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Armando Ahued Ortega

Más que el lugar en el que simplemente reside,  la Ciudad de México es, para Armando Ahued Ortega, el lugar donde vive y ha vivido para servirle.

 

Ahued Ortega, ahora exsecretario de Salud de la CDMX, presume orgullosamente su origen libanés y sus raíces siempre atadas a la capital del país, de la cual ha sido servidor público los últimos 10 años y ahora busca  contender por la Jefatura de Gobierno como representante del frente integrado por PRD, PAN y Movimiento Ciudadano, pese a que no es militante de ninguno de ellos.

Durante mi entrevista con Armando noté el entusiasmo que le provoca hablar de la CDMX. La emoción que le causa rememorar sus recuerdos de infancia en ella.

“Era de los niños que jugábamos en la calle, andábamos en bicicleta; era otra ciudad. Yo me acuerdo que de niño me tocó ver el primer día cuando arrancó el Metro de la Ciudad de México; imagínate, vivíamos ahí en Tlalpan, por donde es el Metro Xola. Tenía nueve años y de repente lo vi y dije: ¡el Metro! Así, hasta de sorpresa, me impactó mucho ver el Metro, todavía utilizábamos el tranvía, imagínate, en la Calzada de Tlalpan. No… a esta ciudad yo la he visto transformarse de una manera impresionante”, recuerda.

Sus palabras describen al entonces Distrito Federal; uno en el que todavía cabían imágenes rurales: “Donde estaba mi universidad, la UAM, había vacas, imagínate, cuando yo iba a la universidad veía cómo sacaban las vacas a pastar; hoy no hay ni una vaca, por supuesto, ¿no? El crecimiento de esta ciudad ha sido impresionante y los cambios; hay muchas cosas muy buenas también que podemos hablar de la ciudad”.

Ahued Ortega, nacido el 6 de abril de 1959, se crió en una familia de cinco hermanos. Tres hombres y dos mujeres.

“Mi papá era comerciante, ya falleció; se dedicaba principalmente al tema de comercio, igual que casi toda mi familia, porque yo vengo de familia de origen libanés; entonces mi tío tenía una fábrica de vestidos, mi otro tío una fábrica de telas, otro de suéteres, mi papá hacía vestidos; en fin, comerciantes básicamente. Mi madre se dedicó siempre al hogar y a sacarnos adelante a mis hermanos y a mí y, por supuesto, a trabajar como loca en la casa”.

Pese a dicha influencia, Armando optó por un camino diferente al del comercio y se adentró en las ciencias naturales; estudió medicina, rama en la que también tuvo reconocidos ancestros.

“A mí me gustó siempre la biología y la química, eran mis materias favoritas, sobre todo la biología, y empecé a darme cuenta que tenía como esa facilidad o esa predisposición para esa materia y para ese fin, y empecé a ver el tema de la medicina. Yo tengo dos tíos, efectivamente, médicos. Un tío que fue jefe de Anestesia en el Conde de Valenciana, el Instituto de Oftalmología y del Gabriel Mancera, y otro tío ginecólogo, un gran médico, fue director de Perinatología del Instituto Nacional de Perinatología y formador de ginecólogos toda su vida”.

A pesar de que en sus primeros años intentó atender las responsabilidades de tener un consultorio propio, las labores que comenzaron a encomendarle en el servicio público le llevaron a cerrarlo y así no quedarle mal a los pacientes; sin embargo, Armando lo hizo sin culpa, pues se autodefine como un “humano muy sensible y siempre con el deseo de ayudar a los demás”.

“La medicina siempre me atrajo y tengo vocación de servicio y pues, se me dio y entré a la medicina, y como secretario de Salud cumplí una labor de más de 10 años en total. Estuve seis años en la administración de Ebrard y, luego, el privilegio de estar con Miguel Ángel Mancera”.

Pese a lo demandante que le fue estar como responsable de la salud de los habitantes de la CDMX, Armando ha pugnado por mantener la calidad de vida y darse tiempo para el ejercicio y disfrutar de la familia.

“Me gusta ir al gimnasio; voy al Club Libanés. Voy al de Hermes y ahí hago ejercicio, me gusta hacer caminadora, elíptica, bicicleta, muy bien; me encanta ir a hacer mi ejercicio. Me gusta mucho el futbol y procuro ir con mi familia a verlo, además de escaparnos al cine. Me gustan las películas, pero muy tranquilo todo”.

Otra de las pasiones personales de Armando es la lectura, lo cual intenta, pese a lo abrumador que pueda ser el trabajo. “Me gusta leer, fíjate que leo, pero, a veces, ya en la noche, por ejemplo, cuando ya llego a  casa, abro un libro, empiezo a leer dos… y ya se me cierran los ojos; además, aquí leo, bueno, mira ahí ves una fila de libros que ya tengo, un paquetito así, pues ya están mis libros ahí esperando para ir y ahí voy; como voy pudiendo voy leyendo”.

Cuando le pedí que describiera sus cualidades como hombre de familia y servidor público, Armando me dijo:

“Hay que preguntarle a mis  hijos y también a mis compañeros de trabajo, pero generalmente trato de ser ecuánime. Fue una gran responsabilidad, cuidar la salud y la vida de los capitalinos y las capitalinas. Fue un privilegio; es algo que le doy gracias a Dios, yo creo en Dios, sin duda, le doy gracias a Dios porque mi vocación ha sido servir y para eso estoy”.

Armando Ahued también  cuenta orgulloso que los hospitales de alta especialidad en la CDMX tienen equipos de lo más modernos y sofisticados. Y es verdad; yo en lo personal conozco el Hospital de Especialidades Dermatológicas Dr. Ladislao de la Pascua y  el único hospital veterinario público de especialidades de toda América Latina.

Y con su experiencia en el servicio público, el doctor Armando Ahued busca contender para gobernar la Ciudad de México.

El defensor de la salud

Fue Manuel Mondragón quien en 2006 invitó a Armando Ahued a participar en la Secretaría de Salud capitalina. Poco después, él asumió la titularidad de esa dependencia desde la cual debió asumir uno de los retos principales de la Ciudad de México: la epidemia de influenza H1N1 en 2009, misma que obligó a decretar la cuarentena. En este periodo, el funcionario encabezó la entrega de cubrebocas en el Metro.

“Enfrentar momentos tan difíciles como la influenza y haber cerrado la CDMX para cuidar la salud y la vida de la gente es un tema trascendente, se evitó la muerte de 19 mil personas. También me tocaron inundaciones, epidemias, contingencias ambientales, la explosión del Hospital de Cuajimalpa y el sismo del 19 de septiembre”, recuerda.

 

Es precisamente  la experiencia que tiene como servidor público lo que lo motivó a buscar la candidatura a Jefe de Gobierno, lo que lo ha llevado a desarrollar una precampaña cercana a la gente, en la que lo más importante es escuchar sus propuestas.

Ahued se muestra convencido de mantener a la capital como “una ciudad de libertades, igualdad y equidad, una ciudad para todas y todos”.

 

El exsecretario considera que se debe dar continuidad al trabajo realizado en las administraciones anteriores, pues tratar de empezar de cero “sólo afectará a los habitantes de la ciudad”, y dijo que su principal apuesta es a un acuerdo metropolitano.