Claudia Sheinbaum Pardo
De Bulgaria y Lituania a la delegación Tlalpan. De la Hacienda de Echegaray a Coyoacán. Del Consejo Estudiantil Universitario a la Secretaría del Medio Ambiente de la capital.
Las rutas para que Claudia Sheinbaum sea hoy candidata de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México estuvieron acompañadas de singulares capítulos.
Y es que, como muchas cosas que suceden en la vida y en la política, el azar intervino para que se dieran las cosas, pues sus abuelos maternos y paternos, ambos con raíces europeas, coincidieron en México.
“Mis abuelos paternos vienen de Lituania, llegaron a principios del siglo XX, principalmente por razones económicas; cada uno llegó por su cuenta, se conocieron en México, vivieron en La Merced, después en Tepito. Y del lado de mi madre vinieron de Bulgaria durante la Segunda Guerra Mundial”, me relató Claudia, durante la entrevista que le hice en junio pasado. “Los papás de mi mamá me platicaron que el barco en el que venían iba a Cuba, pero paró primero en Veracruz y ahí un amigo les dijo ‘no, mejor quédense en México, ¿para qué van a Cuba?’, y se quedaron en México”.
Y así comenzó una historia que tiene a Sheinbaum en la contienda por convertirse en la segunda Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, apoyada en una ideología de izquierda, ligada a la ciencia e influenciada por el trabajo al lado de personajes como Andrés Manuel López Obrador y Mario Molina.
“Mi madre es científica, es una bióloga muy reconocida, es profesora emérita de la UNAM. En el caso de mi padre, que ya falleció, fue ingeniero químico, él se dedicó más bien a trabajar en una pequeña empresa durante toda su vida, pero siempre nos inculcaron el tema del estudio”, agrega Claudia, quien vivió su infancia en el Estado de México antes de avecindarse en la CDMX.
“De chiquitos vivíamos en Hacienda de Echegaray, en Naucalpan. Yo viví ahí hasta los 12 años y después vivimos en Coyoacán; después mis padres se separaron y yo me independicé como a los 22-23 años”, relata Sheinbaum, quien previo a su actual candidatura fungía como jefa delegacional en Tlalpan.
Conforme fue creciendo, además de estar rodeada de un ambiente altamente político, ejerció otra de sus grandes pasiones: el ballet.
“Estudié danza clásica desde los seis años hasta casi los 21, ya en la facultad tuve que tomar la decisión entre seguir con el ballet o dedicarme de tiempo completo a la universidad, no podía con las dos”.
Los años en la educación superior le permitieron desarrollar sus habilidades políticas, nada menos que como parte del emblemático Consejo Estudiantil Universitario (CEU), misma época en la que comenzó su relación con Carlos Imaz, quien también era líder del movimiento, pero de quien, en palabras de Claudia, se encuentra actualmente separada.
“La experiencia en el Consejo Estudiantil Universitario fue algo hermoso, porque fue muy creativo y, además, los resultados fueron finalmente la defensa de la universidad pública, que es algo en lo que nosotros creíamos, la educación como un derecho”, relata.
“Ahí conocí a mi marido, ahora estamos separados, hace ya prácticamente más de un año. Tengo dos hijos, un varón, que en realidad es hijo de su primer matrimonio (de Imaz), pero que creció muy pegado a nosotros, para mí es mi hijo, Rodrigo, él es artista, y una hija, ella es historiadora”.
Encarrilada ya en el ámbito profesional, tuvo una de sus experiencias más gratas y que más le marcaron: trabajar al lado del Premio Nobel mexicano, Mario Molina:
“Trabajé con Mario Molina previo a ser secretaria del Medio Ambiente en 2000. Mario creó un grupo de científicos de Estados Unidos, algunos europeos y de México, que fue el primer gran estudio, digamos, donde se juntaron datos científicos sobre la contaminación atmosférica en la Ciudad de México”.
Vinieron luego los años en que comenzó a ligársele con el círculo más cercano de López Obrador, gracias, en buena parte, a que es una “obsesiva por el trabajo”. Ocupó el puesto de secretaria de Medio Ambiente y lideró el proyecto de los segundos pisos y el Metrobús.
“En esa época Andrés Manuel López Obrador me pidió que coordinara la construcción de los segundos pisos y además del Metrobús, que sí era un proyecto integral donde participábamos Medio Ambiente, la Secretaría de Transporte, Finanzas y, pues, finalmente se logró este proyecto de transporte muy importante para la ciudad. Yo creo que Andrés Manuel tiene mucha gente de confianza, pero quizá mi virtud es que soy obsesiva del trabajo, y cuando me encargan algo no lo suelto hasta que queda terminado”.
Actualmente, Claudia tampoco oculta su postura crítica contra el PRD, al cual no percibe congruente, un valor que para ella es básico en la vida.
“Creo que el PRD perdió la visión, se confrontó internamente y parece guardar los intereses de los distintos grupos, sobre todo en la cúpula del poder, que realmente la transformación del país”.
Así, Sheinbaum se autocalifica y ofrecerá como candidata ser una mujer “consecuente en su vida privada, en su vida pública, una persona que lucha por transformar la situación que vivimos en nuestro país, alegre y disciplinada, trabajadora…”.
Actos empañados
Un grupo de simpatizantes de Morena protestó ayer con pancartas y gritos durante un acto de Claudia Sheinbaum en Cuajimalpa para mostrar su rechazo a la candidatura a la alcaldía por esa demarcación de Paola Félix, actual diputada federal.
La precandidata a la jefatura de Gobierno de la CDMX recordó a los quejosos: “Si somos de Morena entonces firmamos respetar los principios de Morena, y los principios son de respetamos entre todos. Si siguen gritando, quiere decir que son de otro partido”.
La morenista dijo que no caerá en provocaciones y continuará realizando su precampaña en toda la capital, y descartó que los manifestantes sean simpatizantes de su partido.
Desde que inició su precampaña, al menos tres eventos de la aspirante han sido interrumpidos por actos de violencia. El pasado 3 de enero, presuntos militantes del PRD arrojaron sillas y otros proyectiles al templete donde ella se encontraba; el mismo día, sujetos sacaron pancartas durante otro evento, y tras arrojarle huevos se retiraron. El pasado 15 de diciembre, un grupo de personas, supuestamente de la delegación Coyoacán, llegó a un mitin de Andrés Manuel López Obrador en el Jardín Hidalgo, donde también se encontraba Sheinbaum, y se enfrentaron a golpes con simpatizantes de Morena.
La precandidata hizo un llamado al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, para que tome cartas en el asunto, a fin de evitar que ocurra este tipo de incidentes durante sus actos.