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Ricardo Anaya candidato

En medio de un disputa fuerte, con un partido dividido, finalmente Ricardo Anaya logró ser precandidato del hasta la semana pasada llamado Frente Ciudadano por México.

 

No es algo que nos deba sorprender. Desde que llegó a la presidencia del partido empezó a trabajar para buscar la candidatura. Utilizó cientos de spots designados al blanquiazul y rompió alianzas con todos aquellos, incluso amigos personales quienes no estaban de acuerdo con su candidatura.

Durante semanas, el frente se empezó a tambalear, pero finalmente Anaya renunció a la dirigencia del PAN para buscar la candidatura presidencial, mientras que Alejandra Barrales dejó la presidencia del PRD para buscar la candidatura a la Ciudad de México.

Ricardo Anaya es visto como el presidente de Acción Nacional que en 2016 tuvo una histórica jornada electoral, pero también como una persona que ha tenido conflictos serios con buena parte de sus colaboradores y sus impulsores políticos.

Sus primeros pasos los dio en Querétaro, de donde es originario, y en donde estudió la licenciatura en Derecho, egresado de la Universidad Autónoma del estado, donde obtuvo título con mención honorífica. Su perfil académico también incluye una maestría en la Universidad del Valle de México y un doctorado en Ciencia Política por la UNAM.

Su labor en el blanquiazul arrancó a pesar de que no viene de una familia de arraigo panista, pues, de hecho, él es el único afiliado a dicho partido dentro de su entorno.

Fue entonces que comenzó también su carrera política. Con sólo 21 años fue candidato del PAN a diputado local por el XIV Distrito de Querétaro, que comprendía los municipios de Arroyo Seco y Pinal de Amoles. Aunque perdió, fue nombrado director del Instituto de la Juventud de la capital de la entidad durante la presidencia municipal de Francisco Garrido, su primer “padrino político”.

Inmediatamente dio el salto para ser secretario particular de Garrido Patrón, durante toda su gestión como gobernador entre 2003 y 2009. En mancuerna con el secretario de gobierno, Alfredo Botello, aprendió lo que era el aparato de control político de un estado. Igualmente ocupó cargos en Querétaro como diputado local y presidente del Comité Directivo Estatal.

Su primera oportunidad a nivel federal se la dio el Presidente Felipe Calderón, como subsecretario de Planeación Turística de la Secretaría de Turismo. Y por esto fue muy criticado Anaya, porque cuando Margarita Zavala buscó ser diputada federal, él la bloqueó.

También trabajó con Roberto Gil Zuarth en la campaña por la presidencia del país de Josefina Vázquez Mota. El vocero era Anaya y el senador el coordinador. Hoy el primero está distanciado del segundo.

El queretano fue muy cercano a Gustavo Madero. Esa relación se da cuando Madero era presidente del PAN y le brindó muchísimo apoyo al llamado “joven maravilla”. Anaya tuvo en ese lapso la intención de contender a la gubernatura de Querétaro, pero finalmente Madero se decantó por Francisco Domínguez, a la postre ganador de la contienda y actual gobernador. La ruptura entre Madero y Anaya es evidente.

Anaya fue muy hábil durante la presidencia de Madero en el PAN y terminó ganándose en el Congreso a los maderistas por su disciplina, su capacidad de resolver asuntos y por dar la cara por éstos. Y eso le permitió ser presidente del partido: interino primero y luego electo.

Ya en control del PAN, a Anaya se le identifica como la voz e imagen de un grupo político conformado desde los 90, el mismo que ahora lo apoya en su sueño por ganar la presidencia el año que entra.

Anaya se siente empoderado. Tiene el apoyo de Santiago Creel y de algunos gobernadores panistas.

De cara a la elección de 2016, acordó principalmente con el Partido de la Revolución Democrática una serie de alianzas que le permitieron, entre otras cosas, ganar siete gubernaturas: Veracruz, con Miguel Ángel Yunes Linares; Quintana Roo, con Carlos Joaquín González; Aguascalientes, con Martín Orozco; Chihuahua, con Javier Corral; Durango, con José Rosas Aispuro; Puebla, con Toni Gali, y Tamaulipas, con Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

Pero con algunos de estos gobernadores ha tenido ya conflictos porque dicen que no se han respetado acuerdos.

La conformación del Frente Ciudadano por México pasó por durísimas negociaciones dentro y fuera de las dirigencias partidarias.

Nadie duda de la inteligencia de Ricardo Anaya y la perseverancia que tiene. Y ahora, para obtener la candidatura de Por México al Frente, logró su objetivo y será el candidato presidencial.

Pero no debe de olvidar que en la política se tienen que llegar a acuerdos y consensos y, sobre todo, respetarlos, y es ahí quizá su mayor debilidad.

Finalmente se da la coalición Por México al Frente, de la cual Anaya será el candidato a la presidencia.

Agandalle cantado

Como estaba previsto, Ricardo Anaya renunció a la presidencia del blanquiazul un día después de que se formalizó ante el INE la coalición Por México al Frente, que integra junto con el PRD y Movimiento Ciudadano.

Y ayer anunció en un acto público en la Ciudad de México, arropado por diversas figuras del blanquiazul y del sol azteca, su intención de contender por la candidatura presidencial. Ahí, el exlíder partidista aseguró que el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, representa un cambio al pasado repleto de locuras.

 

Una semana antes, la Comisión Organizadora Electoral del blanquiazul emitió la convocatoria para elegir a su candidato a la presidencia de la República, quien será el abanderado del Frente para el 2018. Será el 11 de febrero cuando los militantes panistas voten por su candidato.

El mismo sábado, uno de los aspirantes a la candidatura del Frente, el Jefe de Gobierno, Miguel Mancera, rechazó la posibilidad de sumarse como integrante de la campaña presidencial de la coalición y optó por mantenerse al frente del gobierno capitalino, para encabezar las acciones de reconstrucción.

En su mensaje, el mandatario de la Ciudad de México reiteró su lealtad al sol azteca y sostuvo que no será factor de freno del Frente, al que le reiteró todo su apoyo, pero indicó que “estaba listo para competir, me hubiera gustado”.

 

Asimismo, lamentó que no hubiera una competencia democrática al interior de la coalición.