La heroína viene de Estados Unidos
Estados Unidos enfrenta una terrible epidemia de abuso de opiáceos y heroína. Como ejemplo está la escandalosa cifra de que cada 19 minutos nace un bebé con una adicción a los opiáceos debido a que sus madres son drogadictas. Esa epidemia, advierten los expertos, podría llegar a México en poco tiempo si no se atiende el problema.
El alcance de esta problematíca de salud pública en la Unión Americana en 2016 costó 60 mil vidas y fue la principal causa de mortalidad en menores de 50 años, poniéndola por encima de otros padecimientos como el cáncer, los muertos por armas o los accidentes de coche. Este mal ya cobró más vidas que la guerra de Vietnam.
Más gente muere por heroína y sus derivados al año, que aquellos que fallecieron de sida en el momento más crítico de la enfermedad.
Y más de la mitad de esas adicciones es a drogas legales controladas que se venden en las farmacias, que contienen opiáceos. Cualquier persona está expuesta a caer en las redes de la adicción, pues puede iniciar debido a un dolor de espalda, una migraña o ansiedad.
Según un estudio de Jama Psychiatry, el 75 por ciento de los heroinómanos empezó con estos analgésicos. Pero muchas veces siendo estos medicamentos costosos, la gente recurre al mercado negro de la heroína.
La producción mexicana de opio creció un 50 por ciento sólo en 2015 y ha reemplazado al Sudeste Asiático como principal proveedor de Estados Unidos.
En México el consumo de heroína va en aumento y las autoridades advierten que puede crecer exponencialmente. Somos primeros productores de amapola en América y terceros en el mundo; lo que se saca de la amapola es la heroína y algunos otros productos que tienen un espíritu psicoactivo. Y el precio es bastante accesible.
El doctor Manuel Mondragón y Kalb, quien preside el Consejo Nacional Contra las Adicciones (Conadic), advierte que el problema de que en México tengamos un incremento en el consumo de heroína está latente.
“Nuestra propensión, conforme va pasando de la producción y los estadíos, aumenta geométricamente, exponencialmente el costo. De unos cuantos dólares acaba en miles de dólares. El problema es que no es cara, está a la mano, hay que tener la antena muy levantada”, señala.
La heroína es una droga que había dejado de estar de moda y de nuevo retomó auge en Estados Unidos. La heroína, el fentanilo y demás, contagian a cierto sector de la sociedad mexicana.
Esto afirma el doctor Mondragón:
“Hace dos años, y lo repetí el año pasado, tuve la oportunidad de estar con mis compañeros de Estados Unidos, ahora los dos ya renunciaron y todavía no hay quién los sustituya en ese campo. El secretario de Estado para Narcóticos y el zar contra las Drogas, William Brownfield y el señor Botticelli estaban preocupadísimos por la parte que corresponde a la heroína; naturalmente sí está matando gente la heroína combinada con fentanilo, que es una droga sintética que tiene 50 veces más potencia que la heroína, y ahora el carfentanil, 50 veces más fuerte que el fentanilo. Se están muriendo por año 50 mil estadounidenses, casi todos por fentanilo y heroína, ¡50 mil son los que murieron en la guerra de Vietnam!”.
Para el 2017 la estadística, según dicen los expertos, va a aumentar a más de 60 mil muertes por heroína en Estados Unidos. Hasta hace poco el fentanilo entraba a nuestro vecino país por China, hoy mucha de esa droga llega por México. Eso quiere decir que hay bastante más fentanilo en México.
El doctor Mondragón explica que hay nuevos puntos de consumo de heroína en nuestro país. Según los resultados arrojados por la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, en cuatro estados no se consume heroína, mientras que en el resto hay casos aislados.
“En la encuesta encontramos dispersos, no abundantes lugares, pero sí dispersos en toda la República. Tenemos una preocupación en algunos lugares de la frontera y con el gobernador correspondiente, no voy a decir qué lugar, no me gusta establecer situaciones que apunten a determinado lugar geográfico, pero el gobernador estuvo en mi oficina hace ocho días y creamos un programa que ahorita lo estamos llevando a cabo, de ese punto que es una alcaldía, un municipio y Conadic específicamente para ver lo de la heroína porque tenemos una gran preocupación de la cantidad de gente.
“Quiero saber cuántos, qué tipo de heroína consumen, de dónde llega, cuánto cuesta, qué problemas inherentes, cuál es la proclividad de la gente que usa heroína. La heroína te seda, lo mismo que el alcohol ya en forma intensa, ¿qué hace el alcohólico?, toma y toma para olvidarse.
“¿Cuánta gente hay proclive a querer estar fuera de este mundo, por problemas sociales, económicos, existenciales, de todo? Lo que quiere es meterse heroína y abstraerse, entonces en donde empecemos con un problema de esos, si las circunstancias humanas, si las circunstancias psicoemocionales están ahí, que sí están, vamos a tener un problema muy grave, cuidado con esto”, advierte.
El consumo de heroína es un problema que se nos puede salir de las manos, hoy se necesita mucha prevención para poderlo evitar. Ojalá que México no alcance el número de adictos que hoy tiene Estados Unidos. Es un tema primordial en el que debemos trabajar.
Mercado de la muerte
En Estados Unidos los opiáceos generaron el año pasado 1.3 millones de atenciones hospitalarias y 60 mil personas perdieron la vida por consumo de heroína, de esos casos, cerca de 35 mil se debieron al consumo de heroína sola o adulterada.
El resto correspondió en su mayor parte al abuso de opiáceos de prescripción. Según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades, las recetas de opiáceos contra el dolor se han triplicado y cerca de dos millones de adictos pululan por la Unión Americana.
Algunos de ellos son atendidos hasta en 18 ocasiones al mes por sobredosis con Narcan, un antagonista de los receptores opioides, muy usado en el tratamiento de la intoxicación aguda por opiáceos, que tiene un costo promedio de 40 dólares.
En octubre pasado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró la crisis de opioides como una emergencia de salud pública a nivel nacional. Dicha declaración surge tras meses de afirmaciones realizadas por el mandatario estadounidense quien, desde su campaña, criticó arduamente el incremento de muertes y adictos a los opioides.
En San Luis Río Colorado, elementos del Ejército mexicano decomisaron el pasado 19 de agosto un camión, que tenía como destino Tijuana con 63.8 kilos de fentanilo y 29 mil 995 pastillas elaboradas con ese químico con un valor en el mercado de mil 870 millones de dólares.
Éste fue considerado el mayor decomiso a nivel mundial de esta sustancia que ha revolucionado el mercado de la droga.