Trump no se salió con la suya
El martes pasado, y con las urnas recién abiertas en el estado de Alabama, el Presidente Donald Trump volvía a pedir el voto para el candidato republicano al senado Roy Moore, quien afronta acusaciones por acoso sexual.
Trump defendió toda la campaña y minimizó los acosos del exjuez, que buscaba quedarse con un escaño en el Senado estadounidense, una posición importantísima porque Trump está cada vez mas cerca de perder la mayoría, y sin una Cámara alta que su partido controle, el impeachment, la acusación en su contra para que deje el cargo, puede ser cada vez más viable.
Pero el candidato de Trump perdió. Por primera vez en 25 años, un candidato demócrata logra una victoria en un bastión republicano y la distancia entre ambos partidos se acorta en el Senado, donde hay 51 republicanos y 49 demócratas. Desde 1992 un demócrata no era elegido para ese cargo en el estado sureño.
Fue una campaña muy virulenta, pero por fin ganó la cordura con la victoria de Doug Jones, quien declaró la noche de las elecciones:
“Ésta fue una carrera sobre dignidad y respeto. Esta campaña fue sobre el estado de derecho, sobre educación y decencia”.
Y es que eran muchas las mujeres que acusaron a Moore de acoso y agresión sexual.
La mayoría dice que ocurrió en su adolescencia, cuando el republicano rondaba la treintena.
Una de ellas lo acusa de acosarla cuando sólo tenía 14 años. Otra cuenta que el exjuez intentó violarla.
Al igual que le dijeron los consejeros rusos a Trump durante la contienda presidencial, que en caso de no ganar la presidencia no reconociera la derrota, el republicano, por su parte, se negó a reconocer la victoria del demócrata, argumentando el estrecho margen. Ya con el 99 por ciento de los votos escrutados, Jones tenía 49.9 por ciento y Moore 48.4 por ciento, una diferencia de más de 19 mil votos.
Moore también aseguraba que las acusaciones de acoso en su contra simplemente fueron una conspiración política.
Doug Jones queda como sustituto de Jeff Sessions, completará lo que le quedaba de mandato al fiscal general y tendrá que presentarse a la reelección en 2020.
Nadie se hubiera imaginado hace tan sólo un año que en Alabama ganaría un demócrata para el Senado estadounidense.
Especialistas han dicho que las denuncias de abuso sexual que se han desatado en los últimos meses en Estados Unidos en contra de hombres poderosos han causado gran indignación en la población de ese país, y más aún teniendo un presidente acusado de cometer abuso sexual.
Donald Trump le dio su abierto apoyo a Roy Moore, incluso cuando otros líderes de su partido se resistían a hacerlo.
Hace pocos meses Fox News y una de sus principales figuras, Bill O’Reilly, pagaron 13 millones de dólares en acuerdos para cerrar demandas por acoso sexual o verbal de cinco mujeres diferentes desde 2002.
Las acusaciones son hechos reales. Hay decenas de personas que lo han declarado. Tan sabían el comunicador y Fox que esto saldría tarde o temprano a la luz pública, que decidieron pagar cantidades exorbitantes de dinero. El silencio se había mantenido porque tener a O’Reilly como comentarista representa más de 400 millones de dólares de ganancias al año.
No es de extrañarnos que el único medio de comunicación que sigue el Presidente Trump en su cuenta de Twitter es precisamente Fox, el cual ha sido de los pocos que lo ha apoyado. Cuando el presidente de los Estados Unidos ha criticado a la mayoría de los medios de comunicación diciendo que publican fake news, sobre esa cadena de medios escribe: “Fox y sus amigos son grandiosos”.
Y es que Trump, al igual que O´Reilly y Moore, también ha sido acusado de acoso sexual. Basta con recordar el audio en el cual el presidente estadounidense dice que él puede hacer lo que quiera con las mujeres.
Es una gran noticia que aquellos que hayan cometido abusos no se sigan saliendo con la suya, y que los votantes empiecen a tener conciencia de que no deben votar por gente que haya cometido delitos.
Margen reducido
El presidente Donald Trump felicitó ayer al demócrata Doug Jones después de su sorpresiva victoria en la elección especial en Alabama la noche del martes y confío que los republicanos tendrán pronto la oportunidad de recuperar ese escaño senatorial.
“Felicidades a Doug Jones por una dura victoria peleada. Los votos a favor de quienes no estaban en las boletas fueron un gran factor, pero una victoria es una victoria”, escribió en su cuenta de Twitter.
El tono conciliador del mandatario contrastó con los duros ataques contra el demócrata, a quien llamó títere, luego de abrazar la candidatura de Roy Moore (foto 2), acusado de acoso sexual por al menos 9 mujeres, dos de las cuales eran menores al momento de los incidentes.
En cuanto Jones tome posesión de su cargo, la Cámara Alta pasará a tener 51 republicanos y 49 demócratas. Con este precario equilibrio, el presidente del Senado, Mitch McConnell, solo podrá permitirse perder un voto en cualquier ley que quiera pasar, lo que le da un poder inmenso a la media decena de senadores críticos con Trump.
La Cámara Alta, que parecía estar segura en manos republicanas hasta, al menos, 2020, vuelve a estar en juego. En 2018 los demócratas ponen en juego 10 escaños en estados donde ganó Trump, mientras que los republicanos solo arriesgan tres. Si los demócratas ganan dos a sus rivales y mantienen las suyas, o incluso si pierden una y ganan tres, la nueva mayoría podría bloquear a los candidatos judiciales del presidente, o incluso a los nuevos miembros de su gabinete, que son de las pocas cosas que ha conseguido aprobar en su primer año.