Mikel fue en la Cofepris. “En mi vida fue central, porque primero, me salgo del manto, digamos, de protección del doctor Meade en el 2011, él se va a Energía, entonces salgo de eso, agarro yo, como dicen, vida propia y llego a una institución que estaba colapsada.”
“Imagínate que la Cofepris regula el 10 por ciento del PIB, regula la publicidad, regula la industria farmacéutica, regula la industria de bebidas y alimentos, regula a la industria química, regula también las emisiones, regula las playas, vamos, es un elemento central del Estado Mexicano.”
Y también presidió, hasta hace muy poco, el Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Cuando llego al IMSS también había una grave preocupación por el déficit, y ese déficit se convirtió en superávit en el 2016, 6 mil 400 millones de pesos, una institución de 74 millones de derechohabientes, una institución que tiene un presupuesto 3 veces mayor que el de la Ciudad de México, entonces estaba en riesgo de morir el IMSS, estaba en riesgo el pago de las pensiones, estaba en riesgo la operación de unos 500 hospitales en nuestro país, una institución central del Estado Mexicano, salió de la crisis financiera afortunadamente.”
“Yo nunca he tenido un jefe tan bueno como José Antonio Meade: primero te empodera, te sienta con sus pares y ya te deja solito, siempre te enseña, muy pocas veces yo lo he visto desesperarse con un subordinado aunque a veces lo hayamos hecho mal”, me cuenta al concluir la entrevista.
Dicho vínculo con Meade, Mikel ahora espera que se mantenga y culmine en el sueño máximo de colocar a José Antonio en la presidencia y a él como Jefe de Gobierno de la CDMX.
La apuesta tricolor
Además de dirigir el IMSS, Mikel Arriola tiene una amplia trayectoria como funcionario público en instituciones como Financiera Rural y la Secretaría de Hacienda, donde fue asesor de Agustín Carstens. En marzo de 2011 fue nombrado comisionado de la Cofepris, dependiente de la Secretaría de Salud, donde en septiembre del mismo año fue designado titular Salomón Chertorivski. Hoy ambos buscan la candidatura a la Jefatura de Gobierno.
Ayer, ante más de mil personas reunidas en un gimnasio de la delegación Milpa Alta, el también pelotari prometió que, de ganar la Jefatura de Gobierno, el sector de los adultos mayores será prioridad dentro de su agenda.
Garantizó al cien por ciento el abasto de medicamentos, la construcción de una nueva clínica y casas de convivencia para el adulto mayor, además de ofrecer mayores descuentos en el pago de servicios públicos a ese grupo vulnerable de la población.
Al término del evento, el aspirante dijo que es indiferente al candidato que surja de la coalición Por la CDMX al Frente, porque son exactamente lo mismo, pues defienden un mal gobierno.
Señaló que quien obtenga dicha candidatura tendrá que dar muchas explicaciones sobre los altos índices de delincuencia, que en los 20 años se ha incrementado más de 70 por ciento. Además, deberá explicar las causas del aumento de la corrupción y la disminución de los servicios públicos, pese al aumento en los trámites.