¿Qué le pasó a Ricardo Anaya?
El año pasado le hice una entrevista a Ricardo Anaya. Platicamos de su vida, aspiraciones y la forma en la que él creía se debía de hacer política. En ese momento debo confesar que Anaya me convenció. Un joven preparado y sólido con ideas conciliadoras. Me platicó de sus padres, ambos profesionistas exitosos: “Mi mamá es arquitecta, durante muchísimos años se dedicó fundamentalmente a construir y vender casas habitación. Curiosamente en mi familia nadie se dedicaba a la política, ni por aquí les pasaba que alguien se iba a dedicar a esto”.
Anaya me dijo que siempre tuvo claro que quería entrar a la política para ayudar a la gente:
“Cuando escojo ser abogado, me estaba preparando para el servicio público. Siempre pensé que desde cualquier profesión se puede hacer el bien: el médico puede curar a los pacientes que lo van a ver, y el arquitecto puede construir casas para que la gente viva. Siempre he creído que el espacio desde el que se puede hacer muchísimo bien a los demás, donde realmente se le puede cambiar la vida a miles y millones de personas desde algunas responsabilidades; o dicho al revés, donde quien ejerce mal la profesión, afecta y destruye la vida de miles y de millones, es desde la política.
“Estoy convencido de que en la vida un tema fundamental es, además de ser apasionado, es ser muy perseverante, creo que hay que tener objetivos clarísimos y perseguirlos con toda la fuerza”, me dijo.
Y ese pensamiento está muy bien si quieres lograr cosas, pero el nuevo Anaya ha decidido ser perseverante a costa de lo que sea y confrontándose incluso con quienes han sido sus más cercanos aliados.
¿Entre más alto sea el nivel que alcances, más enemigos tienes? Le pregunté a Ricardo Anaya, quien hoy está distanciado de Gustavo Madero, Felipe Calderón, Rafael Moreno Valle e incluso de quien fue su primer jefe y amigo, el exgobernador Paco Garrido, entre muchos otros.
“Creo que no necesariamente, si uno se conduce con honestidad, porque efectivamente, en ciertas responsabilidades, por ejemplo, aquí en la dirigencia nacional, se toman decisiones dificilísimas cuando tenemos procesos internos. Yo sé que desde afuera, por ejemplo, déjame tomar el caso de Chihuahua, donde el candidato fue Javier Corral, había seis aspirantes originalmente, estábamos sentados en la mesa con todos ellos que cuentan con trayectorias muy importantes, ir tomando decisiones; ir encaminando los procesos, por supuesto que tiene costos.
“Pero cuando se le habla a la gente de frente, viéndola a los ojos, con honestidad, empeñando la palabra y cumpliendo la palabra empeñada, puede haber momentos en los que no se comprenda la decisión, pero no queda un agravio que implique una enemistad. Yo trato de no tener enemigos y no tener odios”.
Del propio Garrido platicamos:
“Paco Garrido, quien fue gobernador de Querétaro, fui su secretario particular. Sin duda un referente, un hombre con un pensamiento ordenado como pocos que haya podido conocer, con una enorme capacidad para resolver problemas”.
Hoy, Anaya está enfrentado con Felipe Calderón, para quien trabajó y fue su subsecretario de Turismo, y también con un porcentaje importante de sus senadores de su partido, entre muchos otros.
Bastantes se molestaron por la manera en que Anaya se adueñó de la publicidad del partido para sus propios fines, otros por la manera arbitraria en la que se intenta colocar un candidato. Incluso personajes de distintos partidos también se han enojado con él porque dicen: “Anaya no respeta acuerdos”.
Los políticos que más años llevan trabajando, además de hacer bien las cosas, han sabido hacer y respetar acuerdos. La realidad es que nunca se pierde del todo y tampoco se puede ganar todo. Y eso no lo entiende Anaya, quien busca a toda costa ser Presidente de México.
El año pasado le pregunté, cuando me decía que lleva muchos años ya con Carolina su esposa: ¿Cuando llegas en la noche, y ya a punto de dormirse no te pregunta —¿Oye has pensado en el 2018?
“Siempre me pregunta y le platico muchísimo de lo que hago, se involucra en términos de apoyo, pero me permite tener el balance de poder cambiar de tema, es una relación muy equilibrada la que tenemos”.
Ricardo Anaya en ese momento tenía todo para triunfar, y más de uno estaba convencido de que Ricardo podía hacer muy bien las cosas. Ha cambiado mucho y se ha confrontado demasiado, en ocasiones sin ningún sentido. Y ha perdido muchas de las cualidades que tenía, que lo han llevado a tener el poder que hoy tiene.
Pero lo más difícil no es llegar, sino mantenerse y ése es el verdadero desafío que hoy enfrenta.
¿En qué momento Ricardo Anaya, el joven maravilla, como es conocido, quien desde antes de los 21 años entró a la esfera política y siempre con éxito, perdió el piso?
PAN contra PAN
Luego de que en agosto pasado se diera a conocer que Ricardo Anaya y su familia poseen propiedades valuadas en 308 millones de pesos, el líder panista emprendió un llamado a la población a apoyar lo que llamó una lucha para frenar los intentos del PRI y del Gobierno federal para nombrar un fiscal general “a modo”, y exhortó a acabar con la corrupción.
“Quiero que sepas, ciudadana, ciudadano, que es una lucha justa para terminar con aquello que más te indigna: con la corrupción de gobernantes y políticos, con el robo descarado de dinero público”, dijo.
Esta postura de Anaya provocó la fractura de la bancada panista en el Senado, pues al menos 12 de los 38 legisladores decidieron no seguir la línea de su dirigente.
“Lamentablemente, Ricardo Anaya está arrastrando al PAN por su defensa y ambiciones personales. Arrastra al PAN, a sus grupos parlamentarios y a todo el partido lo puede llevar hasta un tercer lugar si seguimos con estas necedades”, afirmó Javier Lozano Alarcón.
Dentro del PAN también hay señalamientos de que su dirigente, Ricardo Anaya, y a quien también se le candidatea dentro de las filas del blanquiazul, usa 1.4 millones de spots oficiales para promocionar su imagen.
Panistas han acusado a Anaya de desvirtuar los valores del partido y de cerrar espacios a la militancia, lo que derivó en la salida de Margarita Zavala, José Luis Luege, Luisa María Calderón, entre otros, que competirán como independientes.